domingo, 28 de agosto de 2016

Las mujeres imperfectas



  El escrito que voy a compartir a continuación, es un pedido especial con la intención de llevar un poco de amor y autoestima a todas aquellas mujeres que se consideran imperfectas. Cosa que me cuesta aceptar desde lo personal, porque para mí todas son perfectas y de no ser así, los seres humanos en general somos perfectibles. De más está decir, que considero al FemDom como mi medio favorito para lograr esa perfección.


  Las mujeres imperfectas deben amar sus cuerpos, sus lunas y sus cielos, con todas sus peculiaridades tesoros y misterios.
  Las mujeres imperfectas deben mostrar con orgullo y honor las arrugas como así también sus cicatrices, porque esas son las marcas que les recuerdan que fueron, son y serán más fuertes que el dolor.
  Las mujeres imperfectas se atreven a soñar en voz alta y avanzan al mismo paso en todas las esferas de la sociedad moderna, creando así un lienzo nuevo donde se aprecian todos los colores posibles.
  Las mujeres imperfectas reconocen y aprenden de sus errores.
  Las mujeres imperfectas respetan y aceptan toda forma de vida, porque en general las mujeres saben lo que es dar vida y por eso la respetan y buscan justicia por la suya.
  Las mujeres imperfectas tienen arraigados sus pies a la madre tierra y así se nutren de la energía de sus ancestras quienes sufrieron periodos de sometimiento y oscuridad.
  Las mujeres imperfectas deben gozar plenamente de su sexualidad y sentirse dueñas de sus cuerpos y de sus vidas en todo momento.
  Las mujeres imperfectas deberían elegir como compañeros a los hombres imperfectos, hombres sensibles, amorosos y despiertos, que van a caminar al mismo paso y por el mismo sendero.
  Las mujeres imperfectas tienen que sentir la menstruación como un don que las convierte en dadoras de vida, un portal entre dos mundos. Esa sangre no es basura, sino que es algo sagrado que forma parte de la alquimia de la vida, un don que le fue dado a Eva y por ella transmitida generación, tras generación.
  Las mujeres imperfectas hoy deben levantar la voz por la femineidad, para que no vuela a ser muda nunca más. Deben clamar por justicia y por los sueños que aun en la actualidad se siguen mutilando por regímenes tiranos o por causas religiosas.
  Las mujeres imperfectas tienen que caminar por las calles sin temor alguno y con total libertad buscar aquello que las complazca. La gente que las rodea, debe saber lo que están buscando y nunca deben perder la esperanza de encontrarlo.
  Las mujeres imperfectas serán increíblemente perfectas cuando se atrevan a ser quienes quieran ser y nunca se olviden que la felicidad no es algo externo, sino que está adentro de cada uno de nosotros.
  Las mujeres imperfectas deben ser libres, si esa condición no se cumple, lo demás no importa nada.

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