Bienvenidos a este rincón FemDom de Mi Reina “Lady Eros” y Mío (quien escribe). Humildemente pretendo desde aquí revalorar a la mujer y adorar con todo mi ser a la que finalmente me aceptó. La idea es compartir buena información, relatos propios, ajenos y lo necesario para ayudar a quienes deseen correr los límites de sus fantasías inclinándose por el camino del FemDom y el BDSM, pero siempre con la idea de ser guiados por una mujer. Se agradece tener mente abierta y respeto por los demás.
jueves, 6 de abril de 2017
martes, 4 de abril de 2017
¿Cómo hago para decirte adiós?
Mi Reina, no tengo el valor de decirte adiós
¿Será porque te sigo queriendo?
¿Cómo hago para decirte adiós?
Si sé que todo mi ser nunca podrá olvidarte
Muchas veces me pregunto si en estos 8 años me quisiste,
tal vez era yo quien no te quería debidamente.
En mi opinión nos quisimos demasiado los dos;
todo fue muy lindo, apasionado y loco,
pero terminó en algo muy triste y ahora distanciados.
En aquel día de San Valentín,
había sembrado con todo cariño un campo de amor para vos
pero no maduró a tiempo o será que se malogró muy pronto.
Entonces ¿Cómo hago ahora para medir cuánto te amé?
Si nunca llegué a cosechar lo sembrado.
Sólo me queda tu mirada profunda y esa pícara sonrisa
atesorada por siempre en el baúl de mis recuerdos.
Mi corazón me hace saber que, desde aquella separación,
empecé a amarte de una forma que jamás había amado antes.
Sé que debería decirte adiós y soltarte,
pero el tiempo que me quede en este mundo
me lo pasaría pensando en vos y rogando
que después de mi muerte se cumpla tu promesa
de ser en la otra vida una hermosa historia de amor,
porque hasta ahora vos fuiste lo mejor de mis días.
¿Será porque te sigo queriendo?
¿Cómo hago para decirte adiós?
Si sé que todo mi ser nunca podrá olvidarte
Muchas veces me pregunto si en estos 8 años me quisiste,
tal vez era yo quien no te quería debidamente.
En mi opinión nos quisimos demasiado los dos;
todo fue muy lindo, apasionado y loco,
pero terminó en algo muy triste y ahora distanciados.
En aquel día de San Valentín,
había sembrado con todo cariño un campo de amor para vos
pero no maduró a tiempo o será que se malogró muy pronto.
Entonces ¿Cómo hago ahora para medir cuánto te amé?
Si nunca llegué a cosechar lo sembrado.
Sólo me queda tu mirada profunda y esa pícara sonrisa
atesorada por siempre en el baúl de mis recuerdos.
Mi corazón me hace saber que, desde aquella separación,
empecé a amarte de una forma que jamás había amado antes.
Sé que debería decirte adiós y soltarte,
pero el tiempo que me quede en este mundo
me lo pasaría pensando en vos y rogando
que después de mi muerte se cumpla tu promesa
de ser en la otra vida una hermosa historia de amor,
porque hasta ahora vos fuiste lo mejor de mis días.
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