domingo, 11 de enero de 2015

¿Dónde estará mi otra mitad?



  Luego del divorcio, sé que tengo la plena libertad de volver a ser el complemento perfecto de alguien más. Pero ya es de público conocimiento que sobramos sumisos y que las Dóminas están en alta demanda y ellas tienen a su disposición todo un variado mercado a su elección, lo que reduce -y por mucho- las posibilidades de tener éxito.
  Debo reconocer que no sé vivir fuera de las formalidades de una relación, desde mí divorcio que no estoy con nadie y el solo pensar en cuantos meses más deberé esperar, o seguir en el aire, me llena de angustia. Tampoco sé qué sería mejor: ¿Seguir solo o estar saltando de cama en cama? Hasta encontrar esa mujer dispuesta a ser mí nueva Reina. Esa mujer que le vuelva a dar sentido al nombre de este Blog (Mío de Ella).
  Hasta ese entonces, solo Dios sabe lo cruel que puede llegar a ser mi destino. De El y sus ángeles dependerá el darme las señales que me pondrán en el camino hacia mi nuevo amor. Esa mujer que por ahora la sueño sin rostro, como si estuviera con los ojos vendados en plena sesión FemDom, sin poder percibir el tono de su voz por tener los oídos tapados, sin sabores porque estoy amordazado; tampoco puedo percibir su perfume.
  Y así estoy pasando mis días, cada vez más sediento, cada vez más resignado a que Doña Soledad sea quien se acueste conmigo todas las noches, pero al despertarme me doy cuenta que ni siquiera su compañía pude sentir a mi lado.
  Entonces, al igual que lo hace el Sol, sigo su ejemplo y yo también salgo para cumplir con mi rutina.  Y así será, hasta que un día ocurra el accidente de encontrarme con mi nueva enamorada. Esa mujer descubrirá que cuando amo, no sé hacerlo a medias y me entregaré por completo, pondré en una bandeja mi corazón y se lo ofreceré, tendrá mi cuerpo al desnudo para su entero placer.
  A partir de ese momento, ya no habrá más viajes al pasado, porque todo será presente y futuro. Trabajaré duro para ganarme un lugar, que se sienta orgullosa de haberme elegido, que pase lo que pase, habrá valido la pena el intento.
  Cuando eso suceda, supongo que este Blog agonizante cobrará vida y colores. Nuevamente tendrá más sentido para mí y para quienes lo leen. Pero hasta entonces, les agradezco mucho por estar ahí del otro lado y como he leído por ahí: “Sé que al final todo estará bien y si no está bien, quiere decir que no es el final”.

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