viernes, 26 de diciembre de 2014

La Petite Mort

Algunas mujeres pueden perder la conciencia durante algunos segundos cuando alcanzan ciertos orgasmos, esos momentos son llamados La Pequeña Muerte o más popularmente conocida como "petite mort"
Este video realizado por el estudio barcelonés Pornographics y la agencia Seisgrados han desarrollado este spot para la firma de productos eróticos para la mujer Late Chocolate.

Some women may lose consciousness for a few seconds when they reach certain orgasms; those moments are called Little Death or more popularly known as "Petite Mort".
This video made by Pornographics Studio and Seisgrados Agency from Barcelona, developed this video for Late Chocolate an erotic trademark of products for women.




domingo, 21 de diciembre de 2014

Mis reflexiones sobre el dolor y la felicidad


  Creo que este será para mí uno de los post más difíciles de escribir, porque trataré de reflejar lo que realmente soy y cómo me siento luego de un divorcio. El haberme convertido en un esclavo desterrado de los dominios de Mi Reina. Donde a pesar de amarla, extrañarla y necesitarla con todo mi corazón; debo aceptar la realidad de cada día, que al momento de acostarme la realidad me demuestra que debo hacerlo solo. Porque no hay nadie con quien compartir la cama, no hay nadie para abrazar, abrigar, o cuidar. Ya no estoy al lado de esa mujer que me hacía sentir vivo, que me hacía volar alto y darle un sentido o un propósito a cada instante de mis días.
  Dudo que haya un dolor más fuerte que el que produce la soledad y no había felicidad más grande, que el amar y servir a Mi Reina.
  No hay culpas, no hay responsables, quizás hayan habido causas o circunstancias, que motivaron acciones, esas acciones generaron consecuencias y esas consecuencias derivaron en el tener que separar nuestros caminos.
  Estoy en condiciones de afirmar que los dos fuimos creados el uno para el otro. Y ahora ser felices solos, o junto a otras personas no será algo que suceda de la noche a la mañana. Pero uno tiene que estar preparado para estos cambios inesperados que nos da la vida. Debemos convertirnos en otra persona, atesorar profundamente todo lo vivido, dar las gracias a esa persona por habernos acompañado en una parte del viaje y con lo poco que nos queda de fuerzas, seguir adelante. Solos esta parte del camino, quizás en poco tiempo, junto a otra persona.
  Quiero transmitir que si este vacío y este dolor emocional que siento en estos momentos pudiera ser comparado; es mucho más doloroso que el de todas nuestras sesiones de FemDom juntas. Curiosamente también le debería estar agradecido a Mi Reina por este dolor, porque supongo que todas estas cosas y sentimientos que nos tocan vivir, a ambos nos tiene que dejar una gran enseñanza y preparación para el futuro. Porque si algo se aprende siendo sumiso, es que en el dolor no sólo está el placer, sino también la luz. Y en esa luz hay entendimiento, hay amor. Entonces, si tengo dolor por esta separación, es porque me queda mucho amor y siempre sufre quien más amó.
  Pero esta noche larga se terminará y cada fibra de mi ser sabe que no pasará mucho tiempo sin que caiga bajo los encantos de otra mujer, otra mujer que me pondrá su collar y será “Mi Nueva Reina". Eso no me convierte en un infiel, porque ya estoy terminando mi duelo y en definitiva fue el último mandato que recibí de Mi Reina. El de buscar otra compañera a quien complacer y hacer feliz.
  El desafío no es fácil, una relación de confianza mutua no se construye de un día para el otro. Para mí el solo hecho de intimar ya supone un gran reto, cuanto más lejos está volver a llegar las alturas donde me encontraba. De llegar nuevamente al punto donde sexualmente mi cuerpo y mi mente se logren separar en una sesión intensa de amor, sexo, placer y lujuria. Donde los límites vuelvan a ser probados, donde la fantasía invente mecanismos para probar la resistencia física y psíquica.
  Todo eso Mi Reina lo hacía muy bien, la angustia está en saber si recibiré nuevamente ese regalo extraordinario de ser aceptado por otra mujer, que resulte ser el Ama y la Dominante perfecta para mí. Donde nuestros placeres coincidan o mejor aun, sea capaz de llevarme a los límites que nunca antes hubiera imaginado.
  Sé que suena contradictorio que para volver a sentirme liberado en este momento de plena libertad, yo esté deseando someterme a los encantamientos de una nueva Ama. Es una locura, lo sé, pero necesito llegar de nuevo a ese punto de iluminación y conocimiento profundo, a esa perfecta compenetración entre Ama y sumiso, que se va consiguiendo sesión tras sesión y si la Ama como guía conoce el mejor camino, por más largo y tortuoso que sea, sin ninguna duda valdrá la pena.

sábado, 20 de diciembre de 2014

Humor FemDom 1

- Emm... my love... Can we practice anal sex?
- What do you say?
- Only if you want.
- Ehh... Ok go ahead. Now, you turn around.

¿Cómo superar nuestras barreras interiores?


  Esta es la pregunta qué la mayoría de las personas nos podemos hacer al entrar en esto del FemDom y por más que se busque, entre la gran cantidad de material que hay en la red, de leer las experiencias de los demás, los buenos consejos que se dan y toda la orientación que se puede llegar a transmitir. Ya sea en este u otros sitios, que sin lugar a pueden ser mejores y de dónde yo también me instruyo.
  Pero por más que se lea y se lea. En algún momento uno mismo tiene que hacerse la pregunta y encontrar la propia respuesta, también se puede encontrar la respuesta con la pareja, quien en definitiva será tu compañero de juegos, porque no puede existir uno, sin la participación del otro.
  Yo no puedo negar que cuando esta fantasía entra dentro de uno, se genera una atracción tan fuerte e irresistible por querer vivirla, que las preguntas vienen después: Cuando uno aterriza de ese primer vuelo y más en frío se comienza a recordar lo que se vivió. Y al recordar y revivir cada sensación, se debe ser lo más sincero posible, con uno mismo y con la pareja. De más está decir, que de la otra parte debería pasar lo mismo.
  Primero y principal, no debería haber nada malo en lo que se haga, porque no hay engaños, ni mentiras. Ambos son personas adultas, libres y responsables. Con pleno derecho de explorar y vivir su sexualidad plenamente.
  Sé que no es muy fácil de justificar el que nos excite hacer algo que es doloroso y hasta en algunos casos pude que vergonzoso ¿Cómo se hace entonces para convivir íntimamente siendo dos personas? Una con carácter hacía afuera y otra siendo de lo más manso dentro del dormitorio, o en todo momento en el que se está al lado de la compañera. Justamente ¿Cómo hacer para justificar esa necesidad interior de entregar el control a la otra parte? A esa persona que amamos.
  Sepamos también que en ese punto, ambos siempre tienen el control, porque en el momento que cualquiera se sienta molesto por algo, o por las razones que fuera, tiene el poder de romper por completo toda la magia. Solo basta decir una palabra y todo se termina. 
  Para la parte Dominante no es más fácil, muy por el contrario, es quien más aclarada debe tener las cosas, porque es quien provoca dolor en la persona que le gusta y que ama. Es quien debe romper contra la barrera de lo socialmente aceptado. Curiosamente donde trata de dibujarse una igualdad entre los géneros, pero lo que buscamos en la desigualdad en la intimidad, dando el control y el poder a la mujer. Un control y un poder que para el resto del mundo (lo que a nosotros nos gusta) lo consideran aberrante o desviado.
  Simplemente presenté las cuestiones más básicas, pero cuando los juegos son de mayor intensidad y duración, el nivel de las dudas o las culpas pueden ser también mayores.
  Todo eso se da, porque nuestras preguntas las hacemos desde el medio en el que vivimos, al que llamamos el del buen uso y las buenas costumbres, o el socialmente impuesto, también llamado políticamente correcto. Es decir todas aquellas cosas que desde que nacimos nos fueron educando (pero más correcto sería decir programando), para bien o para mal, depende el juicio que cada uno tenga de las circunstancias y de la manera que conviva con ellas.
  Para empezar a superar esa barrera, lo urgente sería cambiar el lugar desde donde vamos a juzgarnos, tenemos que vernos desde otro lugar. Un lugar fuera del “mundo vainilla” (como solemos decir nosotros). Debemos empezar a valorarnos como individuos. Cada uno de nosotros es un ser único, con un propósito diferente al de los demás. Con el derecho de tener placer haciendo cosas diferentes a las de los demás. Pero claro está que respetando al otro, siendo todo consensuado y seguro. Que la mayoría piense de una manera política o que tenga determinada religión, o le guste un cuadro de fútbol, eso no anula las elecciones o los gustos de las minorías. Muy por el contrario, cuanto mayor sea la variedad, más posibilidades habrá de probar y elegir lo que pueda gustarnos o no.
  En el sitio Mariposas de Chocolate, tratando este punto, ofrecen una definición excelente “La intimidad no es una cuestión social. Si se llama intimidad, es precisamente por eso, porque queda limitado a esa o esas personas con las quien se comparte esa intimidad y no al conjunto de la sociedad… No existe un vínculo humano mas intimo, que compartir esa intimidad y dentro de ella el contacto físico y el sexo son un componente natural de las mismas”.
  Siguiendo ese razonamiento lógico, nos podemos dar cuenta que pueden existir tantos tipos de intimidades como parejas o grupos que deseen intimar de una manera particular. Como así también habrán parejas que están muy cómodas en el “Mundo Vainilla” y lo digo con el mayor de los respetos y sin tono descalificativo, simplemente para marcar la diferencia de gustos, pero como personas somos todos iguales y con los mismos derechos. Ni un mundo, ni el otro, están en lo correcto o en lo equivocado, simplemente son diferentes.  
  Cada pareja tiene el derecho de vivir o estimularse sexualmente como quiera. Y es inevitable que de esas estimulaciones o vivencias se creen y fortalezcan vínculos, que llevan a la consolidación o también a la ruptura. Porque no todo es un éxito de este lado. También hay rupturas, tantas como las puede haber en el “Mundo Vainilla”.
  Pero quien no arriesga, no gana dice el dicho y yo creo estar convencido que compartir juegos sexuales genera una visión de la pareja completamente diferente, que no es fácil describir con palabras, porque se está hablando de emociones, de éxtasis, de una linda locura, que uno no quiere que se termine nunca.  
  Si al preguntarnos desde ese otro lugar ¿Cómo nos sentimos? Y si la respuesta es “Me siento muy bien así”. Entonces por amor a nuestro compañer@ le preguntamos ¿Cómo te sentís conmigo viviendo el sexo de esta manera? Y si la respuesta nuevamente es afirmativa. Ya no hay que torturarse más, simplemente a disfrutar, porque la vida es muy corta y las oportunidades muy pocas.-

viernes, 9 de mayo de 2014

Sí, Ama - Capítulo 2

  Del sitio de Angel SirHawkson comparto la segunda parte de "Sí, Ama". Si les gustó la primera parte, esta segunda parte les despertará el mismo placer y espero que lo disfruten plenamente.

Capitulo 2
  El de ayer había sido un día que quedaría en el recuerdo y en la historia. Pasaron un par de semanas antes que volviéramos a vernos envueltos en actividades de BDSM. La siguiente oportunidad también fue una sorpresa para mí.
  Entre a su casa y ella apareció por detrás de mí, cubriéndome la boca con un pañuelo que estaba empapado en algo. Cuando sentí que mis piernas se aflojaban, comprendí que se trataba de cloroformo. Al despertarme, me encontraba una vez más atado y desnudo en su cama. No sé como habrá hecho para llevarme hasta allá, pero en el instante en que me di cuenta de mi condición, sentí mi verga endureciéndose. Michelle, o mejor dicho Ama Michelle, se encontraba de pie al lado de mi cama, vistiendo solamente una tanga azul oscura y observándome con atención.
  "Parece que la bella durmiente finalmente se despertó. No quiero que salga ni un sonido de esos labios.", me dijo en tono serio "Y te lo digo por tu propio bien. Si escucho cualquier cosa vas a ligar un castigo", añadió. Yo asentí con la cabeza, haciéndole saber que entendía lo que me estaba diciendo. "Mmm... Sabes que estás lindo así atado, desnudo y a mi completa merced. Otra vez esa verga inservible que tenés ya está parada, parece que no se cansa tan fácilmente. Ahora vamos a ver..."
  Lentamente bajo su cabeza, abriendo su boca para engullir mí pene dentro de su cálida garganta y a la húmeda morada de su lengua. Lamió la cabeza de mi pene un par de veces, dándole golpecitos con la lengua hasta que finalmente lamió toda la longitud de mi verga por la parte inferior hasta que alcanzo mis bolas cargadas de semen y listas a ser vaciadas. Las lamió por unos instantes e inclusive llevo una de ellas dentro de su exquisita boca, chapándola por completo. Pero finalmente, dejo mis genitales en paz y se movió hacia mí. Se sentó con su hermoso culo sobre mi miembro duro, de frente a mí y observándome con una mirada profunda. Se acaricio los pechos, frotando y tirando de sus pezones, echando su cabeza hacia atrás y suspirando levemente. Ligeramente movió su trasero frotando mi erección, haciéndome desobedecerla y suspirando con la necesidad de que estimulara más directamente mi verga.
  "Creí haberte dejado claro que no quería que soltaras ni un sonido, putito de mierda", me dijo. "Ahora voy a tener que castigarte. Pero eso lo voy a dejar para después. Ahora quiero que me des una buena lamida de pies", y con ello dirigió sus bellos y hermosos pies a mi boca.
  Lamí su dedo gordo y el resto de sus dedos con entusiasmo. Me los lleve a la boca y los chupe con mucha pasión para que su castigo fuera más piadoso. También pase mi lengua por su la planta de su pies y por su empeine. Repetí el mismo trabajo en su otro pie. Realmente me esforcé por complacerla y mi Ama parecía estar complacida. Mientras chupaba sus pies como si fueran chupetines, ella seguía restregando su culo en mi verga, excitándome cada vez más hasta niveles casi intolerables. Entonces, aparto sus pies de mi boca y se puso de pie.
  "Creo que ya tuviste bastante de esta tortura, ¿no?", me dijo. "Creo que ya estas listo para que saque un poco de leche de tu inútil verga, ¿Qué te parece?" Asentí rápidamente, porque estaba desesperado por terminar. Entonces la Ama Michelle llevo sus dos manos a mi pene y empezó a masturbarme con fuerza y velocidad, moviendo ambas manos de abajo hacia arriba por toda la longitud de mi miembro. De verdad no hacía falta mucho de esto para hacerme terminar, así que pronto estuve al borde del clímax. Justo en ese momento, mi Ama se detuvo.
  "Mmm... cambie de parecer, creo que mejor quiero que este pito insignificante este totalmente flácido, para demostrar lo patético que eres, mi putito", me dijo. Y con eso llevo un cubo de hielo a mi verga y la froto por toda ella, hasta que mi erección subsidio y mi pene quedo reducido a su mínimo tamaño. A pesar de esto, mi excitación iba en aumento. Ama Michelle mantuvo ese cubo de hielo sobre mi verga, manteniéndola justo de la manera que ella quería, mientras frotaba otro cubo de hielo por mi pecho y pezones, haciéndome tiritar del frío y que estos se endurecieran. Dejando mi pecho por un momento, me amordazo con una bola explicándome que no quería que soltara un sonido y que ya había probado que no podía controlarme a mí mismo en ese sentido. Tan pronto hubo ajustado la mordaza, deslizo un cubo de hielo en mi culo. Me retorcí en mis ataduras debido al frío y a la inesperada invasión a mi recto, pero a este cubo de hielo, lo siguió otro. Metiendo su dedo profundo dentro de mi culo impulso el hielo muy dentro de él.
  Ama Michelle procedió a liberar mis tobillos y los ato nuevamente, pero esta vez a los postes que mantenían inmóviles mis muñecas, haciendo que todo mi cuerpo se doblara y dejando mi culo extremadamente vulnerable. Sentí que mi Ama comenzaba a deslizar un dedo dentro de mi apertura anal, describiendo círculos, sacándolo  e insertándolo lentamente. Otro dedo lo siguió instantes después. Apenas podía ver desde mi posición, pero dado que no le estaba costando demasiado llenar mi culo con sus dedos asumía que estaba usando bastante lubricante. Para mi sorpresa, mi Ama no se detuvo al insertar el tercer dedo... ni el cuarto.
  Pronto, ya tenía dentro de mí los cinco dedos de su mano derecha. Empezó a moverlos hacia todos lados, expandiendo mi apertura y haciéndome soltar acallados gemidos. Me estaba cogiendo con sus dedos y con una habilidad que no sabía que poseía, ya que estaba frotando mi próstata de una forma extremadamente erótica y excitante. Noto que mi pene volvía a erguirse, por lo que sin detener su trabajo en mi culo deslizo nuevamente un frío cubo de hielo por mi verga hasta que nuevamente mi erección se vio reducida. Yo sentía que explotaba de placer. De repente, mi Ama quito su mano de mi culo. Sin perder tiempo, estimulo la entrada de mi ano con un consolador strap-on. Luego se lo colocó en su cintura y se puso a juguetear con la punta de él en la entrada de mi culo.
  "Te dije que eras mi putita, pero todavía no me tomé el placer de penetrarte y ahora pienso cogerte con todas las ganas que tengo acumuladas esclavo mío", me dijo. Se inclino y me beso en la mejilla, para luego inmediatamente meter fuertemente su verga dentro de mi culo. Y empezó a cogerme con ella. La deslizaba dentro y fuera de mi ano, y mi pene una vez más se reveló y se paro. Esta vez mi Ama no hizo nada al respecto. Mi Ama siguió tomando mi culo incrementando su velocidad progresivamente, y empezó a gemir de placer. De mi boca salían gritos, de placer claro, pero eran ahogados por la efectiva mordaza. Mi Ama siguió cogiéndome cada vez más rápido. Su strap-on tenía un dispositivo que le acariciaba el clítoris cada vez que lo impulsaba dentro de mí.
  "¡¡Estoy a punto de terminar dentro tuyo puto mío!!" Anuncio y segundos después sentí una calidez llenando mi culo, mientras mi Ama gritaba del placer al llegar a su orgasmo.
  El strap-on que estaba usando también era capaz de "eyacular" con algún líquido con que el que ella lo llenó previamente y mi Ama eligió el momento en que llego a su orgasmo para "eyacular" dentro de mí.
  Tras su orgasmo, mi Ama se derrumbo sobre mí, con su verga todavía profundamente dentro de mi culo. Beso mi pecho y luego impulso su verga dentro y fuera de mi ano una vez más, esta vez más lentamente. Al mismo tiempo comenzó a masturbarme, incrementando el ritmo progresivamente, pero manteniendo constante la velocidad del consolador dentro de mi culo.
  "Tenés permiso para terminar", me dijo mi Ama.
  Eventualmente grite con toda mi fuerza (aunque ahogado por la mordaza), propulsando mi cuerpo hacia arriba y terminando sobre mi pecho e inclusive alcanzando mi rostro. Mi Ama finalmente se deslizo fuera de mí y desato mis tobillos, permitiéndome estirarme un poco. Me quito la mordaza y se arrojo encima de mí, besándome apasionadamente, agarrando fuertemente mi cara y penetrando mi boca profundamente con su lengua. Yo le respondí con igual pasión.
  "Te ves bien con toda ese esperma cubriendo tu cara. De verdad te pareces a mi puta personal, esa puta que soñé tener alguna vez", me dijo mientras desataba mis manos y me instruyo a bajarme de la cama y arrodillarme en el suelo.
  - Varias veces he chupado tu verga, esclavo mío. Pero ahora quiero que seas vos el que me chupe la verga a mí. ¡¡Chupa!! ¡Chupa mi verga y déjala bien limpia!
  - Si, Ama
, le conteste.
  Me embarque entonces en la tarea de chupar su pene. Siendo hombre, sabía bien como me gusta que me lo hicieran a mí, por lo que trate de hacerlo de una manera similar. Deslice la verga de látex hasta la mitad dentro de mi boca y frote toda la longitud con mi lengua por los costados, finalmente describiendo círculos en la punta. Moví mi cabeza atrás y adelante chupando con ahínco y mi Ama me tomo por el pelo, empujando mi cara hacia ella y haciendo que el strap-on estimulara su clítoris. Podía oler su característico olor femenino y me daba cuenta que a pesar de haber tenido un orgasmo recientemente seguía extremadamente excitada.
  Seguí chupando hasta que mi Ama se mostró satisfecha. Sostuvo mi cabeza alejada del strap-on hasta que terminó de quitárselo y volvió a hundir mi rostro en su entrepierna, esta vez entrando en directo contacto con su sexo. Lamí sus labios vaginales, deslizando mi lengua dentro de ella también. Chupe su clítoris y le di un trato similar al que le había dado a su verga, describiendo una vez más círculos alrededor de su fuente de placer más intenso. Inclusive me tome la libertad de mover mi lengua un poco más abajo. Lamiendo ligeramente su ano, lo que tuvo como repentina consecuencia que empapara mi cara con sus jugos vaginales, llegando al clímax nuevamente. Mientras su orgasmo se esfumaba, mi Ama sostuvo mi cara pegada a su vagina. Seguí lamiendo y podía sentir como palpitaban sus labios vaginales. Luego me hizo poner de pie y me beso profundamente, haciéndome caer a la cama con ella encima de mí. Permanecimos allí unos momentos para tratar de recobrar el aliento. Pedí permiso para hablar, lo cual me fue concedido.
  - Michelle, esto que acabo de vivir, fue una de las cosas más excitantes que jamás me haya sucedido. Dudo que alguna vez haya estado tan excitado y haya tenido un orgasmo tan poderoso.
  - Me alegra, mi mascota. Pero aun queda un asunto pendiente ¿Te acordas? ¡Me desobedeciste! Te ordene que no soltaras un sonido y no pudiste cumplirlo... Así que ahora pienso castigarte por ello como te lo mereces, me dijo con una sonrisa pícara.
  "Si, Ama", atine a responder, bajando la cabeza y avergonzado, estando todavía desnudo. Entonces Ama Michelle me pidió que me pusiera de pie. Ato mis muñecas juntas delante de mí y luego mis tobillos. Traté de mantener el equilibrio con los pies atados juntos. Ella tomo un momento para vestirse. Luego acerco una silla y se sentó en ella.
  - Ven aquí, acuéstate boca abajo en mi regazo, me ordeno.
  - Si, Ama.
  Ni bien estuve en la posición indicada, bajo con fuerza su mano sobre mis nalgas.
  - Cuéntalos, me instruyo.
  - Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce, trece, catorce, quince, dieciséis, diecisiete, dieciocho, diecinueve, veinte, veintiuno, veintidós, veintitrés, veinticuatro, veinticinco.
  De pronto se detuvo. Mi culo estaba en llamas, pero sabía que merecía mi castigo por haber desobedecido sus órdenes. Mi verga, una vez más erecta, se encontraba presa entre sus piernas. La escuche buscando algo, sin moverse de su asiento. No pasaría mucho hasta que averiguara de qué se trataba. Alrededor de un minuto tras la última nalgada, golpeo mi trasero con un cepillo para el pelo. Repitió esto cinco veces, tomándose esta vez mas tiempo entre cada golpe que cuando lo había hecho con su mano desnuda.
  - Espero no tener que repetir esto en el futuro. Te amo mucho, y si bien reconozco que esto me excita, preferiría no tener que castigarte nuevamente y que siguieras correctamente todas mis instrucciones.
  - Si, Ama, voy a dar lo mejor de mí para obedecerla completamente en adelante.
  - Así me gusta, mi mascota,
me dijo mientras acariciaba mi pelo como a un perro.
  Tras esto, me hizo bajarme de sus rodillas, me desato y fuimos a ducharnos juntos. Una vez más, hicimos el amor de una manera inusualmente apasionada bajo el agua. Cada vez se hacía más evidente que nuestra relación BDSM nos excitaba mucho más que el sexo común y silvestre, ese llamado "vainilla". Ambos tomamos conciencia que todo de acá en adelante podía llegar a cobrar una gran importancia en nuestras vidas.-

Acá termina la segunda y última parte de este brillante relato, que espero les haya gustado tanto como a mí. Por último les dejo el Link a la Fuente


Sí, Ama - Capítulo 1



  En el sitio de Angel SirHawkson encontré un relato "Sí, Ama", que me pareció digno de ser compartido. Puede que resulte un poco largo de leer, pero vale la pena.
  La historia está narrada en dos capítulos que espero sea del agrado de todos aquellos que visitan este Blog y acá les presento la primera parte:

Capitulo 1
  Desde edades tempranas de mi adolescencia recuerdo tener fantasías sobre una mujer ejerciendo poder sobre mí. Tanto psicológica como físicamente, que me atara e inmovilizara para tenerme a su completa merced, sin que yo pudiera hacer nada para evitar lo que estuviera por hacerme, que me usara a su antojo y para su placer, que me humillara, e insultara degradándome verbalmente.
  Nunca me anime a hablar de esto con nadie, pero con mi última y actual pareja, con quien sostenía y sostengo una relación de profundo amor, respeto mutuo y de apertura completa acerca de mi mismo, sentía que podía ser algo diferente. Así que le comente acerca de mis inusuales deseos y fantasías. Le describí más o menos como era el mundo del BDSM.
  La sensación que ella me dio, fue la de escucharme atentamente, que me respetaba y me amaba mucho a pesar de todo lo que le había dicho, pero me respondió que francamente no le interesaba, ni le gustaba este asunto. Así que me resigne a seguir soñando por las noches con esto y masturbándome en soledad viendo videos FemDom, donde las dóminas atan y atormentan a sus sumisos.
  Estando todavía de novios, un día como tantos otros llegue a su casa para verla. Hacia un par de días que no nos encontrábamos, por lo que estaba particularmente con muchas ganas de abrazarla fuerte y besarla por un largo rato. Pero ese día especialmente algo estaba distinto. Estábamos solos, así que me hizo subir a su habitación. Ella entro detrás de mí, no me dejo que la dejara pasar antes que yo (como hubiera correspondido) y ni bien cerró la puerta me dijo en tono severo "Desnúdate, esclavo".
  Esto me tomo completamente por sorpresa, por lo que me quede un par de segundos totalmente inmóvil. Las palabras que Michelle acababa de decir, me hicieron caer en el ensueño. Pero ella rápidamente me devolvió a la realidad, cuando al ver que no me movía, se acerco y me dio una fuerte nalgada en el culo y me volvió a ordenar: "Dije esclavo que te desnudaras... ¿Es que sos tan estúpido que no podes seguir un orden tan simple?"
  Con eso, fue suficiente para volver al momento y se produjo más o menos este dialogo:
  - Si, mientras empezaba a desabrocharme el cinto.
  - ¿Sí qué? Me respondió.
  - Si, Ama, le conteste sin dudar.
  - De ahora en más, no vas a hablar a menos que yo te pregunte algo, o te pida que hables, ¿entendido?
  - Bueno.

  Instantáneamente recibí otro fuerte cachetazo en mis nalgas y me dijo "Mal, ¡¡SI AMA!! es lo que tenés que responder y espero no tener que volver a repetirlo". "Si, Ama", le conteste.
  Entonces terminé de desabrocharme el cinto, me quite los zapatos y las medias, me desabotone los pantalones y los deje caer al suelo. Rápidamente me desprendí la camisa y la deseche junto con el resto de mi ropa. Al ver que hice una pequeña pausa y viendo que dudaba, Ama Michelle me dijo "Tus calzoncillos también, esclavo". "Si, Ama" respondí. Allá fueron a parar mis calzoncillos con el resto de la ropa.
  Permanecí parado y quieto un momento (no puedo precisar cuánto), pero en esa posición tuve una erección claramente visible, lo que generó en ella el siguiente comentario "Así que parece que esto te excita... ¡No quiero que tu verga este parada todavía! ¡Quiero que inmediatamente vuelva al patético tamaño original!". La mire con cara de interrogación, no sabiendo que hacer para que ello sucediera. "Parece que no entiendes, esclavo de mierda", Ama Michelle se acerco un poco más y le dio un chirlo a mi pene erecto.
  "Arrodíllate y séntate sobre tus talones, mirando al piso", fueron sus siguientes indicaciones y rápidamente hice lo que me instruyó mi Ama. Ella se fue a buscar una caja que tenía guardada en un armario y que estaba cerrada con un candado. La coloco encima de una de las dos camas de su habitación y la abrió. Debido a que la luz en el recinto era bastante tenue, no podía alcanzar a ver lo que había dentro de ella. De todas maneras, seguí mirando al suelo como mi Ama me había ordenado. Sacando algo de la caja, ella se acerco a mí y pude notar que se trataba de un collar.
  - Besa tu nuevo collar, esclavo. Ahora me perteneces y pienso hacer contigo lo que me plazca, ¿Entendés lo que te digo? ¿Te gustaría eso?
   - Si, Ama.

  Ama Michelle acerco el collar a mis labios y le di un pequeño beso. Luego lo ajusto en mi cuello. Ama Michelle tomo mi cabeza entre sus manos y alzándola me dio un beso muy profundo, muy romántico. Se alejo lentamente, rompiendo el beso y mordiéndome el labio inferior, primero suavemente y al terminar haciéndolo con fuerza.
  Busco en la caja una venda para mis ojos y me dejo ciego. La venda era bastante efectiva. "Ahora párate" me dijo y sin dudarlo me puse de pie. Esperando la próxima instrucción de mi Ama, de repente ella me empuja a la cama y caí en ella con fuerza, boca arriba. Ama Michelle se trepo a la cama y encima de mí, sentándose sobre mi vientre. Agarró mi mano izquierda y con un par de esposas la aseguro al poste izquierdo de la cama. Repitió el procedimiento con mi otra mano y luego se puso de pie.
  Nada ocurrió por unos segundos, supongo mi Ama estaba contemplando su trabajo y observando mi desnudez. Después ato mis tobillos a los otros extremos de la cama, dejándome perfectamente atado en posición spread-eagle en la cama, sin poder moverme demasiado.
  Escuche sonidos de ropa al caerse. Seguramente mi Ama se estaba poniendo más cómoda. Luego se trepo nuevamente sobre mí. Sentí inmediatamente que ya no tenía sus pantalones puestos. Sin embargo, aun tenía su bombacha. Acerco su boca a la mía y me beso profundamente, como pocas veces antes lo hizo. Luego se acostó sobre mí, con lo que descubrí que tenía el torso totalmente desnudo y el sentir el roce de sus senos contra mi pecho desnudo llevo mi excitación a un nivel más alto. Me susurro al oído:
  - ¿Me amas?
  - Si, Ama,
le conteste.
  - Más fuerte, decime que me amas.
  - ¡La amo, Ama!
  - No te escucho, convénceme de que es cierto.
  - ¡¡LA AMO CON TODA LA FUERZA DE MI CORAZON, AMA!!
Grite y eso era absolutamente verdad. Ahora, más que nunca.
  - ¿Y que eres?
  - Su esclavo, Ama.
  - ¿Completamente mío?
Mientras sentía sus dedos acariciando la cabeza de mi pene erecto.
  - Completamente suyo, Ama.
  - ¿En cuerpo y alma?
  - Si, Ama.
  - ¿Y tu inútil verga también es mía?
  - Si, Ama, soy todo suyo.
  - ¿Y puedo hacer con ella y con vos todo lo yo que quiera?
  - Si, Ama.
  - ¿De verdad todo lo que quiera? Mira que pueden surgir oscuros y diabólicos pensamientos de mi cabeza.
  - Puede hacer conmigo todo lo que quiera, Ama. Yo existo para servirle y complacerla.
  - ¡Que buen esclavo tengo!

  Entonces beso mi mejilla de nuevo y dejó de acariciar mi pene, lo que inmediatamente me hizo sentir la necesidad de sentir sus manos sobre cualquier parte de mi cuerpo.
  "Bueno mi putita, ahora quiero que me beses hasta que me canse", me dijo. Acercó su cuello a mis labios y comencé a besárselo, siempre supe que esa es una de las partes donde más le gusta que la bese, y me había vuelto bastante bueno complaciéndola en ese sentido. Poco después acerco sus redondos y perfectos pechos para que se los besara y en cuanto mis labios los tocaron por primera vez en el día, mi Ama soltó un suspiro.
  La estaba excitando, y eso no solo me ponía feliz sino que me excitaba más aun a la vez. Bese sus pechos con gran entusiasmo, prestando especial atención a la zona alrededor de sus pezones, finalmente llevándolos completamente a mi boca y chapándolos con fervor.
  Mi Ama seguía haciéndome saber que estaba muy excitada gracias a los sonidos que soltaba.
  De repente, se separo de mi boca. Se dio la vuelta, sentándose sobre mi ya muy dura verga y me acerco sus pies a la boca. Chupe sus dedos con muchas ganas, lamiendo y besando sus pies, como si fueran el mejor de los caramelos que pudiera probar. Mientras yo hacía esto, ella movía su trasero sobre mi pene, haciéndolo saltar y temblar. Yo también entonces gemí y suspire.
  Dejando mi verga de lado y nuevamente con deseo de más, mi Ama volvió a llevar sus senos a mi boca. Nuevamente bese sus hermosos pechos y chupe sus pezones como le gusta a ella, mordiéndolos levemente. Esto la llevo a un estado de suprema excitación.
  - ¿Sabes que me estas excitando mucho? ¿Te gusta excitarme, putito mío?
  - Si, Ama.
  - Parece que vos también estas muy excitado, porque tu verga está muy dura...
  - Si, Ama.
  - ¿Te gustaría terminar?
  - Si, Ama, por favor...
  - Rogame de una manera tal, que logres convencerme
  - Por favor, Ama, permítame terminar. Tal gesto de su parte, sería el regalo más precioso que le podría otorgar a su putito y asqueroso esclavo. Por favor, Ama, se lo suplico.
  - Está bien, mierdita mía, me convenciste... ¿Te gustaría saber cuánto me excitaste?
  - Si, Ama.

  Entonces Ama Michelle se paro, se quito su bombacha, quedándose completamente desnuda y metió su ropa interior que estaba empapada por sus jugos vaginales profundamente dentro de mi boca. De esa manera pude saborear su delicioso néctar. Pero lo que me sorprendió, fue que usara una cinta hipo alergenica (esas que usan para hacer vendaje), para que la bombacha quedara atesorada y que no se me escapara de la boca.
  Enseguida sentí su lengua sobre mis bolas, lamiendo y llevándome al éxtasis. Pronto estaba lamiendo también mi pene y no tardo demasiado en engullirlo en su boca. Quería soltar aullidos de placer, pero la efectiva mordaza de bombacha me lo impedía. El sabor que sentía en mi boca, no hacía otra cosa que excitarme más aun. Mi Ama siguió con su fellatio hasta el punto en que casi llego al orgasmo.
  Entonces se detuvo y fue a buscar algo. Cubrió mi verga con un condón y sosteniendo mi miembro con ambas manos me pregunto: "¿De verdad querés terminar?", a lo que consentí con mi cabeza. Fue enorme mi sorpresa al sentir que ella estaba insertando algo en mi culo, lo hacía lentamente, pero con gran destreza. Jamás hubiera imaginado que ella contara con un consolador anal.
  Mientras con una mano movía su juguete en mi culo, con la mano más experta me masturbaba. No pude contenerme por mucho tiempo y solté todo mi esperma en el látex del preservativo. Tras tener mi orgasmo, mi Ama siguió violando mi culo con su juguete, metiéndolo y sacándolo, sin dejarme respirar, manteniéndome en un nivel de placer supremo.
  De pronto, lo dejo allí adentro, lo más profundo posible y quito mi mordaza. Me beso profundamente. "Eres mi esclavo y vas a hacer todo lo que te ordene", me dijo mientras desenrollaba el condón de mi verga. "Ahora vas a tragarte todo tu sucio desecho, chanchito de mierda".
  Mi cara cobro un estado de sorpresa y repulsión instantáneamente; pero la venda y la rapidez de mi Ama evitaron que pudiera hacer algo al respecto. Vació todo el tibio contenido del preservativo en mi lengua y me exigía que me lo tragara. Obviamente, así lo hice...
  - Así me gusta. Un buen esclavo debe poder ocuparse de limpiar su desperdicio.
  - Si, Ama, le respondí.
  Ama Michelle volvió su atención nuevamente a mi penetrado culo y me cogió un rato con su juguete. Yo ya estaba casi exhausto, apenas tenía fuerza para gemir, estaba seguro que a mi Ama le complacía sobremanera todo lo que me hacía.
  Todo estaba más o menos bien, hasta cuando retiro completamente el tapón de mi culo me dijo enojada:
  - ¡Pero mira que sucio que esta esto! ¿A vos te parece ensuciar mi juguete de esta manera? No lo voy a permitir y ya mismo lo vamos a solucionar.
  - Si, Ama.
  - Ahora decime ¿Te gusta que te coja por el culo? ¿Te gusta como lo hago putito?
  - Si, Ama.
  - Decime ¿Cuánto te gusta?
  - Me encanta mi Ama.
  - ¿Qué cosa te encanta?
  - Que usted me coja por el culo con su juguete, Ama.
  - Pero entendés que no puedo guardar esto en este estado. Hay que limpiarlo y lo vas a hacer vos ¿No?
  - Si, Ama,
le conteste.
  Suponía que me iba a soltar para que pudiera ir al baño a lavar el juguete de mi Ama con agua y jabón. Pero que equivocado estaba y sin previo aviso, Ama Michelle metió el tapón en mi boca y me insto a que lo limpiara con la lengua. Intente protestar, pero el tapón ahogaba mi voz. Intente apartarlo, pero estaba firmemente atado como para poder quitarlo de mi boca. Intente mover mi boca, pero mi Ama era más rápida y lo mantenía dentro de ella. Pronto desistí a la resistencia y comencé a limpiar mi materia fecal del juguete. Al principio fue nauseabundo, pero luego me acostumbre al olor y sabor y lo deje relucientemente limpio.
  Esto complació mucho a mi Ama, que entonces me desato, aunque dejo la venda puesta, y me instruyo a que le lamiera su vagina para que ella pudiera también tener su orgasmo. Sin perder tiempo sacudí su vagina y clítoris con mi lengua, haciéndola tener olas de orgasmos en poco tiempo. Mi Ama me devolvió el favor y me recompenso por haber limpiado tan bien su juguete anal y se llevó una vez más mi pene a su boca, chapándolo por unos cinco minutos y haciéndome terminar de nuevo, pero esta vez en sus pechos.
  "Te amo, esclavo mío. Ahora vamos a dormir una siesta", me dijo mientras se metía debajo de las sabanas llevándome a mí con ella y posteriormente quitándome la venda. Hasta ese momento, no me había dado cuenta de lo agotado que estaba y por tal razón me dormí profundamente.
  No sé cuánto tiempo habrá pasado, pero entresueños sentía que nuevamente estado siendo atado de brazos y piernas a los extremos de la cama. Parecía ser que mi Ama se había despertado antes que yo y con muchas ganas de seguir jugando y antes de llegar a poder abrir los ojos, me los estaba vendando, me ordeno que abriera la boca y me coloco una mordaza-bola. Traté de ponerme en situación y en lugar de pellizcarme para saber si no estaba soñando, sentí como nuevamente algo blando se adentraba en mi culo.
  A modo de alivio sentí plumas haciéndome cosquillas en el pecho, en mi vientre, en mi entrepierna y las axilas. En realidad no era de mucho alivio, porque lo hacía sin piedad y con maestría. No conforme con eso, paso a las plantas de mis pies y a mis muslos internos, hasta que finalmente se dirigió a mis genitales. Yo me retorcía de un lado al otro, sin poder moverme demasiado y viéndome forzado a resistir esa dulce tortura.
  Tras varios minutos más de esto, Ama Michelle se detuvo y se acercó a mí oído para decirme: "Te voy a decir algo. Eso que tienes metido en el culo es el extremo de una bolsa con un enema. Lo único que quiero es que te masturbes para mí. Si logras eyacular para mí en menos de tres minutos, voy a quitarte eso del culo, desatarte y dejarte que me hagas el amor de la manera que quieras. Y te aseguro que voy a ser una verdadera leona salvaje. Pero si no lo logras... voy a dejar que fluya el enema y luego te voy a tapar tu culo con un tapón inflable muy grande que tengo preparado especialmente para vos y pienso dejarte así, sufriendo con el liquido en tus intestinos por el tiempo que me parezca ¿Que decís?"
  Sin dudarlo moví la cabeza asintiendo. Sabía que eyacular en tres minutos, o incluso menos tiempo no era un problema para mí. No soy un eyaculador precoz, ni nada por el estilo, pero dada la suficiente velocidad en la masturbación y un buen nivel de excitación, podía hacer semejante cosa sin ningún problema. Y en cuanto al nivel de excitación, mi pene estaba completamente erguido y muy duro.
  Mi Ama me quito la venda y me dejo ver su sonrisa de satisfacción. Estaba completamente vestida. Soltó mi mano izquierda con la que no soy del todo hábil y me quedé mirándola con inquietud. "Yo no te dije que iba a dejarte masturbar con tu mano más hábil ¿O sí?", comentó sonriendo. A pesar de tener que usar la zurda (siendo derecho) y con mis otras extremidades extendidas, estaba confiado en que podía llegar a conseguir superar la prueba y me iba construyendo la visión de mi Ama cumpliendo su promesa si lo lograba.
  "¿Preparado?  ¡¡YA!!", dijo mi Ama encendiendo un cronometro. Empecé a masturbarme con mi mano libre aplicando la mayor velocidad posible. Mi Ama me indicaba cuando había pasado un minuto, luego el segundo. Yo ya estaba muy cerca de lograr mi eyaculación y en ese mismo momento mi Ama tomo la base de mi pene, apretándola fuertemente. Eso me desconcentró y también me impidió poder eyacular, fallando en mi cometido.
  Mi rostro pronto se torno de preocupación extrema por lo que entonces iba a suceder. Mis entrañas se verían inundadas por el líquido del enema y obligados a retenerlo por tiempo indefinido. Mi Ama volvió a asegurar mi mano izquierda al poste de la cama. Abrió una válvula y el enema comenzó a fluir. Tras un corto tiempo, Ama Michelle retiro la boquilla del enema de mi culo y en su lugar coloco el tapón. Era muy grande de verdad y lo fue más aun cuando lo inflo un par de veces. Me sentía completamente lleno e invadido por culpa del enema y del tapón que no me dejaba expulsarlo. Mi Ama entonces se dio la vuelta y se dirigió a la puerta.
  - Vuelvo en un rato, me voy a ir de compras. Mi cara se volvió más pálida aun.
  Cuando Ama Michelle llegaba a la puerta para irse se acordó de algo: "¡Ah! Acá tenés algo para que no te aburras en mi ausencia", se acerco de nuevo a la cama y encendió el vibrador del tapón anal. Lo ajusto a una velocidad de aproximadamente 5/6 del máximo y se fue.
  No tengo idea de cuánto tiempo paso hasta que mi Ama finalmente regreso, pero para mí fue una eternidad. El líquido dentro de mi cuerpo se había convertido en un dolor insoportable y ya había perdido casi por completo la sensibilidad de mi culo por culpa del tapón vibrador.
  Mi Ama me desato, me obligo a sujetar el vibrador para que no se salga mientras caminábamos hasta el baño. Caminar en esas condiciones me resultaba muy difícil. Cuando llegue al baño le dije a mí Ama lo mucho que la amaba. Inmediatamente me di cuenta que había hablado sin permiso, pero a mi Ama no le importo eso y me beso profundamente diciéndome: "yo también", con una sonrisa de oreja a oreja.
  Ama Michelle me dejo solo en el baño. Cuando quite el vibrador de mi culo y finalmente expulse todo el líquido, que salió de un tono muy marrón. Sin duda que con eso todo mi interior tuvo que haber quedado impecable.
  - ¿Ya terminaste? Pregunto mi Ama desde el otro lado de la puerta del baño.
  - Si, Ama, respondí.
  Entonces irrumpió en el baño y me empujo contra la pared del mismo, besándome apasionadamente. Sin perder tiempo, se desvistió y nos metimos ambos a la ducha, donde hicimos el amor como nunca antes lo habíamos hecho, borrachos de una pasión y una excitación nunca antes experimentaba por nosotros dos.
  Tras ducharnos, siendo ya de noche, ambos estábamos bastante cansados. Nos fuimos derecho a la cama y dormimos placenteramente. Al despertarme, vi su desnudo cuerpo dormido y tendido al lado mío. Michelle era un ángel, me parecía increíble recordar que horas antes esa delicada mujer había encarnado el rol de una "cruel Ama". Me quede observándola, esperando que se despertara.
  Cuando abrió sus ojos, la sorprendí con un beso apasionado y le dije:
  - Te amo ¿Cómo supiste con tanta precisión que era lo que a mí me gustaba?
  - Estuve investigando en Internet, también revisé esas historias que tenés guardadas en tu computadora y entré a algunos de tus sitios favoritos. Especialmente a BDSM Library. Bajé un par de cuentos y para armar la escena, combine las cosas que parecían gustarte más, junto con las que a mí me excitaban. Después me dedique a comprar los accesorios necesarios y me puse a practicar sola, tratando de armar el personaje.
  - ¿Y te gusto lo que hiciste ayer, te excito?
  - Mucho, pero ello no significa que me haya dejado de gustar el viejo y querido sexo común y silvestre, me contesto, acariciando mi muslo con su pierna.
  Me beso y rápidamente nos encontrábamos excitados y haciendo el amor. Tras liberar mi esperma dentro de ella y tener mi orgasmo, le chupe su clítoris y le lamí su vagina hasta que la hice terminar a ella también. Me vestí y partí.

Acá termina esta primera parte del relato y este es el Link a la Fuente 

viernes, 2 de mayo de 2014

Una esposa dominante y una guía de cómo lograrlo



  Hace poco descubrí un sitio excelente en Internet llamado “Dominación Femenina.org” y personalmente hasta la fecha, lo calificaría como uno de los mejores que he visto. De ese sitio y para todos aquellos que tengan interés en el FemDom. En una de sus últimas publicaciones con fecha 2 de abril de 2014 la Sra. Luz Carime Vargas hizo la siguiente publicación que no tiene ningún desperdicio:

  Mi nombre es Luz Carime Vargas, tengo 52 años y soy de Cali, Colombia. Hace 11 años estuve separada de mi esposo, que tiene 7 años más que yo, por poco más de 1 año, porque él era muy celoso y trataba de controlarme.
  Estoy escribiendo este artículo para todas aquellas mujeres que, como yo en ese entonces, quieran asentarse más firmemente como las Reinas de sus hogares luego de que sus esposos aceptaran convertirse en sus esclavos.
  Después de 10 meses de separación, él me empezó a rogar que aceptara que nos volviéramos a juntar. Al final ofreció que si aceptaba yo sería la jefa indiscutida del hogar. Me dijo que nunca más preguntaría a dónde había estado, ni con quién, ni trataría de controlarme en ninguna forma. Como no lo acepté, a los pocos días volvió con otra oferta: si lo aceptaba no solo no me volvería a tratar de controlar sino que me cedería toda la autoridad en la casa y en adelante obedecería todas mis órdenes y me serviría en lo que quisiera.
  Luego de pensarlo un poco, le respondí que lo aceptaría, si es que además de reconocerme como la jefa del hogar, tratarme con el respeto debido, obedecerme y servirme, estaba dispuesto a ser mi esclavo en todo. Aceptó de inmediato, y a partir de ese día hemos ido avanzando por ese camino hasta que hemos llegado al punto en que verdaderamente puedo decir que yo soy la Reina de la casa y él es mi esclavo.
  Al principio, cuando nos volvimos a juntar, no hubo grandes cambios excepto que dejó de tratar de controlarme y se volvió muy atento en la cama. Antes él se había concentrado solamente en su propia satisfacción sexual, pero desde que nos volvimos a juntar se esforzaba por darme placer aun cuando al hacerlo él no obtuviera ninguno.

Mi interés por la Dominación Femenina
  Yo me interesé por el tema de la dominación femenina y fui investigando sobre ello en Internet, de manera que con los años me volví una experta.
  • Lo primero que la nueva Reina debe recordar es que la sumisión de su esposo viene del amor. Quiere hacerla feliz porque la quiere profundamente, pero no tiene forma de saber cómo hacerlo si ella no le enseña.
  • Lo segundo es que enseñarle no será suficiente. Él necesita que su Reina lo entrene, porque ser esclavo es difícil y hasta el esposo más enamorado y bien intencionado será un mal esclavo, a menos que su Reina invierta tiempo y esfuerzo en entrenarlo.
  Entrenarlo significa cambiar su mentalidad, de la de un esposo tradicional, a la de un esclavo. El primer paso, ya lo tomó él al pedir que su esposa sea su Reina y someterse a su autoridad, y en los siguientes los debe tomar ella, usando su autoridad para moldearlo y convertirlo en el esposo perfecto para ella.

La estructura es la clave del éxito cuando se trata de entrenar
  Debes condicionar a tu esposo para que haga ciertas cosas sin que tú tengas que decírselo. También debe llegar a convencerse, de que desobedecerte o desagradarte tendría consecuencias muy serias para él. Él tratará de evitar esas consecuencias comportándose como tú quieres.
  Hay un orden ideal en el proceso de entrenar a tu esposo. Si ya te has embarcado en la tarea y no lo has estado siguiendo, no te preocupes. Sigue haciendo lo que ya estabas haciendo mientras incorporas los pasos que describo más adelante.
  Una vez que tengas un orden firmemente establecido, pasa al siguiente. De este modo corregirás y reforzarás lo que ya has hecho en el pasado.
  Estos son los pasos:
  1. Hazte cargo de su vida sexual.
  2. Dale reglas claras para que las siga sin dudar.
  3. Condiciónalo a cumplir tareas siguiendo rutinas.
  4. Controla su cumplimiento de tus reglas y sus rutinas.
  5. Imparte disciplina de manera firme, regular y consistente.
  6. ¡Disfruta de la vida como Reina de tu hogar!
A cargo de su vida sexual
  Esto es lo primero, porque si controlas el pene de tu esposo, lo controlas a él. Un hombre a quien se le niega el orgasmo y que está sexualmente frustrado es atento y sumiso, pero el que está satisfecho sexualmente, es ocioso e irrespetuoso.
  Comprenderlo y actuar en consecuencia es clave para la relación de Reina a esposo sumiso que estás tratando de lograr.
  Como Reina necesitas practicar la negación del orgasmo a tu esposo, que lo mantendrá en un estado de máxima sumisión. La Reina que permite a su esposo un orgasmo por día, la que piensa que uno por semana es suficiente y todas las que están entre las dos, tienen razón. Hay quien dirá que uno al mes está bien. Cada hombre es distinto, y tienes que determinar el periodo ideal de negación para mantener el deseo de tu esposo de servirte en el máximo.
  Se está difundiendo cada vez más, una regla que dice que por cada diez orgasmos de la Reina, se le puede conceder uno al esposo. Pero recuerda que en caso de duda es mejor hacerlo esperar más. Esto lo mantendrá en un estado de sumisión y servicio constante, sabiendo que complacer a su Reina en todo, es su única oportunidad para aliviar su frustración sexual.
  Hay un beneficio adicional. Negar orgasmos a tu esposo, te hará sentir un poder que nunca antes has sentido antes. Cuando él te satisfaga sabiendo que su satisfacción sexual, como todo lo demás, te pertenece a ti solamente, sabrá que amarte es pensar únicamente en tu placer y no el suyo, eso será lo único que le debe importar.

Reglas claras – La castidad
  Si permites a tu esposo la oportunidad de masturbarse, pierdes el control de su vida sexual. No debes permitirle acceso a su pene, y de ser posible, ni siquiera a tener una erección sin tu consentimiento, porque no tiene derecho a ningún placer sexual, él existe solamente para darle placer a su Reina.
  No dejes las cosas a medias en este aspecto. Toda mujer que quiera seriamente ser la dueña de su esposo, debe ejercer la negación del orgasmo de manera inflexible y por periodos prolongados.
  Hay muchos dispositivos en Internet para eso y el más popular es el CB3000. Muchas mujeres mantienen a sus esposos bajo llave de manera permanente con estos dispositivos, que se pueden usar incluso bajo el traje de baño.

Tu esclavo sexual
  Ya que controlas la vida sexual de tu esposo, también deberías usarlo para tu propio placer. No hay mejor experiencia que hacer que te satisfaga oralmente, mientras está bajo llave en negación total, incapaz incluso de tener una erección, y consciente de que lo puedes mantener así por el tiempo que quieras.
  La intensidad del sexo para la Reina, sobrepasará casi cualquier experiencia, maximizada por su control absoluto sobre la experiencia sexual de su esposo. Él aprenderá a hacer exactamente lo que ella quiere, como ella lo quiere y con el mínimo de órdenes por parte de su Reina, permitiéndole relajarse y disfrutar plenamente de los esfuerzos de su esposo.
  Él debe entender que solo el máximo esfuerzo es aceptable y que si su Reina no queda totalmente satisfecha con su servicio, será castigado. Como Reina, tú debes exigir que haga lo mejor que pueda en todo momento. Si no lo hace, no debes dudar en disciplinarlo.
  Esto es parte de su entrenamiento y pronto aprenderá a comportarse de tal modo que los castigos se harán innecesarios, de manera que puedas relajarte y disfrutar del sexo del modo que mereces como la Reina que eres.
  Inicialmente, la lengua de tu esposo debe ser entrenada para estimularte de acuerdo a tu estado de ánimo. Tiene que aprender a responder correctamente a órdenes como: “más lento, más rápido, más arriba, más abajo, más firme, etc. Recuerda que necesita instrucciones detalladas para aprender cada rutina a emplear, antes de que puedas relajarte y disfrutar las sensaciones.
  Si la Reina permite a su esposo llegar al clímax, siempre debe hacerlo lamer su esperma de su vagina, o de donde sea que haya quedado, hasta la última gota. Al principio, con toda seguridad se va a resistir, porque su sumisión prácticamente desaparece inmediatamente después de eyacular. Su Reina debe mantenerse firme y hacerlo recoger y consumir hasta lo último. Esto lo hará volver de inmediato al estado de sumisión en que lo queremos mantener.
  Cada vez que ruegue que no lo obligues o se demore más de lo razonable, debes disciplinarlo, hasta que llegue a entender que no solo lo va a tener que hacer de todos modos, sino que lloriquear o demorar lo único que le trae es sufrimiento adicional.

Control del cumplimiento de las reglas
  Para que el entrenamiento tenga éxito, tu esposo debe quedar condicionado a obedecerte y pensar por sí mismo, solo en raras ocasiones. Por lo tanto, no debes dejarle muchas oportunidades de tomar decisiones en la vida diaria.
  Para ello, necesita reglas muy claras y detalladas. Hay muchos ejemplos en Internet, pero lo mejor es que puedas crearlas tú misma, pensando en cómo quisieras que él se comporte bajo diversas circunstancias de la pareja y lo mejor es ponerlo por escrito.
  Recuerda incluir una regla que diga que siempre puedes agregar, eliminar, cambiar o suspender cualquier regla, y que solo tú puedes interpretar el correcto significado de lo que está escrito…

Las rutinas
  La estructura es la base de todo programa de entrenamiento exitoso. A través de rutinas, la Reina puede entrenar a su esposo para que desempeñe tareas repetitivas. Para ello es muy importante empezar analizando cada servicio que exijas de tu esposo y poner la rutina por escrito, tanto para tu propio beneficio, como para el suyo en caso que se le olviden detalles. Hazlo practicar, y cada vez que se equivoque, disciplínalo hasta que aprenda a ejecutar el servicio exactamente como lo has establecido.
  Sigue el entrenamiento sin hacer concesiones y cuando lo termines, podrás disfrutar a lo grande. Es posible que quieras variar estas rutinas según tus preferencias, pero es importante que empieces por escribirlas (o dictarlas para que él las escriba), para que todo este supremamente claro y puedas hacer cambios más adelante si lo deseas.
  • Despertar a la Reina: Tu esposo te debe despertar exactamente a la hora que le indiques. (Si no lo hace tarde, debes disciplinarlo.) Se arrodilla en el piso y te despierta besando tus pies. Para ese momento, él está afeitado (por arriba y por abajo) y duchado y tu desayuno está listo y esperándote. Cuando te levantas, te pone las zapatillas y la bata.
  • Bienvenida a la Reina: Tu esposo debe estar duchado, listo y esperando para darte la bienvenida al menos 30 minutes antes de la hora en que se espera que llegues. Está en el recibo en el momento que abras la puerta. Se arrodilla, besa tus pies y toma lo que sea que estés cargando. Prepara y te sirve una taza de té. Mientras lo tomas, te quita las botas, besa tus pies y los masajea hasta que le indicas que pare. Luego permanence de rodillas,  esperando de tus instrucciones.
  • Respuesta a Llamadas: Cuando lo llames (puedes usar una campana) toma nota de cuanto demora en llegar. Tiene diez segundos. Cualquier demora será castigada (un cinturonazo por cada segundo de tardanza, por ejemplo). 
  • A la Hora de Acostarse: Tu esposo levanta las sábanas y se arrodilla a un lado de la cama. Luego de cubrirte te alcanza el cuaderno de control y anota los puntos que le asignes.Pide perdón por sus faltas del día, te agradece por los puntos de demérito y bonificación otorgados y regresa el cuaderno a su lugar. Luego se vuelve a arrodillar, listo para servicio sexual en caso que su Reina lo desee.
  Algunas mujeres pensarán que estos detalles son exagerados y muy complicados, pero ilustran cómo debe entrenarse al esposo para que pueda servirte como lo deseas. No debe quedar espacio para que tu esposo decida por sí mismo qué hacer (ni que no hacer), y esta es la clave del entrenamiento exitoso. Por ejemplo, una vez que tu esposo quede convencido de que recibirá un golpe del cinturón por cada segundo de retraso cada vez que esté tarde, sin excepción, te aseguro que será muy inusual que se vuela a retrasar.
  El esposo bien entrenado sabe exactamente cuáles son los requerimientos de su Reina para cada una de sus tareas. Le va a tomar un tiempo llegar este nivel de entrenamiento, pero cuando llegue habrá valido la pena el esfuerzo. Una vez completamente entrenado, tu esposo te servirá exactamente como tú lo exiges y una vez en este nivel, la vida será muy relajada para ti como la Reina.

El control del cumplimiento
  Es necesario tener un sistema de control del desempeño de tu esposo y producirlo debe ser una de sus tareas. Probablemente el mejor sistema sea el de puntos de demérito. La Reina puede otorgar estos puntos en cualquier momento si esta insatisfecha por el comportamiento o el desempeño de su esposo. Él ingresa los puntos en un cuaderno y lleva el total acumulado de manera continua. El sistema también puede usarse para otorgar puntos de recompense que tu esposo podría ganarse por servicio excepcional.
  El sistema de puntos producirá una mejora notable en el comportamiento de tu esposo en público, que es cuando tenderá a olvidarse de su posición. Él sabrá que su servicio está siendo observado de forma discreta y evaluado en presencia de otros sin que su Reina diga una sola palabra. La Reina le dará los puntos esa noche, cundo ella y su esposo estén solos.
  Al final del periodo designado (generalmente una semana), el esposo debe presentar el cuaderno de control a su Reina. Entonces ella decidirá la acción correctiva que se requiera para incentivar a su esposo a mejorar. Por ejemplo, cualquier infracción, tardanza, demora en obedecer, falta de atención a las rutinas, falta de respeto, etc. podría ganarle a tu esposo 10 puntos de demérito. Si se comporta excepcionalmente bien, tal vez le quieras dar 5 puntos de “bono” que se restan do los de demérito.
  Al final de la semana, podría recibir el número de latigazos o cinturonazos que corresponda a su puntaje, y/o cualquier otro castigo que decidas darle. Además, si le permites un orgasmo cada dos semanas y acumula 120 o más puntos de demérito en dos semanas, no tendrá orgasmo y tendrá que esperar otros catorce días para ver si le concedes uno entonces. Con este sistema vas a tener un esposo muy servicial, humilde y obediente.
  Como parte de su rutina de la hora de acostarse, debe presentarte cada noche el libro de control  para que lo evalúes y le otorgues los puntos que consideres adecuado. Si se olvida de presentarte el cuaderno, automáticamente son 10 puntos. Si se olvida de cualquier tarea diaria también son 10 puntos  además de cualquier castigo que quieras darle en el momento.
  Al final de la semana la Reina informa a su esposo cuál es su evaluación e imparte acciones correctivas. Estas podrían consistir de castigos de larga duración, dependiendo del número de puntos que se hayan acumulado. Por ejemplo: No cenar por varios días - Solo agua para tomar y solo a la hora de las 3 comidas principales, por varios días - Cadena corta entre los pies - Latigazos o cinturonazos (de pronto uno por cada punto, o por cada 5, según tu criterio), etc.

Los castigos - La Disciplina
   Cuando se convierta en esclavo, tu esposo se sorprenderá al descubrir que pasar horas en una jaula o encadenado a la pared no es divertido. La excitación de estar en la jaula desaparecerá rápidamente, pues es aburrido e incómodo. 
  El esposo que ha aceptado a su esposa como su Reina comprenderá muy pronto que la disciplina es parte importante de su vida y que debe someterse a todo castigo que le imponga su Reina. Le va a doler, a veces mucho, pero no tendrá derecho a reclamar. Saber que va a sufrir si no sirve a su Reina como debe, es el máximo motivador y es el único modo de llegar a la perfección.
  La otra clave es la consistencia, un esposo sujeto a un régimen consistente de disciplina aprenderá mucho más rápido y se desempeñará mejor que aquel cuya Reina tenga normas y exigencias variables. La Reina debe controlar cuidadosamente el servicio de su esposo. Si no lo hace, su nivel de desempeño irá bajando y al final la Reina quedará totalmente insatisfecha.
  Al principio yo tenía reparos en castigar a mi esposo, porque todavía lo veía como a un igual. Ahora sé que eso era un error. Mi principal consejo a todas las mujeres es que entiendan que ya no son iguales y que el dolor que le causen a sus esposos, desaparecerá muy pronto y no deben tener miedo de causarlo. Tu esposo no está hecho de vidrio y no se va a romper.
  Si te golpeas el dedo gordo del pie te duele por un minuto y luego el dolor se va, pero ya aprendiste a evitar la pata de la mesa. No temas darle a tu esposo la disciplina que necesita, pues el dolor pasa muy pronto y lo que importa es la lección de largo plazo.
  También es recomendable castigar faltas de inmediato con una bofetada en la cara. Esto pone al esposo psicológicamente en su lugar y tiene el efecto inmediato de reforzar su sumisión. Los castigos deben incluir el bastón o el cinturón pero no tienen que limitarse a ellos. Hay otros castigos muy efectivos que son muy desagradables, hacen la vida del esposo más difícil y le enseñan una lección que no va a olvidar, por ejemplo:
  • Para cada sonido que salga de la boca de tu esposo y no quieres escuchar, (faltas de respeto, pretextos por mal desempeño, etc.), lávale la boca con jabón o amordázalo por 6 horas (esto implica no comer – tal vez un trago de agua luego de 3 horas). 
  • Por mal servicio en la mesa, pan y agua por 24 horas o comida líquida fría por varios días. 
  • Por fallar en complacerte sexualmente, podrías limitarle sus eyaculacones.
  Estos castigos son inofensivos pero muy desagradables para el hombre. Él sabía que su vida no iba a hacerse más fácil cuando aceptó ser tu esclavo y los castigos lo convertirán en un mejor esposo.

Disfruta de la vida
  Hay mucho más, pero sigue las sugerencias de arriba y empieza a disfrutar de tu vida como Reina. Con el tiempo y la experiencia sabrás que cosas agregar o cambiar.


Hablando de FemDom y BDSM en una radio de Gran Canaria

  Comparto con todos los interesados en aprender un poco más sobre FemDom el audio completo del programa radial "Contigo en mi cama" del jueves 11 de Julio de 2013 en Radio Top 21 en Gran Canaria.
  Hay definiciones, consejos que en lo personal me parecieron muy valiosas, como así también advertencias de actividades o prácticas que no tienen nada que ver con el BDSM, sino que más bien rozan la atrocidad.
   Lo mejor será que lo evalúen por ustedes mismos.