Estoy concluyendo una semana muy especial, porque recuperé el contacto con una querida y muy apreciada amiga de la adolescencia.
Con ella la comunicación fue fluyendo naturalmente como si el tiempo jamás nos hubiera separado. De a poco se generó la apertura y la confianza como para que le contara los altibajos de mi vida. Ella lógicamente hizo lo propio. En un momento dado de la comunicación me atreví a compartirle este Blog, que para mí encierra algunos de mis escritos más preciados, porque en ellos me animé a mostrar lo más profundo de mis sentimientos y emociones.
A lo largo de mi vida creo haber escrito una infinidad de cartas y ensayos, pero cada uno de ellos tenían un destinatario especifico o se ajustaban a una situación en particular, quedando acotado a solamente dos personas. En cambio el desafío de este Blog, es poder mostrar y compartir lo que me pasa con el mundo exterior, en su mayoría personas que no conozco. Por eso debo tratar de abstraer el destinatario para convertirlo en algo etéreo, pero que al momento de escribir cada palabra, no hay otra intensión que la de dirigirse solamente a esa persona tan especial que es la inspiradora del escrito en cuestión.
Creo que por eso estoy muy contento; no lo puedo negar y tampoco lo quiero disimular, porque si estoy así, es por haber encontrado cosas que se me habían perdido, una amiga, el coraje de poder mostrarme como soy, el interés nuevamente por conocer y aprender, mis deseos de estar cerca y ayudar, la intensión de poner en valor a cada una de esas personas que fueron tan importantes en mi vida en cada una de mis etapas.
Con esto no quiero destronar a nadie, porque por el momento no hay razones para hacerlo y sigo eternamente agradecido a Dios por poner excelentes mujeres como compañeras de viaje y con cada una de ellas transité por diferentes caminos, donde las vistas, las sensaciones, los olores y los sabores fueron únicos.
Esto no se terminó, porque incluso en la planicie por la que estoy atravesando estos días, tiene su paz y su encanto, quizás no haya mucho para contar o describir, no hay muchos objetos a mi alrededor y todo parece muy monótono, muy “vainilla”, pero sé que estoy vivo, sigo teniendo sueños y en cada paso que doy ,siento que estoy avanzando hacia un lugar diferente. Algo cambio, puede ser el viento que ahora me atrae aromas de otros lugares. Todavía no lo sé, pero acá estoy escribiendo las palabras que me dicta el corazón y seguramente alguien dará acuse de ellas.
A su vez sigo siendo muy agradecido y sé que mi futuro depende de las cosas que haga hoy y hoy nuevamente tengo la responsabilidad de formar parte de una familia y mi gran responsabilidad es para con ellos y trato de cumplir lo mejor que puedo. Pero eso no me impide cerrar los ojos de vez en cuando, salir mentalmente de mi cuerpo y volar hacia donde la imaginación me lleve. Muchos dicen que esa es la mayor sensación de libertad y puede que así sea.
Buen fin de semana para todos y en la medida que podamos sigamos siempre atrás de nuestros sueños.-
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