domingo, 5 de marzo de 2017

La fantasía de la momificación



  Domingo tarde noche, estoy tranquilo y creo que están dadas las condiciones para que pueda dejarme llevar un rato por mis fantasías. Accidentalmente di hace un rato con la foto de una persona inmovilizada (muy provocadora por cierto) y no pude ocultar mi envidia.
  Así es que abrí el Blog y acá me tienen escribiendo sobre una de las fantasías que más interés me despierta. Si bien lo más común que viví fue la inmovilización o ataduras de mis extremidades, la momificación como tal me quedó pendiente. Porque como se imaginarán y por cuestiones de seguridad no es muy fácil de llevar a cabo entre dos personas solamente.
  Lo que se busca en la momificación es la privación total o parcial de los sentidos y a su vez una inmovilidad total. El cuerpo entero del sumiso hay que envolverlo como si fuera una momia y se lo recuesta en una superficie horizontal. Parece algo sencillo, pero para que la experiencia sea satisfactoria se deben evitar todos los riesgos que sean innecesarios.
  Como dije antes, el propósito de la fantasía es privar al sumiso de los sentidos, como ser el gusto, el tacto, el oído, la vista, aislándolo así de los estímulos exteriores. En ese estado la concentración y la sensibilidad aumentan al máximo.
  He leído que la privación sensorial, es decir la restricción total o parcial de los sentidos se usa en algunos tratamientos de medicina alternativa, por ejemplo, la terapia de flotación, que es un tratamiento que utiliza la privación sensorial, dentro de un tanque o sala de flotación, para actuar como alivio del dolor y la eliminación del estrés fomentando además el pensamiento “con ambos hemisferios del cerebro”. Pero si bien un período corto de privación sensorial puede relajar, la privación prolongada en el tiempo de experiencias sensoriales puede provocar ansiedad.
  Quienes vivieron esta experiencia de forma libremente consensuada (claro está), reconocen que cuando se disipa el pánico inicial, poco a poco la sensación de vacío se convierte en algo liberador y el tiempo parece transcurrir más lento.
  En Internet y más específicamente en sitios de BDSM hay varias guías que explican las maneras de momificar. La más habitual, sencilla y económica es la de usar film de cocina; es un material totalmente transparente lo que permite cierta visibilidad del cuerpo. Luego vienen los vendajes de paño, sábanas, usando luego cinta adhesiva. También se usa la cinta sobre el cuerpo del sumiso vestido con alguna ropa bien ajustada
  Se recomienda con los principiantes dejar siempre la nariz y la boca libres para asegurar una correcta respiración. En las primeras veces y para chequear que todo vaya bien el hablar con el sumiso para tranquilizarlo ayuda bastante para que se controle a sí mismo. Aunque tome más tiempo, lo mejor es empezar envolviendo los brazos, manos, piernas y torso por separado, porque de esta manera se consigue mayor sensación de aislamiento. Además la inmovilidad aumenta porque el plástico se adhiere entre sí al estar en contacto. Después se pasa a envolver los hombros y el torso en dirección hacia los pies. En cuanto a los brazos se los puede colocar de forma lateral al cuerpo o cruzados sobre el pecho. Las demás posiciones no son recomendables. Es ideal dejar los genitales o pezones al aire para poder tener luego un fácil acceso a ellos.
  La momificación no debe hacerse con rapidez, más bien se debe disfrutar de cada etapa del proceso. La actuación o rol de la Dómina mientras prepara a su sumiso en este momento ya tendría que estar a pleno.
  El tiempo de momificación para los iniciados va entre los quince y treinta minutos. El viaje de vuelta a la realidad requiere también considerar algunos puntos, como ser, el tiempo que los sentidos necesitan para aclimatarse, ya que como dije anteriormente están magnificados. El cambio de temperatura y la pérdida de líquido requiere tener una manta y una bebida hidratante para reponer líquidos, electrolitos y sales minerales.
  Otras precauciones serán tener siempre a mano una tijera sin punta. En el caso de que el sumiso llegara a entrar en pánico, lo primero será descubrirle los ojos, hacerlo contar para atrás diez al uno para que salga del shock inicial y recuperar la tranquilidad mientras se lo libera. Otra cosa sumamente importante es no dejar nunca sola a una persona momificada.
  Todo esto último no es para meter miedo, pero nunca está demás considerar siempre la seguridad y la prevención, para que la experiencia sea algo que sume y nunca nos reste placer o infunda miedo.
  Gracias por la lectura y veré de compartirles en otro momento más fantasías que podemos llevar a cabo en las prácticas FemDom o BDSM en general.

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