Voy a transmitir
como primer relato una experiencia interesante que me contaron y ojalá a
quienes visiten mi Blog les guste o les pueda servir.
La historia se da
dentro un matrimonio sin hijos. Después de un noviazgo sexualmente apagado, ya
que el caballero tenía siempre problemas para dejar satisfecha a la dama, porque
sufría de eyaculación precoz. Ella estaba convencida que con el matrimonio y la
convivencia el problema se resolvería, pero lamentablemente eso no pasó.
Resultó que en la
noche del Tercer Aniversario ella tenía pensado sorprenderlo con una cena muy
especial. Para la ocasión, había comprado un hermoso conjunto de lencería con
portaligas negro que estaría cubierto con un sexy camisolín. La cena liviana,
estaba pensada para ser servida a la luz de las velas aromáticas.
Le llevó horas de
trabajo crear la escena, luego vino el baño, el peinado y el maquillaje. Cuando
sonó el teléfono y él avisaba que llegaría más tarde porque había recibido una
invitación para jugar al fútbol con los amigos, accedió total sería solo un par
de horas más y eso se podía sobrellevar viendo una película romántica o erótica
que generaría más deseos. Pero nada más lejos de lo que sucedería.
El equipo que perdiera
el partido, pagaría las cervezas y después de las cervezas vinieron otros
tragos, haciendo que aterrizara por su departamento cerca de la medianoche y
borracho.
Ella estalló de la
bronca, se salió de las casillas, hubo gritos, insultos y descalificativos de
toda clase. Lo que debería haber sido la noche soñada, concluyó en la pelea más
fuerte que hayan tenido. Lo mandó a dormir al sofá del living y pensó
seriamente en el divorcio.
A él se le vino el
mundo encima, realmente la situación fue un shock, reconoció al verla vestida
tan sexy y la decoración, cuán importante era para ella la fecha del
aniversario que él cambió por un partido de fútbol, se dio cuenta que no había
valorado debidamente a la mujer de su vida. Automáticamente se puso de rodillas
y suplicó para que no lo abandonara, que sin ella, él no valía nada y su vida
no tendría sentido.
Ella accedió a
pensarlo, pero él por varios días tuvo que dormir en el sofá, mientras ella
definiera como serían las cosas en el futuro y a las que él debería ajustarse. Mientras
eso pasaba, él se volvió muy atento, mandaba mensaje, dejaba notas cariñosas
pidiendo perdón y suplicaba por una nueva oportunidad.
Fue la primera vez
que ella se sintió fuerte y poderosa ante él. Eso la motivó a buscar información
por Internet, lo que derivó en un sitio donde se trataba la "Dominación
Femenina", pasó horas leyendo y
estudiando más el tema.
Optó por no
renunciar a su matrimonio, ni al amor por su marido, pero no estaba lista para
volver a intimar con él todavía y sabía que él satisfacía sus necesidades
masturbándose. Por eso lo primero fue ir a un Sex Shop y comprar un dispositivo
de castidad que le impidiera masturbarse. Lo debía llevar día y noche. Dada la
situación, no fue difícil para ella imponer las nuevas reglas.
Lo segundo que él debió hacer fue aprender a
practicar, de la manera que a ella le gustara, el Facesitting. Siguió visitando
cada tanto, el mismo Sex Shop donde había comprado el dispositivo de castidad y
en cada visita compraba algo, un consolador, un plug, un vibrador, etc.
Un buen día se
decidió por el arnés, los consoladores ya no serían para ella sola, sino que
ahora definitivamente las cosas darían un giro de 180 grados. El ya había
aprendido a satisfacerla muy bien con la boca, pero ella no se conformaba con
eso, quería ir más allá y así fue que comenzó a penetrar a su hombre con su
arnés consolador, lo que la hacía sentirse realmente dominante. Por fin, por
primera vez después de muchos años de relación,
había logrado tener orgasmos increíbles. El antes acababa apenas la
penetraba y su vida sexual era una pesadilla. Ahora ella gozaba locamente
penetrando a su marido, controlaba sus eyaculaciones, le prohibía masturbarse y
lo liberaba de su dispositivo solo cuando ella quería sentirse llena, sino lo
ordeñaba. Todo, todo se ajustaba a su inventiva y como una noche ella había
soñado con una cena de Aniversario Especial, ahora todos los momentos que ella
quería eran especiales, controlaba sus horarios y sus tiempos.
El seguía yendo a
jugar a la pelota con sus amigos, no era rencorosa, pero siempre iba con el
permiso de ella y debía volver a casa a la hora indicada y por ser una buena
Dómina con él, el debía ser bien agradecido con ella y retribuir debidamente
cada concesión.
Lo siguiente que
ella tenía en mente era convertirlo en un "cornudo consentido", nunca
jamás había tenido una experiencia con un hombre dotado y se fantaseaba con
conocer a alguien que supiera hacerlo bien realmente y sobre todo con mucho aguante.
Ella se sentía con toda la autoridad y el derecho de Dómina para hacerlo, pero
eso será historia de otro relato, cuando sepamos quien será el candidato...
Espero con ansia saber como fue la experiencia con "el candidato"
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