jueves, 8 de diciembre de 2016

Aferrado a los recuerdos

Mi Reina hoy me puse a pensar en cosas bonitas
y situaciones difíciles de entender.
No hace falta mucha imaginación para darse
cuenta que tu rostro y lo que nos pasó
fue lo primero que vino a mi mente.
 
Ya pasaron más de dos años.
Quizás en algunos más, si Dios lo permite,
se den las cosas como para volver a buscarte.
 
Ese día quiero sorprenderte
y espero verte muy feliz y radiante.
 
Para entonces, quizás ya estés junto a otro hombre.
Si así fueran las circunstancias;
sin lugar a dudas será un trago amargo,
pero también será la única manera
que tenga para justificar mi sacrificio.
 
Tu paz y tu felicidad son la causa primera,
luego mi paciencia y templanza
serán las consecuencias colaterales.
 
Por eso Mi Reina, si yo tuviera el poder,
si pudiera traerte a mi lado
con tan solo pensarte, soñarte o imaginarte;
créeme que no me faltarías
ni un solo día, ni un solo instante.
 
Mientras tanto, viviré aferrado a nuestros recuerdos.

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