viernes, 26 de febrero de 2016

Cuando recibimos algo que nos deja pensando

  Anoche me encontré con un muy lindo mensaje de una amiga del Blog que vive en España y de la que hacía rato que no tenía noticias. Ella siendo sumisa, me compartió algunas cosas más sobre su vida que yo desconocía casi por completo.
  Me reconoció que había pasado por la mejor experiencia de toda su vida al lado de una Dómina. Mujer inolvidable porque sacó de ella todo lo mejor, le permitió probar y descubrir placeres que jamás había sentido.
  Antes de conocerla, nunca había tenido inclinaciones lesbianas, ni fantasías con otras mujeres, cabe aclarar que tampoco tenía prejuicios. Pero esta mujer supo seducirla y cuando quizo darse cuenta, ya estaba en su cama gozando como una loca.
  A la segunda salida la estaba iniciando en el camino del FemDom más propiamente dicho. Lamentablemente la relación no pudo sostenerse en el tiempo, promediando el año aproximadamente, la cosa de un día para el otro se terminó. A esta altura de los acontecimientos, cada célula de su cuerpo sabía que se había enamorado perdidamente de su Dómina.
  Casualmente en ese fracaso tampoco hubo un culpable, nunca hubieron promesas, solo química y lujuria. Su Dómina algo mayor que ella, tenía toda una vida armada y mi amiga está convencida que si ella no se hubiera mostrado tan enamorada, seguramente la relación hubiera durado un poco más de tiempo. Quien sabe, la cuestión es que el sueño se terminó.
  Ahora se encuentra empezando de nuevo una relación vainilla al lado de un buen compañero (segun sus propias palabras). Todo está muy bien con él; tiene mucha paz y contención. Pero pasa que tal como me pasa a mí, no se puede enfocar al ciento por ciento en esa relación, porque varias veces a lo largo del día y principalmente por las noches, le vienen recuerdos de aquella Dómina con la que fue tan feliz y que la hizo volar tan alto.
  Hasta ahora fue su única relación FemDom y su unica relación sexual con otra mujer.

  Historias de vida, de aquí, de allá, de todos y seguro también de siempre. Historias que debemos atesorar, amistades que valen mucho. Creo que son las cosas más lindas que nos quedan del paso por este planeta. Hermoso planeta que muchos están tratando de destruir, sistemas que nos esclavizan y destruyen vidas de una manera mucho más perversa que la peor sesión de BDSM.
  Ya sé, mal de mí al sacar ese tipo de conclusiones en esta nota.
  Para ir terminando y de la misma forma que lo hizo mi amiga; dando pruebas de una gran empatía para conmigo, ella me hizo llegar al final de su correo el siguiente pensamiento que voy a compartir con todos aquellos que pueden estar pasando por una crísis o momento de transformación.

Pierde el miedo. Saber partir, no es fracasar
Fracasa quien se queda donde ya no es su sitio
Fracasa quien hereda tristeza e indolencia
Fracasa quien no se renueva cuando se comienza marchitar

El único equipaje necesario
Para el momento de la partirda será:
Lo aprendido, lo agradecido, lo perdonado
y la esperanza de tiempos mejores

Es bueno saber a donde ir
Pero es mejor saber...donde no regresar
Vive, vive en plenitud,
Que al final... nadie lo hará por ti

Y si hablamos un poco de las fobias sexuales

  Tratando de aportar un poco más de conocimiento he información a esta humilde biblioteca FemDom, me encontré con una interesante publicación en Rincón de la Psicología escrito por Jennifer Delgado donde trata el tema del miedo en la intimidad de la pareja

Las fobias
  Lo primero sería saber que cuando hablamos de fobias, estamos hablando de temores irracionales que manifiestan algunas personas. Es decir, temores que no se corresponden con una amenaza real. Son temores que van mucho más allá del miedo, ya que son momentos de bloqueo total.
  Esto también se aplica en el aspecto sexual y es ahí dónde vamos a enfocarnos.
  El hecho de padecer una fobia sexual no implica no desear tener relaciones sexuales, sino en las reacciones que puede tener el frente a algunos estímulos. Quienes padecen alguna fobia no pueden manejar la situación, aumenta la tensión y no hay manera de canalizar esos temores. Finalmente pueden terminar cayendo en una gran frustración que suele traducirse en una pérdida de la erección o una eyaculación precoz en los hombres y en dispaurenia en el caso de la mujer.
  La dispareunia femenina o coitalgia es el coito doloroso que a menudo aparece asociada a problemas de vaginismo, no quedando claro cuál es la causa y cuál el efecto. El dolor en las mujeres puede implicar ardor, quemadura, contracción o dolor cortante, que puede localizarse en la parte interior o exterior de la vagina, en la región pélvica o en el abdomen. Si bien la mayoría de las mujeres han experimentado dolor en alguna ocasión durante sus actividades sexuales, para considerarse trastorno ha de presentarse de forma crónica. (dolor a la hora de practicar sexo).

Las fobias sexuales

  La gama de las fobias es muy amplia, pero más allá de las fobias más conocidas y comunes como la claustrofobia o la xenofobia existen otros miedos que están relacionados con el género de la persona y su sexualidad.
  Realmente el número de fobias sexuales es verdaderamente grande y es que la sexualidad ha sido siempre un foco de tensión para las personas. En ciertas ocasiones la disfunción eréctil, la eyaculación precoz o la anorgasmia en las mujeres tiene en su base un miedo oculto.
  Una de las fobias más generalizadas es la coitofobia o genofobia: el miedo a mantener relaciones sexuales. En los hombres normalmente se presentan problemas para mantener la erección mientras que en las féminas se muestran dificultades para alcanzar el orgasmo. Este miedo hace que las personas experimenten una gran ansiedad pues les preocupa fallar de alguna manera en su desempeño sexual. Algunos tienen miedo de sus impulsos sexuales o de perder el control durante el acto sexual (algo que es considerado como una falta de autocontrol imperdonable). Otros simplemente perciben la idea de tener relaciones sexuales como algo desagradable o detestable.

¿De dónde proviene este miedo?

  Como puede presuponerse las causas son múltiples, las más comunes suelen ser:
  1. Un trauma sexual vinculado con una violación o un abuso sexual, fundamentalmente en las edades tempranas.
  2. Haber sido testigo de un acto sexual que haya resultado impactante para la persona, ya sea en su vida real o en un filme.
  3. Haber sufrido vaginismo en algún momento de la vida, por lo cual la relación sexual se hizo dolorosa y se estableció un vínculo inadecuado entre el dolor y el sexo.
  4. Ausencia de sentimientos de amor y cariño hacia la pareja.
  5. La experimentación de culpas propiciadas por una educación cultural o religiosa demasiado estricta.
  6. Perversiones sexuales de parejas anteriores e incluso, muy al contrario de lo que pueda pensarse o el haber sostenido una vida sexual muy activa y promiscua.

Las fobias sexuales más comunes
  Siendo tantas las fobias sexuales, a continuación un listado con las más comunes y una breve explicación de cada una de ellas.
  • Genofobia: Aunque parezca imposible para muchas personas, existe el miedo al sexo. Las personas que sufren esta patología tienen verdaderos bloqueos en momentos que deberían ser eróticos y agradables. Este es uno de los miedos más comunes.
  • Agrafobia: Tener miedo a ser víctima de un abuso sexual. Como es lógico pensar, generalmente lo padecen quienes han sufrido de este tipo de abusos en algún momento de su vida, o lo han presenciado demasiado cerca. Pero no siempre este es el caso, a veces el haber visto una película con escenas fuertes o una mala formación de los educadores pueden generarla.
  • Erotofobia: Hay personas cuyo miedo consiste en hablar de sobre temas eróticos, es el mayor trauma al que se pueden enfrentar y no tiene nada que ver con la vergüenza sino con el miedo a los temas relacionados con la sexualidad, a las preguntas de índole sexual y en general a todo aquello que pueda relacionarse con el erotismo. Es poco probable que los erotofóbicos hablen de sexo y suelen tener reacciones negativas con respecto al material sexualmente explícito. Por supuesto, esto conduce a que mantengan relaciones sexuales con menor frecuencia y que tengan menos compañeros sentimentales a lo largo de sus vidas. Algunas investigaciones han demostrado una correlación entre puntajes elevados en la erotofobia y un uso menos consistente de anticonceptivos, fundamentalmente debido a que existe un desconocimiento general sobre la sexualidad humana. Esta fobia puede desprenderse de una educación represiva en la que el tema sexual era considerado malo o tabú. Quienes la padecen se bloquean ante situaciones eróticas, lo que impide o que practiquen o que disfruten del sexo.
  • Vaginismo: Es la dificultad de realizar el coito, debido a la contracción involuntaria de los músculos del tercio inferior de la vagina. Se trata de una afección poco común y las mujeres que padecen vaginismo no pueden gozar de los juegos sexuales, y alcanzar el orgasmo ya que esta disfunción no está relacionada con la respuesta sexual. La mayoría de las causas del vaginismo son psíquicas. La falta de información sexual o falta de comunicación, que conducen al miedo o temor; experiencia, traumáticas, miedo al embarazo, temor a contraer enfermedades de transmisión sexual, experiencias dolorosas en la visita al ginecólogo, abusos sexuales, etc. Este miedo a ser penetradas es tan grande que pueden llevarlo a tal punto que sienten pánico hasta de colocarse un tampón.
  • Venustrafobia: Es la fobia que tienen los hombres a las mujeres hermosas. Para ellos enfrentarse a una mujer bella es más que un dolor de cabeza. 
  • Filofobia: Más conocida como el miedo al amor, a enamorarse o a estar enamorado. Se trata de una condición que afecta profundamente la vida de quienes la padecen ya que estas personas no desean enamorarse. El origen del trastorno suele estar en traumas infantiles que degeneraron en complejos de inferioridad y que estaban relacionados con la familia o con el entorno afectivo. Quienes padecen esta fobia suelen adoptar los siguientes comportamientos: eligen relaciones imposibles donde nunca podrán enamorarse, escogen hombres o mujeres que terminarán dejándolos para así evitar el enamoramiento y escapan de alguien que se haya enamorado de ellos buscándole defectos inexistentes. 
  • Filematofobia: Estaría dentro del miedo romántico y no es otra cosa que el pavor por los besos y la negación a ser besados.
  • Sarmasofobia o Malaxofobia: Es el temor a los juegos amorosos. Esta fobia, que afecta mayormente a mujeres que a hombres, puede tener diversos orígenes, pero consiste básicamente en el miedo a los juegos eróticos, el coqueteo, las caricias, masajes y todo tipo de contacto amoroso. También conocida como sarmasofobia, dependiendo del nivel puede no afectar la respuesta al sexo, es decir muchos pacientes que la experimentan sienten placer durante el coito. El término sarmasofobia proviene de "Sarmatia", una antigua región próxima al Mar Muerto de la cual descendían las legendarias amazonas que según la leyenda tenían aversión al contacto con los hombres.
  • Gimnofobia o Nudofobia: Esta un tanto desligada de la relación sexual propiamente dicha pero siempre relacionada con el género y consiste en el miedo a la desnudez propia y ajena. Normalmente tiene un componente claro en la comparación que estas personas realizan entre los cuerpos que les rodean y los cuerpos que tienen idealizados en su mente. Quienes padecen esta fobia temen, tanto ser vistos desnudos como ver a otras personas desnudas, aún en aquellas situaciones donde la desnudez es socialmente aceptable. Los gimnofóbicos pueden experimentar miedo o ansiedad frente a todos o, por el contrario, sólo frente a ciertas personas en particular. Una causa posible de esta fobia es el sentimiento de inferioridad con respecto al propio cuerpo, en especial debido a que se compara con las imágenes mostradas en los medios que idealizan la belleza humana al punto de que las imperfecciones naturales llegan a ser vivenciadas como un padecimiento.
  • Dishabiliofobia: O miedo a desnudarse, es algo similar al punto anterior. Está claro que nuestro aspecto físico influye de manera notable en que nos sintamos más o menos cómodos sin ropa. Todos hemos sentido alguna vez miedo o verguenza de desnudarnos y de la reacción de nuestra pareja, pero cuando ese temor nos controla y se vuelve algo irracional, es posible que se padezca de dishabiliofobia. Se desarrolla debido a la baja autoestima vinculada con nuestro cuerpo, pero representa un problema importante para muchas personas que no consiguen hacer el amor si no es con la luz apagada o cubriendo con ropa determinadas áreas de su cuerpo.
  • Homofobia: O miedo a la homosexualidad y esta es lamentablemente de todas las fobias sexuales, una de las más conocidas. Se trata del temor irracional ante los homosexuales o ante la idea de convertirse en homosexual. Además de la aprehensión y temor, esta fobia incluye también un rechazo importante hacia esta preferencia sexual, que muchas veces se manifiesta con conductas y agresiones verbales o físicas.
  • Androfobia: Son aquellas personas que le temen a los hombres. Se trata de una aversión hacia las personas de sexo masculino, probablemente causado por un evento traumático sufrido en la edad temprana, ya sea con un hombre o con un niño. Quienes padecen esta fobia experimentan gran ansiedad, incluso cuando se den cuenta de que las otras personas no representen una amenaza real.
  • Medomalacufobia: Es algo bastante comun en los hombres y no es ni más, ni menos que el pánico ante la idea de perder la erección. Mantener una erección estable hasta el final del coito es un elemento clave en el sexo. Pero en ocasiones la presión por alcanzar la resistencia sexual deseada hace que muchos hombres comiencen a experimentar un miedo intenso a perder la erección. Uno de los problemas derivados de este miedo es la frustración que genera, al tiempo que lleva a muchos hombres a automedicarse con pastillas para mejorar el rendimiento sexual cuando en realidad no las necesitan.
  • Eurotofobia: Es una de las fobias masculinas más comunes y es el miedo a los genitales femeninos, tanto que les bloquea y les impide llegar a más en cualquier relación que comiencen.
  • Falofobia: Es la versión femenina de la eurotofobia, o sea que es el pánico por el pene masculino, ya sea de verlo o tocarlo.
  • Onirogmofobia: Es el miedo a los sueños húmedos.
  • Parafobia: El miedo a tener una perversión sexual.

viernes, 19 de febrero de 2016

Sweet Dreams with Mistress Denna

  Muchos de nosotros cada vez estamos más agradecidos a la industria cinematográfica por recrearnos los ojos con mujeres encarnando un rol FemDom en varias escenas de diferentes películas. Que por supuesto quedaron bien grabadas en nuestras retinas: Es el caso de Uma Thurman haciendo de Poison Ivy, Angelina Jolie en Señor y Señora Smith haciendo de Dominatrix, etc., etc.
  Al ser hoy viernes y pensando en todos los buenos amigos de este Blog, quiero obsequiarles este vídeo para que en sus fantasías queden por un instante en las manos de Jessica Marais interpretando a Mistress Denna en Legend Of The Seeker.


Poema surrealista de Andre Breton


jueves, 18 de febrero de 2016

R.E.M. - Everybody Hurts


Cuando el día es largo
Y la noche, la noche es tuya solamente
Cuando estés seguro de que has tenido suficiente de esta vida
Bueno, espera
No te dejes llevar
Porque todos lloran
Y todos lastiman
A veces....

A veces todo esta mal
Ahora es tiempo de cantar solo
Cuando tu día sea como la noche solitaria
(Aguanta, aguanta)
Si te sientes con ganas de abandonar
(Aguanta)
Cuando piensas que ya has tenido suficiente de esta vida
Entonces espera...

Porque todo el mundo lastima
Consólate con tus amigos
Todos lastiman
No lances un golpe. Oh no
No lances un golpe. Oh, no
Si sientes que estás solo
No, no, no, no estás solo

Si estas solo en esta vida
Y los días y noches son largos
Cuando piensas que ya has tenido suficiente de esta vida
Espera...

Bueno, todos lastiman, a veces
Todos lloran y todos lastiman, a veces
Y todos lastiman, a veces,

Entonces.. aguanta, aguanta
Aguanta, aguanta
Aguanta, aguanta
Aguanta, aguanta
Todos lastiman. No, no, no estas solo

miércoles, 17 de febrero de 2016

La mujer de 9 vacas

  No hace mucho tiempo, un buen amigo me preguntó si toda la vida tuve esa valoración y adoración por las mujeres. Yo tuve que ser sincero y reconocer que no. Será porque todos nos vamos convirtiendo más sabios con el correr de los años.
  Mi apertura mental a lo nuevo, mi tolerancia a lo diferente, la necesidad de la propia experiencia para formar una opinión, el no prejuzgar o en el caso de hacerlo, tratar de ser lo más justo posible, el no dejarme engañar por los sentidos y ver las cosas desde otro punto de vista al que nos impuso el sistema, etc. Digamos que esa filosofía de vida, recién comenzó a crecer en mí a partir de los 30 años, pudiéndola poner en práctica al entrar en los 40.
  El cuento "La mujer de 9 vacas" tuvo mucho que ver. Personalmente comprobé que sus palabras son ciertas y que podemos obrar milagros en la mujer que amamos, además de resaltar el gran valor de la amistad.
  Terminada esta breve introducción, los dejo con el cuento de quien lamento desconocer la autoría.

La mujer de 9 vacas


  Dos amigos marineros viajaban en un buque carguero por todo el mundo, y andaban todo el tiempo juntos como buenos amigos que eran. Así es que por años, esperaban la llegada a cada puerto para bajar a tierra, encontrarse con mujeres, beber y divertirse.
  Un día llegan a una isla perdida en el Pacífico, desembarcan y se van al  pueblo para aprovechar las pocas horas que iban a permanecer en tierra. Pero en el camino se cruzan con una mujer que está arrodillada en un pequeño río lavando ropa.
  Uno de ellos se detiene y le dice al otro que lo espere, que quiere conocer y conversar con esa mujer. El amigo, al verla y notar que esa mujer no es nada del otro mundo, le dice que para qué, si en el pueblo seguramente iban a encontrar chicas más lindas, más dispuestas y divertidas.
  Sin embargo, sin escucharlo, el primero se acerca a la mujer y comienza  a hablarle y preguntarle sobre su vida y sus costumbres. Cómo se llama,  qué es lo que hace, cuantos años tiene y si puede acompañarlo a caminar por la isla.
  La mujer escucha cada pregunta, sin responder, ni dejar de lavar la ropa. Hasta que finalmente le dice al marinero que las costumbres del lugar le impiden hablar con un hombre, salvo que este manifieste la intención de casarse con ella, y en ese caso debe hablar primero con su padre, que es el jefe o patriarca del pueblo.
  El hombre la mira y le dice: “Está bien. Llévame ante tu padre. Quiero casarme contigo”.
  El amigo, cuando escucha esto, no lo puede creer. Piensa que es una broma, un truco de su amigo para entablar relación con esa mujer. Y le dice: “¿Para qué tanto lío? Hay un montón de mujeres más lindas en el pueblo. ¿Para qué tomarse tanto trabajo?”.
  El hombre le responde: “No es una broma. Me quiero casar con ella. Quiero ver a su padre para pedir su mano”.
  Su amigo, más sorprendido aún, siguió insistiendo con argumentos tipo: “¿Tu estás loco?”, “¿Qué le viste?”, “¿Qué te pasó?”, “¿Seguro que no tomaste nada?” y cosas por el estilo. Pero el hombre, como si no escuchase a su amigo, siguió a la mujer hasta el encuentro con el patriarca de la aldea.
  El marinero le explica que habían llegado recién a esa isla y que le venía a manifestar su interés de casarse con una de sus hijas. El jefe de la tribu lo escucha y le dice que en esa aldea la costumbre era pagar una dote por la mujer que se elegía para casarse. Le explica que tiene varias hijas, y que el valor de la dote varía según las bondades de cada una de ellas, por las más hermosas y más jóvenes se debía pagar 9 vacas, las había no tan hermosas y jóvenes, pero que eran excelentes cuidando los niños, que costaban 8 vacas, y así disminuía el valor de la dote al tener menos virtudes.
  El marino le explica que entre las mujeres de la tribu había elegido a una que vio lavando ropa en un arroyo, y el jefe le dice que esa mujer, por no ser tan agraciada, le podría costar 3 vacas.
  “Está bien” respondió el hombre, “me quedo con la mujer que elegí y pago por ella nueve vacas”.
  El padre de la mujer, al escucharlo, le dijo: “Ud. no entiende. La mujer que eligió cuesta tres vacas, mis otras hijas, más jóvenes, cuestan  nueve vacas”.
  “Entiendo muy bien”, respondió nuevamente el hombre, “Me quedo con la mujer que elegí y pago por ella nueve vacas”.
  Ante la insistencia del hombre, el padre, pensando que siempre aparece un loco, aceptó y de inmediato comenzaron los preparativos para la boda, que iba a realizarse lo antes posible.
  El marinero amigo no lo podía creer. Pensó que el hombre había enloquecido de repente, que se había enfermado, que se había contagiado de una rara fiebre tropical. No aceptaba que una amistad de tantos años se iba a terminar en unas pocas horas. Que él partiría y su mejor amigo se quedaría en una perdida islita del Pacífico.
  Finalmente, la ceremonia se realizó, el hombre se casó con la mujer nativa, su amigo fue testigo de la boda y a la mañana siguiente partió en el barco, dejando en esa isla a su amigo de toda la vida.
  El tiempo pasó, el marinero siguió recorriendo mares y puertos a bordo de los barcos cargueros más diversos y siempre recordaba a su amigo y se preguntaba: “¿qué estaría haciendo?, ¿cómo sería su vida?,  ¿viviría aún?”
  Un día, el itinerario de un viaje lo llevó al mismo puerto donde años atrás se había despedido de su amigo. Estaba ansioso por saber de él, por verlo, abrazarlo, conversar y saber de su vida. Así es que, en cuanto el barco amarró, saltó al muelle y comenzó a caminar apurado hacia el pueblo. “¿Dónde estaría su amigo?,  ¿Seguiría en la isla?, ¿Se habría acostumbrado a esa vida o tal vez se habría ido en otro barco?”
  De camino al pueblo, se cruzó con un grupo de gente que venía caminando por la playa, en un espectáculo magnífico. Entre todos, llevaban en alto y sentada en una silla a una mujer bellísima. Todos cantaban hermosas canciones y le obsequiaban flores a la mujer y esta los retribuía con pétalos y guirnaldas.
  El marinero se quedó quieto, parado en el camino hasta que el cortejo se perdió de su vista. Luego, retomó su senda en busca de su amigo.
  Al poco tiempo, lo encontró. Se saludaron y abrazaron como lo hacen dos buenos amigos que no se ven durante mucho tiempo. El marinero no paraba de preguntar: “¿Y cómo te fue?,  ¿Te acostumbraste a vivir aquí?, ¿Te gusta esta vida?, ¿No quieres volver?”
  Finalmente se anima a preguntarle: “¿Y como está tu esposa?”
  Al escuchar esa pregunta, su amigo le respondió: “Muy bien, espléndida. Es más, creo que la viste llevada en andas por un grupo de gente en la playa que festejaba su cumpleaños”.
  El marinero, al escuchar esto y recordando a la mujer insulsa que años atrás encontraron lavando ropa, preguntó: “¿Entonces, te separaste? No es la misma mujer que yo conocí, ¿no es cierto?”
  “Si” dijo su amigo “Es la misma mujer que encontramos lavando ropa hace años atrás”.
  “Pero, es muchísimo más hermosa, femenina y agradable ¿Cómo puede ser?”,  preguntó el marinero.
  “Muy sencillo” respondió su amigo. “Me pidieron de dote 3 vacas por ella, y ella creía que valía 3 vacas. Pero yo pagué por ella 9 vacas, la traté y consideré siempre como una mujer de 9 vacas. La amé como a una mujer de 9 vacas. Y ella se transformó en una mujer de 9 vacas”.

Moraleja
  Cuando alguien nos valora y nos estimula, con sinceridad y amor, obramos cambios impensados...

martes, 16 de febrero de 2016

El día que San Valentín se olvidó de nosotros

Siempre conciente de mi condición de desterrado
Tenía en mi corazón el consuelo de los mejores recuerdos
Porque en esos recuerdos estaba el conocimiento
Y ese conocimiento fue resultado de las experiencias
Así como la perfección será producto de la repetición

No tengo intensiones de comparar mis conocientos
Mucho menos mis experiencias
Más bien diré que soy un ignorante y un inexperto
Pero tenía las esperanzas de perfeccionarme con la repetición

Una y otra vez traté de escalar 

Los muros de la ciudad prohibida
Simplemente para poder verla

Sus actitudes mienten, pero nunca sus ojos

Ayer el muro cayó sobre mí

Milagrosamente sobreviví y acá estoy 
Ya no hay barrera, no hay división
Y mis ojos no dan crédito a lo que ven
 

Tristemente me voy dando cuenta
Que ya no hay nada ni nadie del otro lado
Todo fue prolijamente vaciado y eliminado
Ahora pienso ¿Qué será de mí?

Su juego siempre giró
En torno a la excitación de este servidor
Incluso estando en la distancia
Logró convertirlo en una deliciosa tortura

Siempre pensé que hacía el bien y la complacía
Que todo era parte de un entrenamiento
Para probar mi paciencia y resistencia
Y que en el postrer día, la recompesa llegaría

Hasta imaginé una muerte ideal
Regresando a quien pertenezco

Como un barco averiado y con sus velas rotas
Pero amigado con el viento y las tormentas

Le contaría todo lo que he vivido y aprendido
Luego de navegar por los siete mares
Ella diciendo "lo hiciste bien Mío"
Y entonces cierro mis ojos por última vez en su regazo

Esa mujer, esa Reina, esa noble causa
En el Día de San Valentín se esfumó
La promesa se rompió y toda la magia se perdió
Ya no hay ningún lugar a donde volver

Pocas razones justifican mi existencia
Ya no hay espacio para los sueños y la esperanza
Tampoco tiene lugar el dolor y el castigo
Siento paz, no tengo odio, no tengo rencores

Ahora también el tiempo se detiene
Si no es él ¿Quién cerrará mis heridas?
Igual Dios es muy sabio y nunca me dejó solo
Amigos y ángeles vienen al rescate

Sirvan estas líneas para otros valientes servidores
Que están en la cúspide de su existencia
Complaciendo fielmente a sus Reinas, a sus Dóminas
Esa fuente de placer que no todos llegan a conocer

Amigos, estén prevenidos, porque puede pasar
Que ese sueño maravilloso se termine
Su voluntad, sus caprichos, sus fantasias
Ya no estarán puestas sobre sus lomos

¿Y quiénes somos para cuestionarlas?
El mejor y último gran acto que nos podemos permitir
Es pedirle al Supremo que cuide de ellas
Tal como nosotros lo solíamos hacer

lunes, 15 de febrero de 2016

La Dómina FemDom y el apetito sexual


  Una lectora del Blog, me sugirió que investigara el por qué de la falta de apetito sexual en las mujeres. Ella afirma que se retiró del FemDom y que perdió casi todo interés por el sexo al cruzar la barrera de los 45 años. Por cierto quiero agradecer su valioso aporte y sugerencia, como también un poco de pesar al saber que la comunidad perdió una Dómina.
  Ahora espero poder dar un poco de luz al respecto y que lo publicado sirva para tod@s quienes lean esta nueva entrada. Si después se animan a dejar sus comentarios, serán muy bienvenidos y a los que no, les queda siempre la posibilidad de hacerlo por privado. 
  Estimo que lo primero será identificar si realmente esa mujer o esa Dómina está teniendo falta de deseos sexuales o una disminución por el interés que le suscitan las fantasías en sus diferentes dimensiones.
  A primera vista hay conductas específicas que dan pruebas de que algo no está bien al evitar cada vez con más frecuencia las propuestas que tengan que ver con el erotismo, dándose las típicas respuestas: "No, hoy no", "Hoy no tengo ganas" o "Estoy muy cansada". Así se va perdiendo la iniciativa y se comienzan a modificar las prioridades para la pareja. Tampoco hay interés por masturbarse y estas actitudes siguen creciendo al punto de evitar la pareja, acostándose cuando el compañero está dormido, cargar los tiempos libres con actividades para evitar la intimidad con la pareja.
  Al estar ausente el sexo, lo más probable es que se produzcan conflictos. Lo que antes era placentero, se convierte con el tiempo en experiencias molestas y desagradables que la mujer desea evitar. En este punto, algunas mujeres para no ser víctimas de un problema mayor, como por ejemplo: la infidelidad o el mal humor y como si fuera por obligación acceden a darle algo al compañero y eso a larga lo enemista cada vez más de él. Se entró en un círculo vicioso donde la intolerancia hará más insostenible la convivencia y en este punto la posible ruptura de la pareja está solo a la vuelta de la esquina.
  Algunos estudios sostienen que en algún momento de la vida, muchos hombres y mujeres se les despierta un desinterés o apatía por las relaciones sexuales o eróticas. De acuerdo a estos expertos, este problema afecta al 43% de las mujeres y al 31% de los hombres, y en general esto se da a partir de los 50 años y podemos atribuirlo a causas físicas, relacionadas con la menopausia y la andropausia.
  Los mismos especialistas aseguran que existen diversos tratamientos efectivos, en función de las causas que provocan estos trastornos. Como ya he expuesto, el deseo es algo imprescindible a la hora de mantener relaciones sexuales, mucho más para crear un clima de fantasía FemDom. Cuando este ambiente de intimidad, amor de pareja y fantasía no existe, tampoco existirán las otras fases más elevadas de la respuesta sexual como lo son la excitación y finalmente el orgasmo.
  Si esta disfunción se trata a tiempo, tiene solución, pero si se deja pasar o se oculta se corren riesgos de crear un acostumbramiento o un vicio de la convivencia diaria que lleva a la larga a la desaparición total de las relaciones sexuales.
  El sexólogo español, José Luis Beiztegi, lo define como "la falta de apetito o anorexia sexual; se trata de un desinterés general por acariciar o ser acariciado, falta de ganas de seducir a la pareja para hacer el amor, así como tener pocas o ninguna fantasía sexual. En el caso de las mujeres también conlleva la falta de excitación, sequedad vaginal y dolor en la penetración, mientras que en los hombres la falta de erección suele ser el signo más evidente".
  La psicóloga clínica y sexóloga, Rosario Castaño, dice "En el deseo influyen factores físicos, psíquicos y sociales, que con la edad producen cambios normales en la respuesta sexual tanto en hombres como en mujeres. Esto se suele notar en una disminución del grado de excitación, lubricación, de flujo sanguíneo y en la intensidad del orgasmo, pero también influye en el deseo, el cual va disminuyendo. Por eso es necesario buscar las causas, porque en muchos casos se va instalando una especie de pereza en la pareja que termina por jubilar la vida sexual incluso mucho antes que la vida laboral. Esta diferencia se debe, a que las mujeres experimentan una brusca disminución de estrógenos durante la menopausia, que puede ser tratada adecuadamente. Sin embargo, se está viendo que en los hombres también se produce esa pérdida de deseo entre los 45 y 75 años, debido a que la mitad de los varones sufre de andropausia, con síntomas muy parecidos a los de ellas", señala la profesional.
  Esta disminución del deseo sexual es más habitual durante el envejecimiento, pero también se puede presentar en los jóvenes y en tal caso las causas suelen ser diferentes. En el caso de algunas mujeres cuando se están iniciando en la sexualidad pueden sufrir dolores durante el coito, generado por el vaginismo o producto de una mala estimulación o falta de lubricación. Además, esa falta de excitación o la imposibilidad de conseguir un orgasmo pueden ser propios de la inexperiencia, desinformación o a los temores a posibles embarazos no deseados.
  La principal recomendación de los sexólogos para superar estas alteraciones es que las mujeres conozcan lo mejor posible su propio cuerpo, descubran sus limitaciones y las causas que generan placer, como así también las que lo reducen. Hay que perder el miedo de hablar sobre estos temas y acudir a profesionales cuando se detecten estos problema. Un análisis de la parte urológica y ginecológica es importante para descartar cualquier alteración física, y no menos importante, es el análisis de la esfera psicosocial mediante un psicólogo o sexólogo.

La libido femenina
  En medicina se usa el término libido para designar específicamente el deseo sexual. La mayoría de los médicos y psiquiatras consideran que un nivel de libido inferior a lo normal representa una patología.
  El hacer ejercicio físico, llevar un estilo de vida saludable, no fumar, ni beber; parecen ser las recomendaciones más simples y prácticas para mantener la libido de la Dómina en buenas condiciones y su sexualidad femenina en plenitud.
  A continuación tendrán un detalle de las causas que pueden reducir la libido, para hacer un análisis personal y evaluar si es necesario recurrir a la ayuda de profesionales.
  • Los anticonceptivos afectan a la libido femenina, ya que el consumo de estos desequilibra el sistema hormonal natural del cuerpo. Estos anticonceptivos producen ciertos tipos de hormonas que limitan a otras volviéndolas inactivas y así también se apaga la libido.
  • El cansancio físico afecta todos los aspectos de la vida, incluso también en de las relaciones sociales y sexuales. Esto lo podríamos corroborar diciendo que la mayor parte de las relaciones sexuales de una pareja se producen los fines de semana. Algo similar pasa cuando hay insomnio, falta de ocio, o una enfermedad que limita las energías y posibilidades del cuerpo.
  • Cuando las mujeres dan a luz un hijo, generalmente pierden la libido. La prolactina (que es la hormona que se produce durante el período de lactancia), hace que la libido se vea afectada de forma negativa.
  • Existen también algunos antidepresivos que están formulados con drogas que activan un neurotransmisor llamado serotonina, el cual inhibe el deseo sexual en ambos sexos. Por otra parte, hay que decir que estos medicamentos son bastante efectivos en el tratamiento de la eyaculación precoz.
  • Los celos, la falta de confianza o comunicación, pueden afectar de manera directa los deseos sexuales de una mujer. Cualquier debilidad psicológica, se ve reflejada en la intimidad de la pareja. Si no hay deseos, seducción, erotismo o fantasías, es porque no hay ganas y si no hay ganas, lo más probable es que exista alejamiento y por lógica no haya apetito sexual. La situación emocional es un círculo vicioso que se cierra en la cama. Si no se está a gusto, seguramente baja el interés de una de las dos partes, afectando necesariamente al otro. La libido femenina es mucho más susceptible a los factores psicológicos, que la libido masculina.
  • Existen determinados dolores, como ser los dolores de cabeza, musculares, cintura, etc., que pueden ser una fuente constante de distracción y esto a la larga reduce también la libido femenina.
  • El interés sexual y la libido de la Dómina se puede ver muy afectado al pasar por ciertos procesos que generan un gran estrés. Por citar algunos ejemplos: una mudanza, el cambiar la localidad de residencia, perder un trabajo o tener un trabajo estresante, tener un hijo, la pérdida de un ser querido, etc. Estos periodos asociados con una gran ansiedad, frustración, ilusión, decepción, dolor, alegría, etc., generan también falta de sueño, desconcentración, descuidar la dieta o la vida saludable, caer o retomar vicios como el tabaco o el alcohol, etc.


sábado, 13 de febrero de 2016

Rata Blanca - Mujer Amante


Siento el calor de toda tu piel
en mi cuerpo otra vez
Estrella fugaz, enciende mi sed,
misteriosa mujer
Con tu amor sensual, cuánto me das.
Haz que mi sueño sea una verdad.
Dame tu alma hoy, haz el ritual.
Llevame al mundo donde pueda soñar.
¡uhh...! Debo saber si en verdad
que en algún lado estás.
voy a buscar una señal, una canción.
¡uhh...! Debo saber si en verdad
que en algún lado estás.
Solo el amor que tu me das, me ayudará.

Al amanecer tu imagen se va,
misteriosa mujer.
Dejaste en mí lujuria total,
hermosa y sensual.

Corazón sin dios, dame un lugar,
en ese mundo tibio, casi irreal.
Deberé buscar una señal,
en aquel camino por el que vas.

¡uhh...! Debo saber si en verdad,
que en algún lado estás.
voy a buscar una señal, una canción.
¡uhh...! Debo saber si en verdad
que en algún lado estás.
Solo el amor que tu me das, me ayudará.

Tu presencia marcó en mi vida el amor... lo sé.
Es difícil pensar en vivir ya sin vos.
Corazón sin dios, dame un lugar,
en ese mundo tibio, casi irreal.

¡uhh...! Debo saber si en verdad,
que en algún lado estás.
Voy a buscar una señal, una canción.
¡uhh...! Debo saber si en verdad
que en algún lado estás.
Solo el amor que tu me das, me ayudará.

¿Cómo superar el miedo a lastimar?

  Existen muchas mujeres, principalmente aquellas de mediana edad que todavía fueron víctimas de una educación patriarcal o esto quizás se de también en la actualidad en aquellas zonas alejadas de las grandes ciudades, donde las mujeres no tienen aún la misma consideración ni posibilidades que los varones.
  En la gran mayoría, todos nosotros fuimos criados en un ambiente de igualdad de sexos, en la escuela ya tratamos los términos xenofobia, racismo como malas palabras y con más respeto y naturalidad las palabras homosexual, lesbiana o gay (mal que por ahí les pesa a muchos).
  Se entiende que acá se puede producir para las mujeres el primer conflicto al entrar en el FemDom: superar la barrera de la igualdad de los sexos. Y a decir verdad mis estimad@s amig@s, desde este Blog vamos a pregonar y a defender la superioridad femenina. Por milenios los hombres estuvimos al frente y considero que las mujeres deberían tener su oportunidad.
  Ahora bien en el FemDom como en cualquier otra practica de BDSM, es una actividad o un juego consensuado, donde las reglas y los límites no los impone nadie. Cada pareja o cada uno en plena libertad va marcando su velocidad o sus gustos particulares con cada sesión.
  Sé que es difícil afirmar que no se hace daño, cuando en realidad es lo que se hace. Pero el mejor ejemplo que se me ocurre en estos momentos, es el de ir al gimnasio y hacer pesas; es una actividad física que muchos hacen con gusto, sin embargo los músculos son agredidos, pero todos sabemos que el cuerpo se va a acostumbrando a la ejercitación y cada día hay dos caminos, aumentar las repeticiones o agregar peso. Digamos que en el FemDom se podría pasar algo parecido.
  Se puede arrancar de una manera suave, montando a tu hombre, poniendo vendas en los ojos, quizás unos chirlos en las nalgas, para después montarte sobre su cara y que sea él quien te de placer. Queda claro que no hay daño físico alguno con eso. Lo mismo se hace en el aspecto psicológico, por ejemplo: clasificando la ropa interior que querés que él use, la película para ver o el restaurante para cenar (se entiende que adecuado a la realidad económica de la pareja), que sea él quien prepare el desayuno o lave los trastos.
  Cosas cotidianas como estas se les ocurriran muchas y repito que nadie sale lastimado con esto.
  Si todo va bien, la imagen de la Dómina irá creciendo poco a poco y se ganará confianza, lo mismo pasa con la parte sumisa, y así con mucho dialógo, la relación FemDom se debería ir consolidando y el miedo de lastimar al compañero quedar borrado.

viernes, 12 de febrero de 2016

Boudica - La Reina de los Icenos

  En algunos sitios amigos relacionados con el FemDom o que tratan de resaltar el valor de lo femenino y las grandes mujeres de la historia. Sitios que suelen ser una interesante fuente de lectura en esos recreos que a veces me suelo tomar para informarme cómo evoluciona la actividad, sus intereses, algunas novedades y por qué no, esos valiosos y jugosos relatos que nos cuentan en detalles experiencias y momentos inolvidables que personas muy dichosas tienen la oportunidad de vivir y generosamente los comparten con sus lectores amigos. Es así que en varios casos me encontré con el nombre de Boudica.
  Estos días se da la coincidencia que debido a un particular interés surgido en mí durante estas últimas semanas sobre Los Celtas, estuve buscando diferentes fuentes para tratar de conocer un poco más sobre la vida de esta poderosa mujer que en los primeros años de la era cristiana, cuando el Imperio Romano no paraba de expandirse por el mundo conocido y donde fueron muy pocos los pueblos que se enfrentaron abiertamente a su hegemonía. En aquella isla conocida como Britania y tan lejos de Roma, esta mujer, en condición de reina llevó a los romanos a escribir una de las páginas más cruentas y sangrientas en su historia. Una mujer que luchó hasta el final y que por no haber triunfado en su última batalla, quedó silenciada por varios siglos.
  ¿Cómo saber más de Boudica? Lo primero que uno suele hacer, es googlear el nombre o ir a Wikipedia, pero los resultados no me conformaron, de un sitio a otro todos decían más o menos lo mismo, me quedaba claro que era un copy paste llevando el escaso material de un sitio a otro. Si bien reconozco que eso ayuda al conocimiento y la divulgación del nombre de esta mujer.
  Yo en este trabajo que les compartiré a continuación, trataré de ir un poco más allá para que juntos podamos viajar casi 2000 años en el tiempo para encontrarme con esa mujer que Dión Casio nos la describe de la siguiente manera "Poseía una inteligencia más grande que la que generalmente tienen las mujeres, era alta, de voz áspera y mirada feroz, cabello pelirrojo hasta la cadera, túnica de muchos colores y un manto grueso ajustado con un broche. Siempre usaba un grueso collar de oro, posiblemente un torque, aditamento que entre los pueblos celtas siempre significaba nobleza".
  No quiero robarme ningún mérito en este viaje y pero también quiero aferrarme a los datos más fidedignos posibles y luego de saltar varios autores británicos que investigaron sobre su vida pero sus publicaciones lamentablemente no han sido traducidase al español; hasta que logré dar con el libro "Conquistadores y Conquistados" de los señores Gonzalo Bravo y Raúl González Salinero que me ayudó a descubrir la forma en ejercer el dominio sobre Britania por parte de los romanos. Al llegar a tocar el tema de Boudica, los autores se apoyan en un trabajo de Fernando Fernández Palacios (Centre for Advanced Welsh & Celtic Studies (CAWCS) - University of Wales) y Pilar Fernández Uriel (Universidad Nacional de Educación a Distancia - UNED, Madrid) titulado "Un caso de animus belligerendi en la conquista de Britannia: Nerón contra Boudica, Reina de los Icenos". Sobre los cimientos de este libro y las personas antes mencionadas, conoceremos a quien fuera quizás la Primera Reina de Britania, su mundo y las situaciones que la llevaron a ser quien fue y a hacer lo que hizo.

Introducción
  En los últimos cincuenta años se han publicado unos doce libros sobre Boudīca y esto se debe a que en los últimos tiempos se convirtió en un símbolo de identidad para los habitantes del Reino Unido. Siendo considerada por algunos como una nacionalista apasionada y rebelde contra el Establishment, por otros, ella es la Reina Patriótica por excelencia al mismo nivel que otros personajes tan importantes como las Reina Isabel I, la Reina Victoria o con figuras políticas como Margaret Thatcher, sin olvidar que fue un referente para las sufragistas.
  Debemos tener presente que hasta llegar a su máximo esplendor, la fama y popularidad de Boudica sufrió altibajos. Ya que fue olvidada durante toda la Edad Media, no apareciendo ni en la "Historia ecclesiastica gentis Anglorum" de Beda el Venerable, ni en la "Historia Regum Britanniae" de Godofredo de Monmouth, ni tampoco en la anterior "De excidio Britanniae" de Gildas. Si bien en este punto cabe señalar que algunos intérpretes asocian a la "Leaena Dolosa" (Leonesa Traidora) mencionada en dicha obra refiriéndose a ella.
  En el Renacimiento, el redescubrimiento de las obras de Tácito y Dión Casio permitió a Polidoro Virgilio reintroducirla en la historia británica en 1534 y aunque este interpretó que la «Voadicea» tacitea era distinta de la «Bunduica» de Dión Casio. Pero a partir de entonces la historia de Boudica fue un hecho común en las narraciones británicas y se incluyó, por ejemplo, en "The Chronicles of England, Scotlande, and Irelande" de Raphael Holinshed y junto a su equipo en 1577 inspiraron a Francis Beaumont y a John Fletcher (dos contemporáneos de Shakespeare), a escribir la obra de teatro The Tragedie of Bonduca en 1612.
  En la era victoriana, la fama de Boudica tomó proporciones legendarias. Los historiadores británicos interpretaron que su onomástico personal signifcaba «Victoria», con lo que la Reina de los Icenos compartía nombre con la Reina Victoria, que gobernaba un imperio más vasto incluso que el de Roma. Alfred Lord Tennyson, poeta de la reina, escribió en su honor el poema Boadicea en 1864 y el buque de guerra Her Majesty Ship recibió ese mismo nombre. En aparente paradoja, los británicos se habían olvidado de las masacres y torturas ordenadas por la reina icena y la convirtieron en heroína nacional.
  En 1905 el príncipe Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha financió una gran estatua de bronce, «Boudica Triunfante» que está en su carro de guerra junto con sus hijas. El conjunto fue realizado por Thomas Thornycroft y se instaló cerca del puente de Westminster y del Palacio de Westminster, sede del Parlamento Británico, en Londres, la ciudad que ella misma había convertido en cenizas casi dos milenios antes. La estatua, que continúa allí, fue erigida como símbolo del sentimiento de libertad del pueblo británico: «Regiones que el César nunca conoció ni sus herederos dominarán», rezan allí versos de un poema de Cowper.
  Irónicamente, la gran rebelde luchadora pero también la gran derrotada contra un imperio era entonces identifcada con la dueña de otro imperio y con la victoria. En Gales en concreto se la consideró una heroína propia, y como tal  pronto tuvo una estatua en el City Hall de Cardiff inaugurado en 1916.
  Por supuesto, que el cine también contó su historia en al menos dos películas, una del año 1928 y otra más reciente, del año 2003 Boudicca - Warrior Queen, también existe un documental producido por History Channel en el 2006 Boudica - Reina Guerrera.

Antecedentes
  Cunobelino, Rey de los Catuvelaunos en el sudeste de la actual Inglaterra, había mantenido una política decididamente prorromana probablemente después de la llegada de César, de hecho la influencia romana se manifesta en los bienes llegados allí e incluso en la acuñación de sus monedas. Probablemente fue uno de los reyes britanos que, según Estrabón, enviaron embajadas a Augusto. Sin embargo, tanto su hermano Epático como sus hijos Togodumno y Carataco no siguieron la política de Cunobelino, siendo el último de los mencionados su sucesor, quien en lucha contra los vecinos Atrébates forzó a su rey Verica a huir a Roma, chispa final que decidió a Claudio el inicio de la campaña en Britania en el año 43 dirigida por Aulo Plautio. El propio Claudio estuvo 16 días en Britannia, quien tomó el Oppidum de Camulodunum (Colchester), principal sede de los Trinovantes.
  Poco después del año 50 (otros señalan el año 49) los romanos establecieron una colonia de veteranos en Camulodunum, la antigua capital trinovante, donde construyeron un templo dedicado a Claudio, lo que constituyó un flagrante símbolo del gobierno extranjero
  Ostorio Escápula, el gobernador británico, murió en el año 51 o 52, no sin antes atrapar a Carataco. Dejó a su sucesor abierto el problema de mantener a raya a los silures en el sur de la actual Gales. Didio Galo, el siguiente gobernador de Britannia, cónsul en 39 d. C., traía como gran credencial el haber llevado a cabo una campaña exitosa en el reino cliente de Crimea. Tácito, cegado por su deseo de ocupar a lo más alto a su suegro Agrícola, le acusa de dejar los asuntos de Britannia a sus legados legionarios, prefiriendo la vida fácil. Pero lo cierto es que nada más llegar controló el asunto de los Silures. Sufrió el alzamiento de los Brigantes con su rey Venutio contra Cartimandua, a la que no dudó en ayudar. En el 54 d. C. Claudio murió y Didio Galo siguió siendo gobernador otros tres años.
  Con la defunción del emperador, su liberto imperial Narciso, que había favorecido la aventura británica, cayó en desgracia y es probable que se relajaran los controles hacia lo que sucedía en aquella remota parte. De hecho, sabemos que Nerón consideró abandonar Britannia en algún momento de su principado, pero no lo hizo porque podría haber manchado la gloria de Claudio. Esto puede referirse al episodio del final del gobierno de Didio Galo o a la propia revuelta de Boudica. En cualquier caso, el gobierno de Nerón decidió en el año 57 completar la conquista de Gales, marchando en el 58 contra los Silures, en el sur de la actual Gales. En este contexto, y para complicar más las cosas, hacia el año 57 d. C. pudo haber una revisión de las tasas impuestas por los Romanos en uno de los censos que se realizaban cada cinco años, encargándose de ello el procurador Deciano Cato desde la colonia de Camulodunum
  Bajo el gobierno de Quinto Veranio, sucesor de Didio Galo, se realizaron ciertos avances en territorio Silur. Tácito señala que en su lecho de muerte dijo que habría sometido la provincia si hubiera tenido dos años más de vida. Suetonio Paulino fue entonces gobernador de Britannia desde principios de 58 d. C. Poseía una alta reputación militar ya que como legado pretoriano había sido el primer romano en cruzar el Atlas Mauritano a inicios del reinado de Claudio, veinte años antes. También había sido cónsul en el año 43.
  Durante los dos primeros años continuó la política militar agresiva de su antecesor y realizó un ataque a Anglesey en el norte de Gales, se dice que celoso de la reconquista de Armenia por parte de su rival Domicio Córbulo. En el contexto previamente mencionado. En el año 59 parte de la Legio XX salió para luchar contra los Deceangli del norte de Gales. Según Tácito, Anglesey estaba muy poblada y era un santuario para fugitivos y una fuente de fuerza para rebeldes. Frere habla de la existencia allí de refugiados políticos.

Las Causas

  Al final de la Campaña Claudiana, Roma había recibido la sumisión de hasta once reyes britanos, entre los cuales se hallaba el de los Icenos, de nombre Prasutago. Los Icenos eran un pueblo británico que ocupaba terrenos pertenecientes actualmente a Norfolk, el norte de Suffolk y el noreste de Cambridgeshire en el sudeste de Inglaterra. A pesar de la sumisión a Roma, en el 47 d. C., con Publio Ostorio Escápula como gobernador se les prohibió llevar armas (excepto utensilios de caza), lo que provocó su rebelión, encontrando apoyo en los Coritani y Catuvellauni y llegando a atacar a una unidad auxiliar romana. A pesar de estos incidentes, Prasutago retuvo su posición, posiblemente porque fue una rama belicosa de los Icenos la que, sin su apoyo, participó en la rebelión. Ostorio Escápula posteriormente realizó una campaña contra los Deceangli del norte de Gales y solucionó prontamente una revuelta entre los Brigantes del norte de Inglaterra. Estando así las cosas, en el año 60 d. C. el Rey Iceno Prasutago murió después de una vida de gran prosperidad y los sucesos que nos ocupan se desencadenaron. Había tenido la precaución de nombrar herederos de su reino a sus dos hijas y al emperador Nerón pensando que de ese modo aseguraría el futuro de su reino, no como, por ejemplo, Atalo III de Pérgamo en 133 a. C., que había dejado todo a los romanos. Sin embargo, Roma decidió que una vez muerto el rey cliente tenía todo el derecho a incorporar sus dominios y procedió en consecuencia, ya que si no la Rechtpolitik (mediante sus pactos de clientela) sí al menos la Realpolitik romana era bien clara a este respecto. El problema en el caso iceno radicó en la manera de proceder: Fue como si Roma hubiese recibido todo el país como regalo. Todos los jefes fueron desposeídos de sus propiedades ancestrales, y los familiares del rey fueron esclavizados, mientras los centuriones saqueaban el reino, sus esclavos rapiñaban la residencia regia como si fuera un botín de guerra.
  Los factores que llevaron a Boudica a la rebelión siguen siendo una fuente de disputa entre los modernos historiadores. Tácito acusa al procurador Deciano Cato de ser el principal instigador con su cruenta acción recaudatoria. Dión Casio ofrece tres causas de la rebelión. Por un lado, la confiscación por parte del procurador Deciano Cato del dinero que Claudio había otorgado a relevantes figuras britanas (hasta los muertos tienen que pagar tasas). Por otro lado, la exigencia de Séneca —el senador filósofo estoico, que poseía una gran fortuna y era en aquel entonces, junto con el prefecto del Pretorio Afranio Burro, consejero del emperador Nerón—, de que los britanos devolvieran los 40 millones de sestercios que les había prestado. Esta exigencia de Séneca fue una desgracia para los britanos, ya que tan sólo un año después Burro y él desaparecieron de la escena política neroniana. Un tercer motivo que ofrece Tácito es el de las atrocidades realizadas a la reina viuda Boudica y a su familia, que es donde Richard Hunt recientemente pone el énfasis, además de en la ausencia de Suetonio Paulino, ocupado en su lucha contra los Deceangli de Gales.
  Parece desprenderse de los datos que tanto la casa real como gran parte de la nobleza icena habían pedido prestado dinero a los romanos, viviendo lujosamente y adquiriendo una enorme deuda con el Imperio Romano, lo que dejó a sus súbditos y descendientes ligados a esa deuda que Boudica, viuda del rey y quizá reina en ejercicio, no habría podido devolver, empeorando consiguientemente la situación. Según este discurso, Roma consideró que las tierras de los Icenos tenían que pasar a su propiedad como pago de dicha deuda. Deciano Cato, de esta manera, tendría la orden de reclamar la cantidad considerable que Prasutago debía, en particular a Séneca. En los datos se deja entrever que Deciano Cato quizá fue demasiado lejos en sus demandas hasta el punto de alcanzar un punto límite en el ánimo de los Icenos, al respecto Tácito dice "El reino y la casa real fueron igualmente tomados como premios de guerra, uno por los oficiales romanos, otro por esclavos romanos. Para empezar, azotaron a su viuda Boudica y violaron a sus dos únicas hijas Isolda y Siora. Los jefes icenos fueron privados de sus propiedades como si hubieran dado a los romanos el país entero. Los propios parientes del rey fueron tratados como esclavos".
  Se ha pensado que el acto de las violaciones, que en circunstancias del Derecho Romano no conllevaban la pena de muerte, sino que fuera algo más que un mero divertimento para las tropas. Y en este caso probablemente imposibilitaría que las hijas de Boudica pudieran contraer matrimonio, consiguiendo de este modo agotar la línea hereditaria. Lo que está claro de cualquiera de las maneras es que los hechos narrados por las fuentes en relación con el mal comportamiento de Roma para con Boudica, su familia y su comunidad, exaltan en el lector sentimientos de protección maternal y de venganza, dando como resultado la justificación de la violencia británica.
 La Revuelta
  La revuelta de Boudica contra Roma es aparentemente bien conocida en sus diversas facetas y de acuerdo a las fuentes literarias de Tácito y de Dión Casio. Recordemos que estos autores eran pertenecientes a la elite senatorial romana. Pero se discute sobre los pueblos que estuvieron activos en la rebelión. Ogilvie y Richmond mencionan a los Icenos, Trinovantes, Coritani, Cornovii, Durotriges, Brigantes y con reservas, a los Catuvellanni; Mientras que otros autores como por ejemplo, Laederich hacen partícipes de la revuelta tan sólo a los Icenos, Trinovantes, Coritani.
  Tácito, que nació en el año 56 d. C., es decir, cinco años antes de la revuelta que narra y quien llegó a ser cónsul y gobernador de Asia, escribe sobre la revuelta de Boudica hacia el año 110 d. C. Señalando que los rebeldes saquearon tres ciudades Camulodunum, Londinium y Verulamium. Gracias a la arqueología sabemos que quizá fueron arrasadas esas tres ciudades propiamente dichas, pero que la ola de destrucción alcanzó a muchos más lugares poblados como Chelmsford y Calleva Atrebatum (Silchester, cerca de Reading).
  El primer objetivo de Boudica fue Camulodunum (hoy Colchester), principal ciudad de los Trinovantes y en aquel momento colonia romana. Esta fue una buena elección, porque los Trinovantes ya tenían sus propios motivos para alzarce motivos de insurrección debido a que los veteranos romanos se habían instalado en la propia Camulodunum, su capital y habían expulsado a la gente natal de sus casas y tierras, tratándo a muchos de ellos como prisioneros y esclavos. El templo de Claudio, situado en la parte principal de la población, era en particular ofensivo. La guarnición de la ciudad pidió ayuda para contener a la horda rebelde, pero el procurador Deciano Cato envió una fuerza de apoyo de doscientos auxiliares, absolutamente insuficiente, que fue incapaz de frenar a los insurgentes. La ciudad, una colonia con tan sólo 11 años de vida entonces, fue destruida e incendiada, incluido el templo al culto imperial en el que se refugiaron sus últimos defensores, que resistieron allí dos días. El único intento serio de socorrer a la guarnición de Camulodunum fue el de Quinto Petilio Cerial quien estaba al mando de la Legión IX Hispana, pero su intento fue en vano al caer atrapado en una emboscada en un bosque próximo a la ciudad y tras una lucha encarnizada, tuvo que abandonar su propósito perdiendo muchos hombres en el intento. Deciano Cato, por su parte, viendo el cariz que tomaban los acontecimientos y sabiéndose quizá responsable de aquella revuelta, optó por salir de Britannia y ocultarse en la Galia.
  La toma de Camulodunum y la posterior victoria contra las tropas de Petilio Cerial insuflaron fuerzas a los insurgentes, que prosiguieron su avance arrollador hacia Londinium (Londres). Los habitantes de Londinium, cuyo número se supone que se acercaba a los 10.000 apelaron al procurador Suetonio Paulino para su ayuda, el cual, enterado de la rebelión en lejanas tierras galesas donde se hallaba en campaña. El se apresuró a dirigirse a Londinium con la Legión XIV y parte de la Legión XX, reexpidiendo la caballería  por delante. Dió órdenes de que la Legión II se dirigiera a Exeter. Pero cuando Suetonio Paulino finalmente llegó a Londinium, algo que forzosamente tuvo que suceder unas dos semanas después si es que no se adelantó con una pequeña fuerza y comprendió que, tras la derrota de la Legión IX, contaba con una fuerza insuficiente para defender la ciudad más populosa de Britannia, la cual fue abandonada a su suerte: así había que obrar si se quería salvar la provincia.
  Cerca, Londinium, el pueblo de Verulamium (St Albans) sufrió el mismo destino. Al respecto Tácito comentó "Nunca antes Britannia había sido un territorio tan incómodo como peligroso. Los veteranos fueron matados, colonias quemadas, ejércitos aislados. Tuvimos que luchar por nuestras vidas antes de que nosotros pudiéramos pensar en la victoria. Los insurgentes arrasaron, saquearon y no pensaron en nada más. Evitando fuertes y puestos militares, pero no ciudades con murallas, se dirigían donde el  botín era mayor y la protección más débil. Los muertos entre romanos y provinciales se estiman en setenta mil, ya que los britanos rebeldes fueron guiados por un profundo deseo de venganza: Ellos cortaron gargantas, colgaron, quemaron, y crucificaron como si con ello saciaran su sed de venganza. Boudica no estaba interesada en hacer prisioneros o solicitar un rescate por ellos o ningún otro comercio de guerra. El enemigo fue atacado con matanzas, patíbulos, fuego y crucifixiones, como hombres que se cobraban la venganza que podían antes de que cayese sobre ellos el justo castigo".   
  Dión Casio es aún más gráfico en su descripción de las atrocidades "Aquellos que fueron llevados prisioneros por los britanos se vieron sometidos a todas las formas conocidas de atrocidad. La peor y más bestial atrocidad cometida por sus captores fue la siguiente. Colgaron desnudas a las mujeres más nobles y distinguidas, les cortaron los pechos y se los cosieron a las bocas para que pareciese que las víctimas se las comían; después empalaron a las mujeres sobre unos pinchos puntiagudos que los atravesaron todo el cuerpo. Todo esto lo hicieron acompañándolo con sacrificios, banquetes y comportamientos inmorales, no sólo en todos sus lugares sagrados, sino en particular en la arboleda de Andraste. Éste era su nombre para Victoria, y la contemplaban con la reverencia más excepcional".
  Mientras tanto, Suetonio Paulino se dispuso a organizar sus tropas, casi diez mil hombres en total, preparándose para encontrarse con el enemigo en un lugar que ofreciera la mejor ventaja táctica. Se batió en retirada por Watling Street con sus dos lecciones y auxiliares de las guarniciones más cercanas. La Legión II bajo el mando temporal de Poenius Postumus se negó a abandonar su posición en el sudoeste de la isla. A priori, las fuerzas romanas tenían todas las de perder.
  Los insurgentes les superaban en gran número, a pesar de las exageraciones de los autores grecolatinos, pero Suetonio Paulino eligió bien el escenario de la batalla. Escogió una posición delante de un desfiladero entre colinas circundantes, con una explanada abierta en el frente y la protección de un estrecho desfiladero boscoso que no permitía al enemigo envolver sus líneas. Este condicionante topográfico conjuraba la ventaja numérica indígena. La batalla pudo haber tenido lugar en un sitio indeterminado entre Londinium y Viroconium. Los britanos rebeldes formaban una línea imprecisa en media luna cerrada por detrás  por sus propios carros, que servían de cobijo a mujeres y niños, expectantes ante una presunta gran victoria. Los romanos se colocaron en la clásica doble línea en formación mellada. La línea más fuerte se situó en el centro (legionarios), con las tropas auxiliares en los flancos y las alas de caballería detrás.
  Boudica arengó a sus tropas y Suetonio Paulino hizo lo propio con sus tropas. Tácito pone los discursos de Boudica y Paulino justo antes de la confrontación final. Los ejércitos se acercaron el uno al otro, los insurgentes con muchos gritos mezclados con canciones de batalla, los romanos silenciosamente. Cuando los rebeldes estuvieron a tiro de jabalina, los romanos lanzaron sus armas a la señal dada y cargaron con velocidad, retirándose y dejando a la segunda fila en el frente, la cual repitió la misma acción. Al cabo de dos ataques los britanos habían sufrido enormes bajas. A continuación los romanos avanzaron en la formación de cuña y las legiones romanas, según Dión Casio, "se abrieron camino con facilidad a través de las filas contrarias. Los carros britanos se lanzaron hacia los arqueros romanos, pero entonces, sin la protección de los escudos, fueron pasto de lanzas y flechas. Finalmente la carga de la infantería hizo huir a los britanos rebeldes, cuya fuga fue impedida por sus propios carros y animales muertos, bloqueando su marcha hacia atrás. La batalla resultó ser una matanza y una victoria romana gloriosa, comparable con triunfos pasados. Según un informe casi ochenta mil rebeldes cayeron mientras que las víctimas romanas fueron aproximadamente cuatrocientas más un número ligeramente más grande de heridos".

La Figura de Boudica

  ¿Qué fue de Boudica? La persona que, según Dión Casio, llegó a conseguir que en un momento determinado la Isla entera se perdiera y lo que era más vergonzoso, todo debido a ella, una mujer. Según Tácito se envenenó, mientras que Dión Casio señala que se sintió enferma y murió, siendo enterrada secretamente con gran honor.
  De la identidad y personalidad de Boudica poco se sabe, simplemente es presentada como una mujer perteneciente a la realeza. Probablemente estaba en la tercera década de su vida cuando murió su marido, el rey iceno Prasutago. Es posible que fuera descendiente de una casa real, como indican tanto Tácito como Dión Casio.
  No es una simple viuda consorte, es una personalidad de gran relieve, dominante y líder. Es guerrera: conduce un carro de batalla en el que van sus hijas. Marcha a la batalla, arenga a las tropas y se pone al frente del ejército.
  A la hora de la lucha, según Dión Casio, las britanas no sólo eran iguales que los  hombres sino que además tenían el mismo coraje. Las fuentes recogen, por ejemplo, que defendiendo Anglesey figuraban unas mujeres salvajes. Boudica no es la única mujer poseedora de un gran poder político. Se ha apuntado que la posición eminente de la diosa Brigantia, invocada como Caelestis Brigantia en Corbridge, puede estar reflejando el alto estatus alcanzado por las mujeres en la sociedad celta de la isla principal.
  Habría en este sentido que matizar mucho, pero parece que entre los brigantes una mujer podía mandar, tener propiedades, divorciarse de su marido, dirigir ejércitos y ser aceptada como una fuerza a tener en cuenta. Tácito cita a su contemporánea Cartimandua y menciona una tercera «generala» de la que no da su nombre que dirigió a los brigantes contra un fuerte romano y una colonia entre los años 71 y 83 d. C. Probablemente fuera alguna sucesora de la propia Cartimandua.
  Lo descrito con anterioridad podría no ser excepcional en al menos algunos ámbitos celtas. Tácito comenta que los britanos no hacen distinción de sexo entre sus líderes. Por otro lado, Plutarco hablando sobre las virtudes de la mujer celta, informa de que las mujeres participaban activamente en las asambleas. Otros textos literarios contienen claros ejemplos sobre la participación activísima de la mujer entre los celtas. En estas referencias se incide en la fortaleza, valentía y preparación de las mujeres, las cuales luchan, demuestran su coraje, son crueles con el enemigo, y también son irascibles y sanguinarias. Amiano Marcelino en particular comenta el valor, indomabilidad y gran fuerza física de las mujeres galas, que eran tan formidables en la guerra como sus maridos.
  Tácito sitúa a Boudica sobre un carro enfrente de las tropas acompañada por sus maltrechas hijas y comienza afirmando que es usual entre los britanos luchar bajo el mando de una mujer actuando a lo largo de su discurso como una mujer ultrajada. En este sentido se han buscado paralelos en la violación de Lucrecia a cargo de Sexto Tarquinio, que condujo a la rebelión antimonárquica de Bruto y Colatino. Boudica también habla de la mala conducta imperial y del éxito de la revuelta, que califica de "iusta vindicta", concluyendo con la inquietante frase
"viverent viri et servirent", que parece anticipar su derrota.
  Roberts opina que la revuelta de Boudica sirve a Tácito, a modo de interludio y de excusa, para comentar más libremente la situación en Roma y las intrigas domésticas del principado de Nerón. Dicha situación está ejemplificada por el propio Tácito en los Annales un par de capítulos después cuando Pedanio Secundo es asesinado por un esclavo suyo y el Senado ordena la muerte de los 400 esclavos que formaban su familia
  Como señala Young, el discurso de Boudica en su condición de esposa, viuda y madre proporcionaría una ocasión excepcional ante una audiencia romana para exaltar la libertad y exponer la decadencia de los valores republicanos de la Roma del Principado, la presión de la máquina imperial y los errores en la época julio-claudia. Se podría calificar la figura tacitea de Boudica como un híbrido de matrona romana  —en parte maltratada— y de líder celta. Además, ejemplifica a la "dux femina" bárbara (expresión gramaticalmente incorrecta pero utilizada en la historiografía) y sirve para contrarrestar la decadencia de las mujeres imperiales de la dinastía julio-claudia. Ella actúa en el discurso taciteo de contrapunto a algunas de estas mujeres imperiales.
  Dión Casio, sin embargo, presenta a Boudica poco menos que como un monstruo  bárbaro, de acuerdo con la descripción física cuasi amazónica que nos hace de ella, incluso se recrea en las atrocidades cometidas por los britanos rebeldes en el bosque de Andate para recalcar de esta manera la brutalidad de su propia religión indígena. No obstante, se atisba cierta justificación en el autor debido a las indignidades romanas. Boudica ha descubierto la diferencia entre la libertad y la esclavitud, y clama luchar por la defensa de la libertad en una presentación reminiscente del mito del noble salvaje con una tierra previa a los romanos exenta de impuestos. Boudica carga sobre sus espaldas y las de los britanos la responsabilidad de
su situación debido a no haber expulsado antes a los romanos, lo que en cierto modo la hace más humana.
  Boudica, en la visión de Dión Casio, exhorta a las tropas a no temer a los romanos, esos que utilizan corazas, muros y trincheras para protegerse debido al miedo. A continuación realiza algunas referencias eruditas a mandatarias en otras sociedades y señala que ella no manda sobre los romanos, como lo hicieron Mesalina, Agripina y en su propio tiempo Nerón, quien con su comportamiento teatral prueba ser una mujer, en una muestra más de que el discurso está elaborado desde una mentalidad romana y por lo tanto ajena a las coordenadas de las ideas  britanas. Como contraste, Dión Casio presenta la sociedad de Boudica como si fuera un ámbito donde se comparte todo, hasta los placeres sexuales, sin barreras, mientras que los romanos merecen ser gobernados por un carácter como el de Nerón.

Una Cuidada Escenografía

  Es importante la escenografía de Boudica que se nos presenta. Sube a un lugar alto, viste con atuendo real (ropaje de gran colorido, manto, torques y lanza) y eleva su ronca voz. No se trata de una descripción cualquiera y es interesante no sólo para un historiador sino también para un mitólogo. Todos los detalles están meditados y contienen una enorme carga de simbolismos. Se trata de la aparición de una figura guerrera vinculada a la propia divinidad, por lo tanto se halla en un ámbito superior. Los torques de oro, por ejemplo, que se utilizaba como signo de nobleza y de un elevado estado social, pudo tratarse asimismo de un distintivo militar otorgado a los guerreros por sus hechos en batalla. Y era un atributo divino, ya que muchas representaciones de dioses celtas llevan una o más torques que, como Gordillo subraya, no podían ser una indumentaria habitual debido a su peso, no se pueden llevar demasiado tiempo y menos en la batalla, sólo en momentos muy determinados
  El arma que esgrime la reina icena también está celosamente elegida, la cual además Dión Casio deja para el final en la descripción de los símbolos que porta. No utiliza la espada, aunque es símbolo de lucha entre los celtas y tiene connotaciones de victoria en la batalla (recordemos la espada de Nuada en la mitología irlandesa o la utilizada por el dux hispano Olíndico, que era de plata e invencible). Boudica opta  por la lanza, tal vez porque se trataría de un símbolo mítico, sagrado y de venganza.
  La vinculación con la divinidad se consuma en su comunicación con la diosa Andraste, a la que invoca en plano de igualdad, «de mujer a mujer». Incluso se ha pensado que el nombre de Boudica no fuera su nombre personal sino quizás un título oficial o religioso recibido y asumido durante la primera parte de la rebelión y de gran significación para sus seguidores.
  Consideramos que hay muchas cuestiones y reparos respecto de la interpretación del texto de Dión Casio y más especialmente en relación a la identificación de la diosa Andraste, mencionada únicamente por Dión Casio y tan sólo una vez. Podría tratarse del mismo término que Andate, citada más adelante en la misma obra como una diosa. Thayer afirma que ella puede estar relacionada con Andarte, una deidad adorada por los voconcios de las Galias
  Como diosa de la adivinación, probablemente era requerida  para predecir los resultados de batallas y guerras. Similar en muchos aspectos era la diosa irlandesa Morrigan, relacionada con guerra, la muerte y la destrucción, pero que también representa la renovación, la muerte que da a luz una nueva vida, aspectos que se encuentran en el propio discurso de Boudica, y como ella es doncella, madre y viuda. Otra cuestión difícil es la interpretación del pasaje de Dión Casio en que Boudica  libera una liebre de su vestido. Se trata de una técnica de adivinación, un augurio obtenido de la dirección en la que se dirige el animal, similar a los métodos de adivinación romanos que atribuyen significado a las direcciones en que los pájaros vuelan, con el lado izquierdo siendo propicio y el derecho de mal augurio, pero no hay claros paralelos
celtas. Tampoco implica que la liebre fuera sagrada. Menos satisfactorio aún es pensar que se tratara de comparar a liebres y zorros con la lucha entre celtas y romanos, y resulta muy forzado asimismo el considerar la posibilidad de que, en realidad, Boudica hubiera lanzado la libre esperando que los romanos pudieran atacar al animal, provocando el correspondiente furor de la diosa.
  Afianzaría el carisma de Boudica y su relación con la divinidad su condición de sacerdotisa, pero no hay alusiones directas ni de tal posición ni actuación y mucho menos como saga, ya que como tal poseería dotes sobrenaturales y de adivinación con la capacidad de predecir el futuro y de realizar hechizos en la línea de Veleda, Aurinia, Ganna y otras mujeres de aquella época, de las que comentaba Tácito que, vinculadas con los dioses, «creen que hay en ellas una fuerza profética y santa, y no desprecian sus consejos, ni ignoran sus alocuciones». Boudica como persona dominante, guerrera y de poderosísimo atractivo se contrapone a otra mujer, la reina Cartimandua que mandó sobre los brigantes desde su sumisión a Claudio, la cual permaneció leal a Roma hasta el año 69 d. C., cuando fue destronada en una revuelta contra el poder romano comandada por su esposo Venutius

Final

  Tanto los pueblos hostiles como los que habían sido neutrales fueron acosados y sufrieron represalias después de conjurar el gran peligro del ejército comandado por Boudica. Para ello se trajeron de Germania 2000 legionarios. Tácito se apresta a separar la figura de Suetonio Paulino de los excesos cometidos por su ejército. En cualquier caso, por si no fueran pocas las calamidades de la derrota los britanos, al haber descuidado las cosechas, sufrieron una gran hambruna. Se sospecha que al cabo de algunos años una rama de los Icenos fue asentada en Venta Icenorum (Caistor-by-Norwich). Por lo que se refiere a la parte romana de Britannia.
  Tácito nos pinta una situación terrible de la cual se intentó salir procediendo a la reconstrucción de las civitates peregrinae en los diez años siguientes, y la arqueología revela que muchos lugares importantes funcionaban de manera activa nuevamente apenas tres años después de los hechos. Mientras, en Roma aprendieron la lección. El nuevo procurador de la provincia fue C. Iulius Alpinus Classicianus, seguramente un celta, miembro de la nueva aristocracia provincial que estaba tomando parte en la administración imperial, en su caso procedente muy probablemente de la región de Trier en Galia; él mismo animó a los britanos derrotados a resistir las exacciones en la esperanza de que el gobernador Suetonio Paulino fuera sustituido por otro más benevolente. Clasiciano mandó un informe negativo sobre el gobernador a Roma. Desde allí una comisión dirigida por el liberto Políclito vino a examinar la situación, y aunque Suetonio Paulino no fue relevado inmediatamente, a la menor oportunidad Roma le apartó del puesto. Clasiciano murió ejerciendo de procurador en Britannia y fue enterrado en Roma. Con respecto a los britanos, el siguiente gobernador, Petronio Turpiliano, que había sido cónsul el año de la revuelta, estuvo dos años en el cargo, durante los cuales mejoró las condiciones de vida y gobernó mucho más justamente sin aceptar represalias ni venganzas. Turpiliano obró, según se nos dice, logrando que el enemigo no provocara y que los romanos tampoco lo hicieran.
  La Legión XIV, por su comportamiento, recibió los títulos de Martia y Victrix, y la Legión XX el de Victrix. Suetonio Paulino, el terror de los britanos, después de ser gobernador según algunos autores modernos, fue premiado por Nerón cinco años después con un segundo consulado (aunque quizá se tratara de su hijo) y era todavía una prominente figura en el año de los cuatro emperadores, optando por el bando de Otón. A Turpiliano le sucedió Trebelio Máximo, que gobernó en Britannia desde el año 63 al 69, iniciando una efectiva romanización. Cuando Julio Frontino llegó como gobernador en el año 74, impulsó de nuevo la política neroniana de la conquista de Gales. La culminación de los ímpetus romanos se alcanzó a partir del año 78 con la incursión en territorio actualmente escocés por Agrícola, el suegro de Tácito, un Agrícola que había participado en la represión de la revuelta de Boudica como tribuno militar. Y queda por nombrar un individuo relevante para la historia de Roma, que sería emperador a partir de 79 d. C.: Tito Flavio, el mayor de los hijos de Vespasiano, que fue tribunus legionis en la época de la rebelión y pudo ser clave en la derrota de Boudica. En aquellos momentos tendría unos 22 años de edad y, aun siendo tan joven, debió dejar una profunda huella dado que Suetonio cuenta que le dedicaron muchas estatuas,  bustos y epígrafes en Britannia.

jueves, 11 de febrero de 2016

Mi viaje a Irlanda - Parte IV

  Tal como me lo había pedido Julieta traté de crear en la habitación del hotel el ambiente que deseaba para nuestro reencuentro. Esta vez sería mucho más íntimo y sin lugar a dudas ambos estábamos muy deseosos para que eso suceda. Varios meses habían pasado desde la última vez.
  Lo primero fue tratar de oscurecer la habitación lo más posible. El doble juego de cortinas ayudó bastante, pero al acostumbrarse la vista a la oscuridad se podía percibir que algo de luz se traslucia, lo suficiente como para identificar la ubicación de los muebles. Más no se podía hacer en ese sentido. Lo segundo fue ordenar las pocas cosas sueltas que estaban por ahí, para que la habitación no pierda su buen gusto.
  Sin más que hacer en cuanto a la ambientación, procedí a bañarme y afeitarme prolijamente, me perfumé un poco y desnudo me puse a pensar en el mejor lugar para esperarla. Debería ser un lugar en el que cuando Julieta abra la puerta de la habitación la luz exterior no me delatara. Por cierto, la puerta debería quedar sin cerrojo, para que ella pudiera entrar en cualquier momento, sin yo poder anticiparme. La habitación tampoco era tan grande y no me ofrecía muchas alternativas. El placard sería obvio, abajo de la cama imposible, porque era un sommier. Opté como mejor alternativa esconderme detrás de la puerta del baño, pero en qué momento esconderme si yo no tenía precisión de la hora en que Julieta llegaría.
  Especulé con que fuera alrededor de las 20:00 y a esa hora iría para el baño a esconderme. Así lo hice, pero al cabo de unos minutos, mis pies se comenzaron a enfriar por el piso mosaico, salí presuroso a calzarme unas pantuflas y volver al supuesto escondite. Varios minutos más pasaron, mis oidos estaban agudizados al máximo para tratar percibir cualquier ruido exterior, pero había muy poco movimiento. Todo mi cuerpo a cada minuto que pasaba se volvía más tembloroso, supongo que por la ansiedad y los nervios.
  Preguntas y posibilidades iban y venian de un lado a otro dentro de mi cabeza. Pensé varias veces en llamarla, pero el celular lo había dejando cargando la batería sobre la mesa de luz. Como si me fuera la vida en ello, evaluaba los riesgos y las posibilidades de que Julieta llegara y arruinarle sus planes. Por muy tonto que parezca, la situación se me estaba tornando desesperante. Si tan siquiera pudiera saber la hora en la que estaba viviendo, porque había perdido completa noción del tiempo, lo que para mí parecían horas, quizás solo hayan sido un par de minutos.
  En un estado ya incontrolable opté por salir nuevamente de mi posición, solo para ver el radio-reloj y lograr conformarme con una respuesta aunque sea; saber la hora. En ese preciso instante me pareció oir algo de actividad en el pasillo. Como dije antes, mis oidos estaban agudizados al máximo. Me quedo quieto, trato de recuperar el autocontrol y la calma. No me equivoqué, porque fue Julieta quien estaba entrando en la habitación.
  Silencio, tanto silencio que creía escuchar los latidos de mi corazón. El momento había llegado y si bien todo es un juego, cualquier jugador o deportista sabe perfectamente la adrenalina que se siente luego de la señal que da comienzo a la partida. Para nosotros esa señal fue el abrir la puerta.
  Sin verla pude darme cuenta que caminó hacia la ventana, sus pasos se alejaban de mi ubicación. Algo depositó en el piso, probablemente sus bolsos. Entreabre un poco la cortina, lo suficiente para que un filo muy delgado de luz entre en la habitación, justo por detrás de uno de los dos sofás individuales. Seguía el silencio por parte de ella y yo sin poder verla.
  Julieta comenzó a desnudarse por completo y se sentó en ese sofá que estaba delicadamente iluminado desde el exterior y rompió el silencio para hablar con un tono de voz y de una manera muy, muy sensual: "Mío, yo sé que estás por ahí, yo sé que me tenés miedo, yo sé que sabés que estoy muy hambrienta y pensarás que tengo planes terribles para vos. Desde que nos despedimos tengo la fantasía de la Leona y el venadito.Te diría que mis uñas y dientes están bien preparados para eso. Pero la Leona también quiere jugar un poco con el Bambi, quiere ser amistosa con vos y te propone una tregua, podés salir de tu escondite y venir a mí. Eso si, lo tenés que hacer gateando. Si no venis vos a mí, voy a tener que ir yo a buscarte y ahí voy a dejar de ser amistosa. Vos elegís."
  Nuevamente me siento desconcertado. Entre todas las cosas que pude haberme imaginado que podrían pasar, esta no se me pasó por la cabeza. Obvio que de quedarme escondido probablemente se sucederían algunos de los acontecimientos para los que ya estaba más o menos preparado mentalmente, pero la propuesta pacifíca suponía algo mucho más suave. Por otra parte era lógico después de tanto tiempo de no vernos.
  "¿Y qué vas a hacer? ¿Vas a salir o debo ir a buscarte?" Preguntó como si mi tiempo para responder ya se hubiera agotado. Gateando me fui hasta su ubicación. El contraluz no me dejaba verle el rostro. "Veni, acercate más", dijo ella en tono amistoso y golpeando con la palma de la mano uno de los lados del sofá. Así lo hice, se inclinó hacia mí y me dió un beso largo y profundo, yo a cuatro patas y ella desde la altura y la comodidad del sofá.
  "Hace mucho tiempo que no me sentía con tanta autoridad y control. Hasta el momento, solo con vos pude lograrlo realmente y ahora el destino por alguna razón nos volvió a encontrar acá en Irlanda. Un lugar muy especial para mí y con vos a mi lado y a mi merced seguramente se puede convertir en algo mucho más placentero todavía. Aunque quizás para vos no", dijo Julieta con un tono de voz suave. A lo que respondí "Haré todo lo que pueda" y ella remató "Ya sé que así lo harás".
  Con sus dos manos llevó mi cabeza a sus pechos, como ordenando que se los besara y les dedicara atencion, no pasó mucho tiempo que me despegó de ellos, me dió otro beso y sin soltarme en ningún momento me bajó a su vientre. Luego de un tiempo sometido a esa posición, reconozco que se me hacía difícil respirar, pero por sus contorciones parecía ser que lo estaba disfutando y que yo lo estaba haciendo bien. Sus manos sueltan mi cabeza, inclina su cuerpo hacia adelante y siento sus uñas clavadas en mi espalda, suviendo y seguramente marcando surcos.
  Entonces ella se pone de pie, gira y con las manos se apoya en el respaldar al mismo tiempo que pone un pie sobre el sofá. Queda claro que está ofreciéndome su cola para ser bien atendida. Ella con una mano comienza a masajear su clítoris en diferentes sentidos y con diferentes ritmos.
  Pasado un tiempo, me lleva a la cama, poniéndome boca arriba, inmediatamente se sienta de frente sobre mi cara, siento su delicioso sabor, tan perdido estoy, que me olvido de respirar. Pero ella está atenta a todo y se despega un poco, acaricia mis orejas, espera que me recupere y ataca de nuevo. Esta vez tapándome la nariz con una mano, he inmovilizando mi cabeza con la otra. Esa rutina la repitió varias veces, hasta que se apiadó de mí.
  Fue así que deslizó su cuerpo hasta mi entrepierna, la cercanía de su sexo al mío fortaleció mi erección, pero no podía penetrarla, porque mi pene estaba por delante de su pelvis. Su boca buscó la mía, parece que ella también quería probar sus sabores y luego me susurró "Lo estás haciendo bastante bien ¿Querés parar? Mirá que se viene lo mejor". No sé porqué nuevamente me quedé en silencio. Pero ella se enderezó y con una de sus manos llevó mi pene contra su clítoris y jugueteó con ambos, mientras parecía esperar mi respuesta.
  Así fue que dije "Hacé conmigo lo que quieras". A lo que ella respondió "No vuelvas a decir eso, porque te puede ir muy mal y yo te dije que esta noche la Leona quiere jugar un rato con vos y nada más. Voy a hacer de cuenta que no escuché nada y que simplemente tu respuesta fue un si".
  Terminó de decir esas palabras y se introdujo mi pene en su humeda y cálida vagina. Apoyó sus manos sobre mi pecho y desde ahí realizó movimientos suaves ascendentes y descendentes como así también circulares. No puedo precisar lo que pasó, pero fue como si ella fuera entrando en trance. Sus ojos se cerraron y se mantuvo en esa práctica por más de 20 minutos, sin alterar casi en absoluto el patrón de sus movimientos y al ritmo de sus gemidos sus uñas se clavaban en mi pecho ¿Cómo una mujer podría transmitir tanto placer?
  Mi desconcentración hizo que mi erección se debilitara y como consecuencia ella tuviera que detenerse y cambiar de planes. La culpa me inundaba, pero ella lo disimuló muy bien y no me pasó factura por eso. Sino que por el contrario puso más atención en mí. Se deslizó más hacia mis pies y sus manos junto a su boca hicieron magia. Le llevó un poco de tiempo, pero lo lograron. Fue así que giró para que dibujáramos un 69. Mi eyaculación no se hizo esperar cuando sus manos apuraron el ritmo, ella acabó algunos segundos después pero hasta ese momento sus manos nunca se detuvieron, ordeñando hasta la última gota.
  Sus manos se convirtieron entonces en espátulas que desparramaron todos mis fluidos sobre mi pecho, para que luego limpiara uno a uno sus dedos a medida que los iba metiendo en mi boca con total parsimonia.
  "Viste que cumplí con mi palabra y solamente jugué con vos un ratito" me dijo como dándome a entender que el juego había terminado. Se levantó de la cama y me preguntó "¿Estás en condiciones de acompañarme a la ducha?", mientras tendía una de sus manos hacia mí. Yo me tomé de ella y con mis piernas temblorosas la seguí.
  Cuando abrió la ducha, sentí la necesidad de abrazarla fuerte por detrás, como si quisiera fundirla en mi pecho y así lo hice, entonces ella reclinó su cabeza hacia atrás y con sus brazos envolvió los míos. Nos quedamos un buen rato así, hasta que ella me ofreció el jabón y en lo personal creo que ese fue el momento en el que la fantasía terminó.
  Luego de secarla con todo cuidado, nos recostamos en la cama y nos pusimos a planificar el mejor recorrido para el próximo día. Ella tenía armado un programa algo diferente al mío para cada día y solo sería cosa de encuadrar todo apropiadamente y optar por las mejores alternativas.
  Antes de dormirnos, ambos habíamos recuperado algo de fuerzas y nuevamente nos entregamos al hermoso arte de hacer el amor.