domingo, 30 de agosto de 2020

Hablemos un poco de inmoralidades

  Días anteriores por cuestiones propias de los juegos de rol, del FemDom y del BDSM en general, caímos o nos encontramos en la disyuntiva de redefinir la inmoralidad de nuestros actos al estar en roles.
  Para ello lo primero sería acordar una idea de lo que entendemos por “inmoral” y de que estamos hablando realmente. Seguramente muchos de nosotros usaremos la moral para medir algo, pero les aseguro que el patrón de medidas será muy diferente entre unos y otros. De ahí la razón de hacer este estudio personal y compartirlo con ustedes en el Blog.
  Inmoral es ese adjetivo que se utiliza comúnmente para hacer notar los comportamientos, las personas o las cosas que están o se oponen a la moral.
  El paso siguiente será tratar de acordar que entendemos por “moral”. A lo que diremos que es ese conjunto de valores, costumbres, creencias y normas que tiene una determinada comunidad o una persona y que tratan de guiarse o regirse a través de ella como seres sociales que somos. Un ejemplo podría ser: Hacer ostentación de riquezas en una comunidad de personas pobres es inmoral – otro punto sería acordar lo que entendemos por riquezas y pobrezas, pero será tema a tratar en un trabajo futuro –.  Es inmoral en otros casos no asistir a los servicios religiosos, el no pago de los diezmos, el usar maquillaje, el vestir con tales ropas, etc.  O sea, que nos queda claro que la inmoralidad, por lo tanto, depende de múltiples factores, desde los culturales y religiosos, hasta los generacionales.
  Enfocándonos ahora un poco más en nuestras prácticas FemDom, podríamos decir que socialmente se ven mal y en otros lugares son directamente censuradas o castigadas. Ni hablar de las persecuciones que se dieron décadas anteriores a aquellas personas marcadas como inmorales. La gran mayoría de ellas se fundamentaban en las coincidencias de los grupos religiosos en contra de las libertades sexuales de las personas. Otras se originan a través de las fobias que de una u otra forma nos fueron imponiendo nuestros padres o instituciones educativas. Los ataques contra la música, el cine, las pinturas, obras de teatro, esculturas o cualquier otra manifestación artística por los órganos de control y poder contra estas expresiones también van definiendo lo que un colectivo acepta como moral o no.
  Ahora que mínimamente tenemos una idea del cómo nos imponen la moralidad y de lo que se espera de nosotros en cuanto al comportamiento que tengamos como individuos, o en la transmisión de esos valores a las próximas generaciones. Que es a través del miedo de arder en el infierno, de ir a la cárcel, de no ser aceptados socialmente o incluso ser expulsados del núcleo familiar que nos auto reprimimos y vamos por la vida como robots perfectamente programados obedeciendo muchas veces postulados que hasta incluso van en contra de la naturaleza humana.
  En este punto creo que merecen ser citadas las palabras de Judith Viudes: "No olvidemos que somos seres sexuales desde que nacemos hasta que morimos. Al menos deberíamos tener el derecho a recibir una educación sexual veraz y científica que nos acompañe a lo largo de nuestra vida".
  Pasemos ahora al micro mundo de la pareja y las personas, donde lo que pueda ser bueno y divertido para uno, sea malo y aburrido para el otro. Incluso vamos a decir que lo que es normal, natural o innato para uno, para nuestra pareja sea algo malo o irrespetuoso. Nuevamente se ponen sobre la mesa nuestros valores morales, filosóficos, religiosos y la visión personal que tengamos del sexo, la sexualidad y el erotismo. El rol o comportamiento del hombre y la mujer dentro de la intimidad están más reglamentados de lo que nosotros a simple vista creemos. Un hombre tiene ciertas licencias y permisos que la mujer no tiene, o no está bien visto que un hombre o una mujer hagan tal o cual cosa en la pareja ¿Dónde está la norma correcta o conveniente de vivir para lo que no está regulado? Pero que sí está contaminado o podrido en nuestra cabeza desde la cuna, por ejemplo: con eso de celeste y rosa, cochecitos o muñecas, etc.  
  Es muy inmoral que una mujer heterosexual comience a descubrir sus gustos sexuales teniendo relaciones sexuales con un hombre diferente cada semana (años atrás debía llegar virgen al matrimonio y de esa manera sí tener el derecho de poder casarse de blanco). Y lo normal sería que esto suceda después de los 18 años y de hacerlo antes con alguien mayor de 18, lo expone a este a enfrentar cargos por un presunto abuso de menores ¿Qué placer y qué aprendizaje podría darse en esos escenarios? No soy científico, ni especialista en sexualidad, simplemente planteo en voz alta o en este escrito, lo que desde mi ignorancia me viene a la cabeza.
  Volviendo al caso de nuestra joven mujer heterosexual, a mi entender, lo normal o natural sería que ella pueda vivir con plena libertad su sexualidad. No hay nada anormal o reprochable al hacerlo ya que es su propia decisión el querer vivir de esa manera y compete a su esfera íntima.  
  La moral es uno de esos elementos inventados por el ser humano, que pretenden regir nuestras vidas como si se tratara de verdades irrefutables, incluso afirmando que muchas de ellas son directamente provenientes del mismo Dios y que por él le fueron impuestas a todos los hombres y mujeres, sin dar lugar incluso a otras manifestaciones en la naturaleza del ser humano.
  En algún punto no piensan ustedes que esto de la moralidad no es otra cosa que un plan macabro y retorcido que lleva milenios y que siempre trató de imponerse a toda costa, ya sea por medio de la coerción, coacción y la fuerza.
  Si nos consideramos realmente libres y pensantes, nos bastará con tan solo advertir que si una misma acción puede ser catalogada de inmoral en una cultura y de aceptable en otra para comprender rápidamente que se trata de un concepto absurdo y caprichoso. Pienso que siempre que nuestro comportamiento no vaya en contra, no atente o no invada la libertad de los demás. Todos los seres humanos deberíamos tener el pleno derecho a hacer lo que quisiéramos con nuestros cuerpos y nuestras mentes.
  Voy a aumentar la apuesta ¿Qué puede llevar a una persona a criticar severamente las acciones de otra? Si las cosas que esa persona hace y de las cuales disfruta, no tienen impacto o repercusión alguna en aquella que la está criticando. Pienso que esto principalmente puede deberse al miedo, o el no querer perder posesión y control sobre los sometidos. Esto me lleva a hacer otra pregunta ¿No es más inmoral callar y ocultar todo aquello que nos da miedo, lo que no entendemos o no nos animamos a descubrir o probar, para etiquetarlo directamente como algo malo?
  Nos queda claro que la bondad y la malicia son los dos extremos que nos sirven para medir las acciones de una persona y más o menos así poder determinar cómo calificarlas. Sin embargo, en el habla cotidiana no es tan común que la moral aparezca en descripciones o narraciones de los hechos criminales, como sí se lo hace al reconocerla en una obra de arte, una canción, una relación homosexual, en las prácticas del BDSM o del FemDom. Dos hombres o dos mujeres que caminan de la mano por un parque son inmorales, y así también lo era la joven mujer libre que mencioné anteriormente.
  Mis estimados amigos lectores ¿No hay mucha ironía en eso de las buenas costumbres y la moralidad? ¿Por qué la moralidad no se manifiesta en favor del respeto a la naturaleza, los animales, ni a favor del respeto hacia los demás seres humanos? ¿Por qué esa moralidad no busca una igualdad de derechos y condiciones para todos?

 

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