Hace poco descubrí
un sitio excelente en Internet llamado “Dominación Femenina.org” y personalmente
hasta la fecha, lo calificaría como uno de los mejores que he visto. De ese
sitio y para todos aquellos que tengan interés en el FemDom. En una de sus últimas
publicaciones con fecha 2 de abril de 2014 la Sra. Luz Carime Vargas hizo la
siguiente publicación que no tiene ningún desperdicio:
Mi nombre es Luz
Carime Vargas, tengo 52 años y soy de Cali, Colombia. Hace 11 años estuve
separada de mi esposo, que tiene 7 años más que yo, por poco más de 1 año,
porque él era muy celoso y trataba de controlarme.
Estoy escribiendo
este artículo para todas aquellas mujeres que, como yo en ese entonces, quieran
asentarse más firmemente como las Reinas de sus hogares luego de que sus
esposos aceptaran convertirse en sus esclavos.
Después de 10 meses
de separación, él me empezó a rogar que aceptara que nos volviéramos a juntar.
Al final ofreció que si aceptaba yo sería la jefa indiscutida del hogar. Me
dijo que nunca más preguntaría a dónde había estado, ni con quién, ni trataría
de controlarme en ninguna forma. Como no lo acepté, a los pocos días volvió con
otra oferta: si lo aceptaba no solo no me volvería a tratar de controlar sino
que me cedería toda la autoridad en la casa y en adelante obedecería todas mis
órdenes y me serviría en lo que quisiera.
Luego de pensarlo un
poco, le respondí que lo aceptaría, si es que además de reconocerme como la
jefa del hogar, tratarme con el respeto debido, obedecerme y servirme, estaba
dispuesto a ser mi esclavo en todo. Aceptó de inmediato, y a partir de ese día
hemos ido avanzando por ese camino hasta que hemos llegado al punto en que
verdaderamente puedo decir que yo soy la Reina de la casa y él es mi esclavo.
Al principio, cuando
nos volvimos a juntar, no hubo grandes cambios excepto que dejó de tratar de
controlarme y se volvió muy atento en la cama. Antes él se había concentrado
solamente en su propia satisfacción sexual, pero desde que nos volvimos a
juntar se esforzaba por darme placer aun cuando al hacerlo él no obtuviera
ninguno.
Mi interés por la Dominación Femenina
Yo me interesé por el tema de la dominación femenina y fui investigando sobre ello en Internet, de manera que con los años me volví una experta.- Lo primero que la nueva Reina debe recordar es que la sumisión de su esposo viene del amor. Quiere hacerla feliz porque la quiere profundamente, pero no tiene forma de saber cómo hacerlo si ella no le enseña.
- Lo segundo es que enseñarle no será suficiente. Él necesita que su Reina lo entrene, porque ser esclavo es difícil y hasta el esposo más enamorado y bien intencionado será un mal esclavo, a menos que su Reina invierta tiempo y esfuerzo en entrenarlo.
La estructura es la clave del éxito cuando se trata de
entrenar
Debes condicionar a
tu esposo para que haga ciertas cosas sin que tú tengas que decírselo. También
debe llegar a convencerse, de que desobedecerte o desagradarte tendría consecuencias
muy serias para él. Él tratará de evitar esas consecuencias comportándose como
tú quieres.
Hay un orden ideal
en el proceso de entrenar a tu esposo. Si ya te has embarcado en la tarea y no
lo has estado siguiendo, no te preocupes. Sigue haciendo lo que ya estabas
haciendo mientras incorporas los pasos que describo más adelante.
Una vez que tengas
un orden firmemente establecido, pasa al siguiente. De este modo corregirás y
reforzarás lo que ya has hecho en el pasado.
Estos son los pasos:
- Hazte cargo de su vida sexual.
- Dale reglas claras para que las siga sin dudar.
- Condiciónalo a cumplir tareas siguiendo rutinas.
- Controla su cumplimiento de tus reglas y sus rutinas.
- Imparte disciplina de manera firme, regular y consistente.
- ¡Disfruta de la vida como Reina de tu hogar!
A cargo de su vida sexual
Esto es lo primero,
porque si controlas el pene de tu esposo, lo controlas a él. Un hombre a quien
se le niega el orgasmo y que está sexualmente frustrado es atento y sumiso,
pero el que está satisfecho sexualmente, es ocioso e irrespetuoso.
Comprenderlo y
actuar en consecuencia es clave para la relación de Reina a esposo sumiso que
estás tratando de lograr.
Como Reina necesitas
practicar la negación del orgasmo a tu esposo, que lo mantendrá en un estado de
máxima sumisión. La Reina que permite a su esposo un orgasmo por día, la que
piensa que uno por semana es suficiente y todas las que están entre las dos,
tienen razón. Hay quien dirá que uno al mes está bien. Cada hombre es distinto,
y tienes que determinar el periodo ideal de negación para mantener el deseo de
tu esposo de servirte en el máximo.
Se está difundiendo
cada vez más, una regla que dice que por cada diez orgasmos de la Reina, se le
puede conceder uno al esposo. Pero recuerda que en caso de duda es mejor
hacerlo esperar más. Esto lo mantendrá en un estado de sumisión y servicio
constante, sabiendo que complacer a su Reina en todo, es su única oportunidad
para aliviar su frustración sexual.
Hay un beneficio
adicional. Negar orgasmos a tu esposo, te hará sentir un poder que nunca antes
has sentido antes. Cuando él te satisfaga sabiendo que su satisfacción sexual,
como todo lo demás, te pertenece a ti solamente, sabrá que amarte es pensar
únicamente en tu placer y no el suyo, eso será lo único que le debe importar.
Reglas claras – La castidad
Si permites a tu
esposo la oportunidad de masturbarse, pierdes el control de su vida sexual. No
debes permitirle acceso a su pene, y de ser posible, ni siquiera a tener una
erección sin tu consentimiento, porque no tiene derecho a ningún placer sexual,
él existe solamente para darle placer a su Reina.
No dejes las cosas a medias en este aspecto. Toda
mujer que quiera seriamente ser la dueña de su esposo, debe ejercer la negación
del orgasmo de manera inflexible y por periodos prolongados.
Hay muchos
dispositivos en Internet para eso y el más popular es el CB3000. Muchas mujeres
mantienen a sus esposos bajo llave de manera permanente con estos dispositivos,
que se pueden usar incluso bajo el traje de baño.
Tu esclavo sexual
Ya que controlas la
vida sexual de tu esposo, también deberías usarlo para tu propio placer. No hay
mejor experiencia que hacer que te satisfaga oralmente, mientras está bajo
llave en negación total, incapaz incluso de tener una erección, y consciente de
que lo puedes mantener así por el tiempo que quieras.
La intensidad del
sexo para la Reina, sobrepasará casi cualquier experiencia, maximizada por su
control absoluto sobre la experiencia sexual de su esposo. Él aprenderá a hacer
exactamente lo que ella quiere, como ella lo quiere y con el mínimo de órdenes
por parte de su Reina, permitiéndole relajarse y disfrutar plenamente de los esfuerzos
de su esposo.
Él debe entender que
solo el máximo esfuerzo es aceptable y que si su Reina no queda totalmente
satisfecha con su servicio, será castigado. Como Reina, tú debes exigir que
haga lo mejor que pueda en todo momento. Si no lo hace, no debes dudar en
disciplinarlo.
Esto es parte de su entrenamiento y pronto
aprenderá a comportarse de tal modo que los castigos se harán innecesarios, de
manera que puedas relajarte y disfrutar del sexo del modo que mereces como la
Reina que eres.
Inicialmente, la
lengua de tu esposo debe ser entrenada para estimularte de acuerdo a tu estado
de ánimo. Tiene que aprender a responder correctamente a órdenes como: “más
lento, más rápido, más arriba, más abajo, más firme, etc. Recuerda que necesita
instrucciones detalladas para aprender cada rutina a emplear, antes de que
puedas relajarte y disfrutar las sensaciones.
Si la Reina permite
a su esposo llegar al clímax, siempre debe hacerlo lamer su esperma de su
vagina, o de donde sea que haya quedado, hasta la última gota. Al principio,
con toda seguridad se va a resistir, porque su sumisión prácticamente
desaparece inmediatamente después de eyacular. Su Reina debe mantenerse firme y
hacerlo recoger y consumir hasta lo último. Esto lo hará volver de inmediato al
estado de sumisión en que lo queremos mantener.
Cada vez que ruegue
que no lo obligues o se demore más de lo razonable, debes disciplinarlo, hasta
que llegue a entender que no solo lo va a tener que hacer de todos modos, sino
que lloriquear o demorar lo único que le trae es sufrimiento adicional.
Control del cumplimiento de las reglas
Para que el
entrenamiento tenga éxito, tu esposo debe quedar condicionado a obedecerte y
pensar por sí mismo, solo en raras ocasiones. Por lo tanto, no debes dejarle
muchas oportunidades de tomar decisiones en la vida diaria.
Para ello, necesita
reglas muy claras y detalladas. Hay muchos ejemplos en Internet, pero lo mejor
es que puedas crearlas tú misma, pensando en cómo quisieras que él se comporte
bajo diversas circunstancias de la pareja y lo mejor es ponerlo por escrito.
Recuerda incluir una
regla que diga que siempre puedes agregar, eliminar, cambiar o suspender
cualquier regla, y que solo tú puedes interpretar el correcto significado de lo
que está escrito…
Las rutinas
La estructura es la
base de todo programa de entrenamiento exitoso. A través de rutinas, la Reina
puede entrenar a su esposo para que desempeñe tareas repetitivas. Para ello es
muy importante empezar analizando cada servicio que exijas de tu esposo y poner
la rutina por escrito, tanto para tu propio beneficio, como para el suyo en
caso que se le olviden detalles. Hazlo practicar, y cada vez que se equivoque,
disciplínalo hasta que aprenda a ejecutar el servicio exactamente como lo has
establecido.
Sigue el
entrenamiento sin hacer concesiones y cuando lo termines, podrás disfrutar a lo
grande. Es posible que quieras variar estas rutinas según tus preferencias,
pero es importante que empieces por escribirlas (o dictarlas para que él las
escriba), para que todo este supremamente claro y puedas hacer cambios más
adelante si lo deseas.
- Despertar a la Reina: Tu esposo te debe despertar exactamente a la hora que le indiques. (Si no lo hace tarde, debes disciplinarlo.) Se arrodilla en el piso y te despierta besando tus pies. Para ese momento, él está afeitado (por arriba y por abajo) y duchado y tu desayuno está listo y esperándote. Cuando te levantas, te pone las zapatillas y la bata.
- Bienvenida a la Reina: Tu esposo debe estar duchado, listo y esperando para darte la bienvenida al menos 30 minutes antes de la hora en que se espera que llegues. Está en el recibo en el momento que abras la puerta. Se arrodilla, besa tus pies y toma lo que sea que estés cargando. Prepara y te sirve una taza de té. Mientras lo tomas, te quita las botas, besa tus pies y los masajea hasta que le indicas que pare. Luego permanence de rodillas, esperando de tus instrucciones.
- Respuesta a Llamadas: Cuando lo llames (puedes usar una campana) toma nota de cuanto demora en llegar. Tiene diez segundos. Cualquier demora será castigada (un cinturonazo por cada segundo de tardanza, por ejemplo).
- A la Hora de Acostarse: Tu esposo levanta las sábanas y se arrodilla a un lado de la cama. Luego de cubrirte te alcanza el cuaderno de control y anota los puntos que le asignes.Pide perdón por sus faltas del día, te agradece por los puntos de demérito y bonificación otorgados y regresa el cuaderno a su lugar. Luego se vuelve a arrodillar, listo para servicio sexual en caso que su Reina lo desee.
Algunas mujeres pensarán que estos detalles son exagerados y
muy complicados, pero ilustran cómo debe entrenarse al esposo para que pueda
servirte como lo deseas. No debe quedar espacio para que tu esposo decida por
sí mismo qué hacer (ni que no hacer), y esta es la clave del entrenamiento
exitoso. Por ejemplo, una vez que tu esposo quede convencido de que
recibirá un golpe del cinturón por cada segundo de retraso cada vez que esté
tarde, sin excepción, te aseguro que será muy inusual que se vuela a retrasar.
El esposo bien entrenado sabe exactamente cuáles son los
requerimientos de su Reina para cada una de sus tareas. Le va a tomar un tiempo
llegar este nivel de entrenamiento, pero cuando llegue habrá valido la pena el
esfuerzo. Una vez completamente entrenado, tu esposo te servirá
exactamente como tú lo exiges y una vez en este nivel, la vida será muy
relajada para ti como la Reina.
El control del cumplimiento
Es necesario tener un sistema de control del desempeño de tu
esposo y producirlo debe ser una de sus tareas. Probablemente el mejor sistema
sea el de puntos de demérito. La Reina puede otorgar estos puntos en cualquier momento si
esta insatisfecha por el comportamiento o el desempeño de su esposo. Él ingresa
los puntos en un cuaderno y lleva el total acumulado de manera continua. El
sistema también puede usarse para otorgar puntos de recompense que tu esposo
podría ganarse por servicio excepcional.
El sistema de puntos producirá una mejora notable en el
comportamiento de tu esposo en público, que es cuando tenderá a olvidarse de su
posición. Él sabrá que su servicio está siendo observado de forma discreta y
evaluado en presencia de otros sin que su Reina diga una sola palabra. La Reina
le dará los puntos esa noche, cundo ella y su esposo estén solos.
Al final del periodo designado (generalmente una semana), el
esposo debe presentar el cuaderno de control a su Reina. Entonces ella decidirá
la acción correctiva que se requiera para incentivar a su esposo a mejorar. Por ejemplo, cualquier infracción, tardanza, demora en
obedecer, falta de atención a las rutinas, falta de respeto, etc. podría
ganarle a tu esposo 10 puntos de demérito. Si se comporta excepcionalmente
bien, tal vez le quieras dar 5 puntos de “bono” que se restan do los de
demérito.
Al final de la semana, podría recibir el número de latigazos
o cinturonazos que corresponda a su puntaje, y/o cualquier otro castigo que
decidas darle. Además, si le permites un orgasmo cada dos semanas y acumula 120 o
más puntos de demérito en dos semanas, no tendrá orgasmo y tendrá que esperar
otros catorce días para ver si le concedes uno entonces. Con este sistema vas a
tener un esposo muy servicial, humilde y obediente.
Como parte de su rutina de la hora de acostarse, debe
presentarte cada noche el libro de control
para que lo evalúes y le otorgues los puntos que consideres adecuado. Si
se olvida de presentarte el cuaderno, automáticamente son 10 puntos. Si se
olvida de cualquier tarea diaria también son 10 puntos además de cualquier castigo que quieras darle
en el momento.
Al final de la semana la Reina informa a su esposo cuál es
su evaluación e imparte acciones correctivas. Estas podrían consistir de
castigos de larga duración, dependiendo del número de puntos que se hayan
acumulado. Por ejemplo: No cenar por varios días - Solo agua para tomar y solo a
la hora de las 3 comidas principales, por varios días - Cadena corta entre los
pies - Latigazos o
cinturonazos (de pronto uno por cada punto, o por cada 5, según tu criterio),
etc.
Los castigos - La Disciplina
Cuando se convierta en esclavo, tu esposo se sorprenderá al
descubrir que pasar horas en una jaula o encadenado a la pared no es divertido. La excitación de estar en la jaula desaparecerá rápidamente,
pues es aburrido e incómodo.
El esposo que ha aceptado a su esposa como su
Reina comprenderá muy pronto que la disciplina es parte importante de su vida y
que debe someterse a todo castigo que le imponga su Reina. Le va a doler, a veces mucho, pero no tendrá derecho a
reclamar. Saber que va a sufrir si no sirve a su Reina como debe, es el máximo
motivador y es el único modo de llegar a la perfección.
La otra clave es la consistencia, un esposo sujeto a un
régimen consistente de disciplina aprenderá mucho más rápido y se desempeñará
mejor que aquel cuya Reina tenga normas y exigencias variables. La Reina debe controlar cuidadosamente el servicio de su
esposo. Si no lo hace, su nivel de desempeño irá bajando y al final la Reina
quedará totalmente insatisfecha.
Al principio yo tenía reparos en castigar a mi esposo,
porque todavía lo veía como a un igual. Ahora sé que eso era un error. Mi
principal consejo a todas las mujeres es que entiendan que ya no son iguales y
que el dolor que le causen a sus esposos, desaparecerá muy pronto y no deben
tener miedo de causarlo. Tu esposo no está hecho de vidrio y no se va a romper.
Si te golpeas el dedo gordo del pie te duele por un minuto y
luego el dolor se va, pero ya aprendiste a evitar la pata de la mesa. No temas
darle a tu esposo la disciplina que necesita, pues el dolor pasa muy pronto y
lo que importa es la lección de largo plazo.
También es recomendable castigar faltas de inmediato con una
bofetada en la cara. Esto pone al esposo psicológicamente en su lugar y tiene
el efecto inmediato de reforzar su sumisión. Los castigos deben incluir el bastón o el cinturón pero no
tienen que limitarse a ellos. Hay otros castigos muy efectivos que son muy
desagradables, hacen la vida del esposo más difícil y le enseñan una lección
que no va a olvidar, por ejemplo:
- Para cada sonido que salga de la boca de tu esposo y no quieres escuchar, (faltas de respeto, pretextos por mal desempeño, etc.), lávale la boca con jabón o amordázalo por 6 horas (esto implica no comer – tal vez un trago de agua luego de 3 horas).
- Por mal servicio en la mesa, pan y agua por 24 horas o comida líquida fría por varios días.
- Por fallar en complacerte sexualmente, podrías limitarle sus eyaculacones.
Estos castigos son inofensivos pero muy desagradables para
el hombre. Él sabía que su vida no iba a hacerse más fácil cuando aceptó ser tu
esclavo y los castigos lo convertirán en un mejor esposo.
Disfruta de la vida
Hay mucho más, pero sigue las sugerencias de arriba y
empieza a disfrutar de tu vida como Reina. Con el tiempo y la experiencia sabrás que cosas agregar o
cambiar.
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