La Tribu Mosuo
Es una pequeña tribu que lleva asentada miles de años en una remota región del oriente del Tíbet. A lo largo de todo este tiempo, han permanecido eminentemente aislados y han evolucionado poco en términos de tecnología, forma de vida, comercio…
Originalmente, los hombres Mosuo debieron estar dedicados a la guerra y al ascetismo espiritual. El papel del hombre a menudo debió estar alejado del hogar familiar, y en consecuencia, las mujeres se tuvieron que hacer cargo de las familias, la economía, y la organización de las aldeas.
Poco a poco se fue configurando una sociedad matriarcal y matrilineal. Una sociedad en la que muchos hijos no tenían padres reconocidos. En la que la mujer era la cabeza de familia, la única poseedora de tierras y propiedades, la organizadora de cada aldea a todos los niveles, y quizás lo más importante, la que recogía las cosechas y administraba el reparto de comida.
La fórmula del éxito
Los mosuo adoran a la mujer, antiguamente ellas eran su dios lo que los proclama como, una de las últimas comunidades matriarcales.Entre los mosuo, la mujer tiene el rol más importante tanto en la vida social como en la laboral, la matriarca dirige su comunidad y cuando esta muere toma el poder la hija mayor o la más inteligente entre las hijas de la matriarca.
En la sociedad mosuo, la igualdad y el respeto entre hombres y mujeres es total. Uno de los primeros aspectos que más chocan de esta sociedad organizada por mujeres es la ausencia de violencia. Impresiona que no hubiera ni violaciones, ni robos, ni asesinatos.
Todos los miembros de la familia viven dentro de la comunidad de la familia de la madre, en el entorno de la gran familia de la madre, con las abuelas, tías y tíos.
Una sociedad sin matrimonios
Las relaciones entre los dos sexos se basa en el respeto de las relaciones tanto emocionales como sexuales. El término boda no existe para ellos, hombres y mujeres están juntos libremente no se hacen bajo la influencia de factores políticos o religiosos y se separan cuando les apetece, y tanto el hombre como la mujer pueden, si quieren, tener amantes y visitarlos cuando gusten.
La unión más común es conocida como “matrimonio de paso”, la pareja únicamente comparte la noche. Cuando amanece, él se va a casa de su madre donde se ocupará de los trabajos necesarios para la familia y del cuidado de los hijos de sus hermanas a los que educa como si de sus propios hijos se tratara.
En esta sociedad matriarcal, no ha existido nunca el matrimonio como tal. Tampoco es reclamado por los hombres de la tribu. Hombres, que evidentemente a día de hoy ya no se dedican a la guerra ni tanto a la religión, sino simplemente a practicar deporte, a vaguear, y a realizar alguna labor que la matriarca de turno les encomienda.
Los hombres aportan muy poco en todos los aspectos en términos productivos. Se dedican un poco a la pesca y a la ganadería, y por lo demás a vivir bien. Curiosamente, se desentienden de los hijos biológicos y sin embargo se dedican a cuidar un poco a sus sobrinos, (los hijos de sus hermanas, con los que conviven en casa de su madre, y para los que los tíos son algo así como la figura paterna.
La dependencia
A los hombres no les importa tener que pedir dinero a sus madres y hermanas para todo. La productividad del pueblo Mosuo es por todo esto muy baja, casi de tipo neolítico. Todo tiene un funcionamiento muy tradicional y ancestral. Sus gentes no sienten la necesidad de cambiar un modelo de sociedad con el que parecen vivir en paz y armonía (Quizás porque es el único que conocen).
Debido al reducido peso demográfico que tiene esta tribu (hoy en día tras decenas de siglos de existencia, siguen siendo tan sólo un minúsculo reducto de 40.000 habitantes, en un país de 1400 millones como lo es China); y también al pacifismo y aislamiento que han ido desarrollando con el paso de los siglos.
Sobreviviendo a todo
La tribu Mosuo ha podido perdurar casi de forma inmutable por miles de años. Sobrevivió a todos los imperios Chinos, sin que estos efectuaran excesiva injerencia en su estructura organizativa y modo de vida. Superaron la gran occidentalización China de los siglos XIX y XX, así como a la proclamación de la república China, a la invasión Japonesa de los años 30, o al advenimiento del Comunismo Maoísta Chino.
Llevan siglos viviendo en un matriarcado matrilineal, y todo ello en contraposición a una cultura tan machista y patriarcal como ha sido la China. Sin embargo y como pasaba con los matriarcados Tuareg, la máxima autoridad política de los Mosuo es un hombre. Pero hay que destacar, que es elegido periódicamente por las matriarcas familiares.
Por otra parte, una sociedad tan pequeña, tradicional y aislada del resto del mundo, (que al mismo tiempo forma parte del estado Chino), no tiene la necesidad de configurar algo así como un “estado complejo”. En la tribu Mosuo, el núcleo organizativo son las familias que la conforman, cada familia con una respetada mujer a la cabeza. Por tanto el poder sí que podemos decir que lo detentan en mayor medida las mujeres.
Ni que decir tiene que en una cultura así, las mujeres son bastante más libres (por mucho que no paren de trabajar), que en una sociedad patriarcal tradicional como la China. Quizás el poder de la mujer Mosuo respecto al hombre, no sea tan brutal como en algunas tribus Tuareg. Pero diríamos que en algunos aspectos como el de la propiedad, casi estaríamos hablando no ya de matriarcado sino de ginocracia, o por lo menos de grandísimos privilegios de la mujer respecto al hombre.
Los tios musou y la actualidad
Un antiguo proverbio dice "En el cielo el ser más importante es el águila, y en la tierra, el tío".
Los niños nacidos del fruto de estas relaciones son criados por la madre, los tios y tias de su familia y llevan el apellido materno. Crecen sin angustias, preocupaciones o sensación de inseguridad. El entorno familiar es tan grande que se sienten muy protegidos.
En la actualidad, los mosuos estan cada día más en contacto con el mundo exterior, y están ansiosos por conocer la vida fuera de las montañas. Algunos jóvenes han abandonado su casa para probar otras formas de vida, pero muchos han regresado tras pasar unos años fuera.
Dan Dong un guía de Mosuo de 29 años de edad, quien regresó a su pueblo natal tras ocho años de estudio y trabajo en las ciudades de Guangzhou y Shenzhen, en la provincia meridional de Guangdong dijo “Cuanto más vivimos fuera de casa, apreciamos más nuestra cultura, pues entre los amantes no existen disputas sobre la propiedad y otras cosas. La vida aquí es más feliz y simple”.
Mis conclusiones
Si bien debemos comprender que esta sociedad mosuo se desarrolla en un contexto muy particular, creo que lo más importante es valorar los resultados y reconocer el éxito o la viabilidad de desarrollar una sociedad FemDom. Quienes tenemos confianza y admiración por el género femenino, celebramos con gusto este tipo de artículos. Pero se entiende que son casos minúsculos en un mundo donde la mujer sigue estando en un segundo nivel.
Como sugerencia final y a quienes quieran profundizar este tema, les digo que existe un libro de Ricardo Coler - El Reino de las Mujeres que nos llevará a descubrir muchas más cosas de ese pequeño mundo aparentemente ideal.
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