Anoche terminé mí escrito con
esa idea y al acostarme fue lo que hice: "cerré mis ojos y volé", horas
de vuelo en avión se redujeron a un instante y me transporté a su lado.
Relevé a su ángel guardián y por un momento me permití ser yo quien
tenga el honor de cuidar de ella, me arrodillé a su lado y la contemplé
dormida. Quizás en otras circunstancias tendría prohibido mirar su rostro
directamente, pero es tan bonita que no puedo contenerme. Respiré
profundo para llenarme de su aroma, ese que provenía de su cuerpo y sus
cabellos.
Que placer tan grande es poder permitirme soñar un instante y sentirme tan cerca de la persona amada, pero sé que en
la realidad puede ser que ella tenga la compañía de otro hombre en su
cama. Y si así fuera, yo no soy celoso, nunca lo fui y como sumiso aprendí que que no tengo ninguna posesión o derechos
sobre "Mi Reina". Solo sé que mi función es amarla y complacerla, y en
eso creo estar seguro de que nadie me ganaría, porque son años en los
que fui aprendiendo como mejorar y poner todo lo mejor de mí para que mi compañera sea feliz.
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