Mi Reina ¿Qué sos para mí?
¿Un ángel o una Dómina?
Cuando veo tu mirada,
tan tierna, sensual, apasionada,
junto con esa hermosa sonrisa
de labios finos o el bálsamo
que me produce tu voz al escucharte,
no me cabe duda
que sos mi Ángel celestial
Pero cuando veo tu cuerpo hambriento,
lujurioso, sensual y ardiente
buscando someterme a tus caprichos
para satisfacer esos primarios deseos,
haciendo realidad nuestras más oscuras fantasías
veo en vos a la diablesa, a la Dómina con mayúsculas
Dómina que dejó su marca para siempre en mi cuerpo,
que me hizo vivir y sentir cosas
que no se pueden describir con palabras;
tampoco hay verbos para tales acciones.
Cueros, antifaces y sogas,
acompañado de las dosis apropiadas
de besos brujos, caricias y mordiscos
aplicados en mi cuerpo desnudo.
Seas un ángel o una Dómina
no cambia las cosas para mí,
como así tampoco me importa
mi salvación o condenación
con tal de saberte siempre a mi lado.
¿Un ángel o una Dómina?
Cuando veo tu mirada,
tan tierna, sensual, apasionada,
junto con esa hermosa sonrisa
de labios finos o el bálsamo
que me produce tu voz al escucharte,
no me cabe duda
que sos mi Ángel celestial
Pero cuando veo tu cuerpo hambriento,
lujurioso, sensual y ardiente
buscando someterme a tus caprichos
para satisfacer esos primarios deseos,
haciendo realidad nuestras más oscuras fantasías
veo en vos a la diablesa, a la Dómina con mayúsculas
Dómina que dejó su marca para siempre en mi cuerpo,
que me hizo vivir y sentir cosas
que no se pueden describir con palabras;
tampoco hay verbos para tales acciones.
Cueros, antifaces y sogas,
acompañado de las dosis apropiadas
de besos brujos, caricias y mordiscos
aplicados en mi cuerpo desnudo.
Seas un ángel o una Dómina
no cambia las cosas para mí,
como así tampoco me importa
mi salvación o condenación
con tal de saberte siempre a mi lado.
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