domingo, 19 de enero de 2014

Pegging

  Creo que ampliar nuestros conocimientos y de esa forma nuestra capacidad cultural, debería ser algo a lo que deberíamos dedicarnos de manera frecuente. De esa manera lograríamos hablar con más propiedad o entender más rápidamente la información que recibamos, sobre todo de aquellos temas que nos interesan. En este caso el FemDom.
  Por eso, desde mi ignorancia voy transmitirles un ejemplo de lo que he aprendido hoy a partir de contemplar un simple dibujo.

  Como describir apropiadamente lo que vemos: Hay un hombre desnudo apoyado en sus cuatro extremidades y una mujer de rodillas detrás de él portando un arnés con consolador. Lo que esta mujer pretende hace es penetrar el ano del hombre con el consolador y a esta práctica sexual se la llama “Pegging”. Que básicamente consiste en invertir quién da y quién recibe la penetración en una pareja heterosexual.
  Charlie Glickman y Aislinn Emirzian, autores de un libro sobre el tema, dicen que un hombre al ser penetrado cambia su apreciación sobre el sexo. Ya no es algo que sucede fuera de él. La penetración, experimentar el sexo literalmente de forma interna, le permite crear un ambiente de empatía con la mujer. Glickman y Emirzian aseguran que para los hombres exclusivamente penetradores, la experiencia es externa.
  A esto se suma que un hombre al ser penetrado valora más los momentos previos al coito ya que entiende la importancia de darle tiempo al ano para que se relaje, se dilate y pueda recibir un dildo; la misma experiencia que vive una mujer antes de la penetración.
    Hablando del Pegging, Valentina Pérez Botero publicó el 16 de septiembre de 2013 lo siguiente: 
  "El hombre va a estar contra la pared y concentrado en su ano. La extremidad que, de forma convencional, le servía para penetrar a la mujer desplazará su función: no estará de frente ni de lado buscando alguna cavidad del cuerpo femenino sino que ella tendrá un dildo –en arnés o en la mano– que encontrará el hueco inferior de él…
  A quienes lo han experimentado, y expertos en la materia, aseguran que además de expandir el placer masculino a través de la estimulación de la próstata –a la que se tiene acceso por el ano– tiene consecuencias directas en la pareja.
  Esta nueva tendencia tiene que ver tanto con una apertura masculina, en dejar de asociar la penetración anal con la homosexualidad; a un cambio en la mujer, el disfrute de la sexualidad desde la postura de perpetradora de la penetración, y un cambio social que demuestra más importancia en el placer sexual que en el desempeño."


Placer físico
  El placer físico de la mujer en esta práctica se obtiene a través de una estimulación directa de la base del consolador con la vulva y en el caso de usar un consolador doble, mediante penetración vaginal. Muchas veces la mujer puede hacer uso de un segundo vibrador que por lo general se ubica entre el consolador y su clítoris.
  Por su parte, el hombre recibe un estimulo directo por medio de la penetración anal y la estimulación de la próstata. Algunos hombres disfrutan masturbándose (o siendo estimulados manualmente por su pareja) durante el pegging.

Placer psicológico
  Si hablamos de FemDom, hay otro placer no menor si lo vemos desde el punto de vista psicológico y es la dominación femenina, sobre la sumisión masculina. Por eso es muy frecuente que en los juegos de roles o cambio de roles, la mujer culmine penetrando analmente a su compañero.

Mi experiencia personal
  No voy a negar formar parte de aquellos que opinaba sin haber probado, que jamás me prestaría a algo así. Hasta que como muchas veces pasa, las cosas entran primero por los ojos y luego de ver una película donde dos chicas penetran a un hombre. Sabemos que las películas pueden ser muy diferentes a lo que sucede en la realidad, pero parecía que los tres lo estaban disfrutando a lo grande.
  Así fue que un día se lo propuse a “Mi Reina”, decidimos probar, nos gustó a ambos y desde entonces lo incorporamos a nuestras prácticas sexuales, logrando aumentar de manera considerables nuestra capacidad de dar o recibir placer. 

La cultura machista
  Como en todas las cosas, existe la oposición y en este sentido, el pegging podría parecer ofensivo para algunas parejas, las cuales aún consideran este tipo de temas como prohibidos o cosa de homosexuales. Esto se da mayormente o especialmente entre los hombres, debido a la cultura machista.
  Sin embargo existen cada vez más parejas que buscan explorar su sexualidad más a fondo, descubrir nuevas formas de erotismo y de placer. Debido a eso cada día son más los que van tomando distancias de las más cerradas culturas machistas.
 
Fuentes
  Wikipedia
  Valentina Pérez Botero - @vpbotero3_0

1 comentario:

  1. Es una practica que se irá incrementando en el futuro y que sirve para hacer del hombre un ser menos machista y preocupado sólo en si mismo durante el acto sexual. Y además es muy satisfactoria. Besos.

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