viernes, 9 de mayo de 2014

Sí, Ama - Capítulo 1



  En el sitio de Angel SirHawkson encontré un relato "Sí, Ama", que me pareció digno de ser compartido. Puede que resulte un poco largo de leer, pero vale la pena.
  La historia está narrada en dos capítulos que espero sea del agrado de todos aquellos que visitan este Blog y acá les presento la primera parte:

Capitulo 1
  Desde edades tempranas de mi adolescencia recuerdo tener fantasías sobre una mujer ejerciendo poder sobre mí. Tanto psicológica como físicamente, que me atara e inmovilizara para tenerme a su completa merced, sin que yo pudiera hacer nada para evitar lo que estuviera por hacerme, que me usara a su antojo y para su placer, que me humillara, e insultara degradándome verbalmente.
  Nunca me anime a hablar de esto con nadie, pero con mi última y actual pareja, con quien sostenía y sostengo una relación de profundo amor, respeto mutuo y de apertura completa acerca de mi mismo, sentía que podía ser algo diferente. Así que le comente acerca de mis inusuales deseos y fantasías. Le describí más o menos como era el mundo del BDSM.
  La sensación que ella me dio, fue la de escucharme atentamente, que me respetaba y me amaba mucho a pesar de todo lo que le había dicho, pero me respondió que francamente no le interesaba, ni le gustaba este asunto. Así que me resigne a seguir soñando por las noches con esto y masturbándome en soledad viendo videos FemDom, donde las dóminas atan y atormentan a sus sumisos.
  Estando todavía de novios, un día como tantos otros llegue a su casa para verla. Hacia un par de días que no nos encontrábamos, por lo que estaba particularmente con muchas ganas de abrazarla fuerte y besarla por un largo rato. Pero ese día especialmente algo estaba distinto. Estábamos solos, así que me hizo subir a su habitación. Ella entro detrás de mí, no me dejo que la dejara pasar antes que yo (como hubiera correspondido) y ni bien cerró la puerta me dijo en tono severo "Desnúdate, esclavo".
  Esto me tomo completamente por sorpresa, por lo que me quede un par de segundos totalmente inmóvil. Las palabras que Michelle acababa de decir, me hicieron caer en el ensueño. Pero ella rápidamente me devolvió a la realidad, cuando al ver que no me movía, se acerco y me dio una fuerte nalgada en el culo y me volvió a ordenar: "Dije esclavo que te desnudaras... ¿Es que sos tan estúpido que no podes seguir un orden tan simple?"
  Con eso, fue suficiente para volver al momento y se produjo más o menos este dialogo:
  - Si, mientras empezaba a desabrocharme el cinto.
  - ¿Sí qué? Me respondió.
  - Si, Ama, le conteste sin dudar.
  - De ahora en más, no vas a hablar a menos que yo te pregunte algo, o te pida que hables, ¿entendido?
  - Bueno.

  Instantáneamente recibí otro fuerte cachetazo en mis nalgas y me dijo "Mal, ¡¡SI AMA!! es lo que tenés que responder y espero no tener que volver a repetirlo". "Si, Ama", le conteste.
  Entonces terminé de desabrocharme el cinto, me quite los zapatos y las medias, me desabotone los pantalones y los deje caer al suelo. Rápidamente me desprendí la camisa y la deseche junto con el resto de mi ropa. Al ver que hice una pequeña pausa y viendo que dudaba, Ama Michelle me dijo "Tus calzoncillos también, esclavo". "Si, Ama" respondí. Allá fueron a parar mis calzoncillos con el resto de la ropa.
  Permanecí parado y quieto un momento (no puedo precisar cuánto), pero en esa posición tuve una erección claramente visible, lo que generó en ella el siguiente comentario "Así que parece que esto te excita... ¡No quiero que tu verga este parada todavía! ¡Quiero que inmediatamente vuelva al patético tamaño original!". La mire con cara de interrogación, no sabiendo que hacer para que ello sucediera. "Parece que no entiendes, esclavo de mierda", Ama Michelle se acerco un poco más y le dio un chirlo a mi pene erecto.
  "Arrodíllate y séntate sobre tus talones, mirando al piso", fueron sus siguientes indicaciones y rápidamente hice lo que me instruyó mi Ama. Ella se fue a buscar una caja que tenía guardada en un armario y que estaba cerrada con un candado. La coloco encima de una de las dos camas de su habitación y la abrió. Debido a que la luz en el recinto era bastante tenue, no podía alcanzar a ver lo que había dentro de ella. De todas maneras, seguí mirando al suelo como mi Ama me había ordenado. Sacando algo de la caja, ella se acerco a mí y pude notar que se trataba de un collar.
  - Besa tu nuevo collar, esclavo. Ahora me perteneces y pienso hacer contigo lo que me plazca, ¿Entendés lo que te digo? ¿Te gustaría eso?
   - Si, Ama.

  Ama Michelle acerco el collar a mis labios y le di un pequeño beso. Luego lo ajusto en mi cuello. Ama Michelle tomo mi cabeza entre sus manos y alzándola me dio un beso muy profundo, muy romántico. Se alejo lentamente, rompiendo el beso y mordiéndome el labio inferior, primero suavemente y al terminar haciéndolo con fuerza.
  Busco en la caja una venda para mis ojos y me dejo ciego. La venda era bastante efectiva. "Ahora párate" me dijo y sin dudarlo me puse de pie. Esperando la próxima instrucción de mi Ama, de repente ella me empuja a la cama y caí en ella con fuerza, boca arriba. Ama Michelle se trepo a la cama y encima de mí, sentándose sobre mi vientre. Agarró mi mano izquierda y con un par de esposas la aseguro al poste izquierdo de la cama. Repitió el procedimiento con mi otra mano y luego se puso de pie.
  Nada ocurrió por unos segundos, supongo mi Ama estaba contemplando su trabajo y observando mi desnudez. Después ato mis tobillos a los otros extremos de la cama, dejándome perfectamente atado en posición spread-eagle en la cama, sin poder moverme demasiado.
  Escuche sonidos de ropa al caerse. Seguramente mi Ama se estaba poniendo más cómoda. Luego se trepo nuevamente sobre mí. Sentí inmediatamente que ya no tenía sus pantalones puestos. Sin embargo, aun tenía su bombacha. Acerco su boca a la mía y me beso profundamente, como pocas veces antes lo hizo. Luego se acostó sobre mí, con lo que descubrí que tenía el torso totalmente desnudo y el sentir el roce de sus senos contra mi pecho desnudo llevo mi excitación a un nivel más alto. Me susurro al oído:
  - ¿Me amas?
  - Si, Ama,
le conteste.
  - Más fuerte, decime que me amas.
  - ¡La amo, Ama!
  - No te escucho, convénceme de que es cierto.
  - ¡¡LA AMO CON TODA LA FUERZA DE MI CORAZON, AMA!!
Grite y eso era absolutamente verdad. Ahora, más que nunca.
  - ¿Y que eres?
  - Su esclavo, Ama.
  - ¿Completamente mío?
Mientras sentía sus dedos acariciando la cabeza de mi pene erecto.
  - Completamente suyo, Ama.
  - ¿En cuerpo y alma?
  - Si, Ama.
  - ¿Y tu inútil verga también es mía?
  - Si, Ama, soy todo suyo.
  - ¿Y puedo hacer con ella y con vos todo lo yo que quiera?
  - Si, Ama.
  - ¿De verdad todo lo que quiera? Mira que pueden surgir oscuros y diabólicos pensamientos de mi cabeza.
  - Puede hacer conmigo todo lo que quiera, Ama. Yo existo para servirle y complacerla.
  - ¡Que buen esclavo tengo!

  Entonces beso mi mejilla de nuevo y dejó de acariciar mi pene, lo que inmediatamente me hizo sentir la necesidad de sentir sus manos sobre cualquier parte de mi cuerpo.
  "Bueno mi putita, ahora quiero que me beses hasta que me canse", me dijo. Acercó su cuello a mis labios y comencé a besárselo, siempre supe que esa es una de las partes donde más le gusta que la bese, y me había vuelto bastante bueno complaciéndola en ese sentido. Poco después acerco sus redondos y perfectos pechos para que se los besara y en cuanto mis labios los tocaron por primera vez en el día, mi Ama soltó un suspiro.
  La estaba excitando, y eso no solo me ponía feliz sino que me excitaba más aun a la vez. Bese sus pechos con gran entusiasmo, prestando especial atención a la zona alrededor de sus pezones, finalmente llevándolos completamente a mi boca y chapándolos con fervor.
  Mi Ama seguía haciéndome saber que estaba muy excitada gracias a los sonidos que soltaba.
  De repente, se separo de mi boca. Se dio la vuelta, sentándose sobre mi ya muy dura verga y me acerco sus pies a la boca. Chupe sus dedos con muchas ganas, lamiendo y besando sus pies, como si fueran el mejor de los caramelos que pudiera probar. Mientras yo hacía esto, ella movía su trasero sobre mi pene, haciéndolo saltar y temblar. Yo también entonces gemí y suspire.
  Dejando mi verga de lado y nuevamente con deseo de más, mi Ama volvió a llevar sus senos a mi boca. Nuevamente bese sus hermosos pechos y chupe sus pezones como le gusta a ella, mordiéndolos levemente. Esto la llevo a un estado de suprema excitación.
  - ¿Sabes que me estas excitando mucho? ¿Te gusta excitarme, putito mío?
  - Si, Ama.
  - Parece que vos también estas muy excitado, porque tu verga está muy dura...
  - Si, Ama.
  - ¿Te gustaría terminar?
  - Si, Ama, por favor...
  - Rogame de una manera tal, que logres convencerme
  - Por favor, Ama, permítame terminar. Tal gesto de su parte, sería el regalo más precioso que le podría otorgar a su putito y asqueroso esclavo. Por favor, Ama, se lo suplico.
  - Está bien, mierdita mía, me convenciste... ¿Te gustaría saber cuánto me excitaste?
  - Si, Ama.

  Entonces Ama Michelle se paro, se quito su bombacha, quedándose completamente desnuda y metió su ropa interior que estaba empapada por sus jugos vaginales profundamente dentro de mi boca. De esa manera pude saborear su delicioso néctar. Pero lo que me sorprendió, fue que usara una cinta hipo alergenica (esas que usan para hacer vendaje), para que la bombacha quedara atesorada y que no se me escapara de la boca.
  Enseguida sentí su lengua sobre mis bolas, lamiendo y llevándome al éxtasis. Pronto estaba lamiendo también mi pene y no tardo demasiado en engullirlo en su boca. Quería soltar aullidos de placer, pero la efectiva mordaza de bombacha me lo impedía. El sabor que sentía en mi boca, no hacía otra cosa que excitarme más aun. Mi Ama siguió con su fellatio hasta el punto en que casi llego al orgasmo.
  Entonces se detuvo y fue a buscar algo. Cubrió mi verga con un condón y sosteniendo mi miembro con ambas manos me pregunto: "¿De verdad querés terminar?", a lo que consentí con mi cabeza. Fue enorme mi sorpresa al sentir que ella estaba insertando algo en mi culo, lo hacía lentamente, pero con gran destreza. Jamás hubiera imaginado que ella contara con un consolador anal.
  Mientras con una mano movía su juguete en mi culo, con la mano más experta me masturbaba. No pude contenerme por mucho tiempo y solté todo mi esperma en el látex del preservativo. Tras tener mi orgasmo, mi Ama siguió violando mi culo con su juguete, metiéndolo y sacándolo, sin dejarme respirar, manteniéndome en un nivel de placer supremo.
  De pronto, lo dejo allí adentro, lo más profundo posible y quito mi mordaza. Me beso profundamente. "Eres mi esclavo y vas a hacer todo lo que te ordene", me dijo mientras desenrollaba el condón de mi verga. "Ahora vas a tragarte todo tu sucio desecho, chanchito de mierda".
  Mi cara cobro un estado de sorpresa y repulsión instantáneamente; pero la venda y la rapidez de mi Ama evitaron que pudiera hacer algo al respecto. Vació todo el tibio contenido del preservativo en mi lengua y me exigía que me lo tragara. Obviamente, así lo hice...
  - Así me gusta. Un buen esclavo debe poder ocuparse de limpiar su desperdicio.
  - Si, Ama, le respondí.
  Ama Michelle volvió su atención nuevamente a mi penetrado culo y me cogió un rato con su juguete. Yo ya estaba casi exhausto, apenas tenía fuerza para gemir, estaba seguro que a mi Ama le complacía sobremanera todo lo que me hacía.
  Todo estaba más o menos bien, hasta cuando retiro completamente el tapón de mi culo me dijo enojada:
  - ¡Pero mira que sucio que esta esto! ¿A vos te parece ensuciar mi juguete de esta manera? No lo voy a permitir y ya mismo lo vamos a solucionar.
  - Si, Ama.
  - Ahora decime ¿Te gusta que te coja por el culo? ¿Te gusta como lo hago putito?
  - Si, Ama.
  - Decime ¿Cuánto te gusta?
  - Me encanta mi Ama.
  - ¿Qué cosa te encanta?
  - Que usted me coja por el culo con su juguete, Ama.
  - Pero entendés que no puedo guardar esto en este estado. Hay que limpiarlo y lo vas a hacer vos ¿No?
  - Si, Ama,
le conteste.
  Suponía que me iba a soltar para que pudiera ir al baño a lavar el juguete de mi Ama con agua y jabón. Pero que equivocado estaba y sin previo aviso, Ama Michelle metió el tapón en mi boca y me insto a que lo limpiara con la lengua. Intente protestar, pero el tapón ahogaba mi voz. Intente apartarlo, pero estaba firmemente atado como para poder quitarlo de mi boca. Intente mover mi boca, pero mi Ama era más rápida y lo mantenía dentro de ella. Pronto desistí a la resistencia y comencé a limpiar mi materia fecal del juguete. Al principio fue nauseabundo, pero luego me acostumbre al olor y sabor y lo deje relucientemente limpio.
  Esto complació mucho a mi Ama, que entonces me desato, aunque dejo la venda puesta, y me instruyo a que le lamiera su vagina para que ella pudiera también tener su orgasmo. Sin perder tiempo sacudí su vagina y clítoris con mi lengua, haciéndola tener olas de orgasmos en poco tiempo. Mi Ama me devolvió el favor y me recompenso por haber limpiado tan bien su juguete anal y se llevó una vez más mi pene a su boca, chapándolo por unos cinco minutos y haciéndome terminar de nuevo, pero esta vez en sus pechos.
  "Te amo, esclavo mío. Ahora vamos a dormir una siesta", me dijo mientras se metía debajo de las sabanas llevándome a mí con ella y posteriormente quitándome la venda. Hasta ese momento, no me había dado cuenta de lo agotado que estaba y por tal razón me dormí profundamente.
  No sé cuánto tiempo habrá pasado, pero entresueños sentía que nuevamente estado siendo atado de brazos y piernas a los extremos de la cama. Parecía ser que mi Ama se había despertado antes que yo y con muchas ganas de seguir jugando y antes de llegar a poder abrir los ojos, me los estaba vendando, me ordeno que abriera la boca y me coloco una mordaza-bola. Traté de ponerme en situación y en lugar de pellizcarme para saber si no estaba soñando, sentí como nuevamente algo blando se adentraba en mi culo.
  A modo de alivio sentí plumas haciéndome cosquillas en el pecho, en mi vientre, en mi entrepierna y las axilas. En realidad no era de mucho alivio, porque lo hacía sin piedad y con maestría. No conforme con eso, paso a las plantas de mis pies y a mis muslos internos, hasta que finalmente se dirigió a mis genitales. Yo me retorcía de un lado al otro, sin poder moverme demasiado y viéndome forzado a resistir esa dulce tortura.
  Tras varios minutos más de esto, Ama Michelle se detuvo y se acercó a mí oído para decirme: "Te voy a decir algo. Eso que tienes metido en el culo es el extremo de una bolsa con un enema. Lo único que quiero es que te masturbes para mí. Si logras eyacular para mí en menos de tres minutos, voy a quitarte eso del culo, desatarte y dejarte que me hagas el amor de la manera que quieras. Y te aseguro que voy a ser una verdadera leona salvaje. Pero si no lo logras... voy a dejar que fluya el enema y luego te voy a tapar tu culo con un tapón inflable muy grande que tengo preparado especialmente para vos y pienso dejarte así, sufriendo con el liquido en tus intestinos por el tiempo que me parezca ¿Que decís?"
  Sin dudarlo moví la cabeza asintiendo. Sabía que eyacular en tres minutos, o incluso menos tiempo no era un problema para mí. No soy un eyaculador precoz, ni nada por el estilo, pero dada la suficiente velocidad en la masturbación y un buen nivel de excitación, podía hacer semejante cosa sin ningún problema. Y en cuanto al nivel de excitación, mi pene estaba completamente erguido y muy duro.
  Mi Ama me quito la venda y me dejo ver su sonrisa de satisfacción. Estaba completamente vestida. Soltó mi mano izquierda con la que no soy del todo hábil y me quedé mirándola con inquietud. "Yo no te dije que iba a dejarte masturbar con tu mano más hábil ¿O sí?", comentó sonriendo. A pesar de tener que usar la zurda (siendo derecho) y con mis otras extremidades extendidas, estaba confiado en que podía llegar a conseguir superar la prueba y me iba construyendo la visión de mi Ama cumpliendo su promesa si lo lograba.
  "¿Preparado?  ¡¡YA!!", dijo mi Ama encendiendo un cronometro. Empecé a masturbarme con mi mano libre aplicando la mayor velocidad posible. Mi Ama me indicaba cuando había pasado un minuto, luego el segundo. Yo ya estaba muy cerca de lograr mi eyaculación y en ese mismo momento mi Ama tomo la base de mi pene, apretándola fuertemente. Eso me desconcentró y también me impidió poder eyacular, fallando en mi cometido.
  Mi rostro pronto se torno de preocupación extrema por lo que entonces iba a suceder. Mis entrañas se verían inundadas por el líquido del enema y obligados a retenerlo por tiempo indefinido. Mi Ama volvió a asegurar mi mano izquierda al poste de la cama. Abrió una válvula y el enema comenzó a fluir. Tras un corto tiempo, Ama Michelle retiro la boquilla del enema de mi culo y en su lugar coloco el tapón. Era muy grande de verdad y lo fue más aun cuando lo inflo un par de veces. Me sentía completamente lleno e invadido por culpa del enema y del tapón que no me dejaba expulsarlo. Mi Ama entonces se dio la vuelta y se dirigió a la puerta.
  - Vuelvo en un rato, me voy a ir de compras. Mi cara se volvió más pálida aun.
  Cuando Ama Michelle llegaba a la puerta para irse se acordó de algo: "¡Ah! Acá tenés algo para que no te aburras en mi ausencia", se acerco de nuevo a la cama y encendió el vibrador del tapón anal. Lo ajusto a una velocidad de aproximadamente 5/6 del máximo y se fue.
  No tengo idea de cuánto tiempo paso hasta que mi Ama finalmente regreso, pero para mí fue una eternidad. El líquido dentro de mi cuerpo se había convertido en un dolor insoportable y ya había perdido casi por completo la sensibilidad de mi culo por culpa del tapón vibrador.
  Mi Ama me desato, me obligo a sujetar el vibrador para que no se salga mientras caminábamos hasta el baño. Caminar en esas condiciones me resultaba muy difícil. Cuando llegue al baño le dije a mí Ama lo mucho que la amaba. Inmediatamente me di cuenta que había hablado sin permiso, pero a mi Ama no le importo eso y me beso profundamente diciéndome: "yo también", con una sonrisa de oreja a oreja.
  Ama Michelle me dejo solo en el baño. Cuando quite el vibrador de mi culo y finalmente expulse todo el líquido, que salió de un tono muy marrón. Sin duda que con eso todo mi interior tuvo que haber quedado impecable.
  - ¿Ya terminaste? Pregunto mi Ama desde el otro lado de la puerta del baño.
  - Si, Ama, respondí.
  Entonces irrumpió en el baño y me empujo contra la pared del mismo, besándome apasionadamente. Sin perder tiempo, se desvistió y nos metimos ambos a la ducha, donde hicimos el amor como nunca antes lo habíamos hecho, borrachos de una pasión y una excitación nunca antes experimentaba por nosotros dos.
  Tras ducharnos, siendo ya de noche, ambos estábamos bastante cansados. Nos fuimos derecho a la cama y dormimos placenteramente. Al despertarme, vi su desnudo cuerpo dormido y tendido al lado mío. Michelle era un ángel, me parecía increíble recordar que horas antes esa delicada mujer había encarnado el rol de una "cruel Ama". Me quede observándola, esperando que se despertara.
  Cuando abrió sus ojos, la sorprendí con un beso apasionado y le dije:
  - Te amo ¿Cómo supiste con tanta precisión que era lo que a mí me gustaba?
  - Estuve investigando en Internet, también revisé esas historias que tenés guardadas en tu computadora y entré a algunos de tus sitios favoritos. Especialmente a BDSM Library. Bajé un par de cuentos y para armar la escena, combine las cosas que parecían gustarte más, junto con las que a mí me excitaban. Después me dedique a comprar los accesorios necesarios y me puse a practicar sola, tratando de armar el personaje.
  - ¿Y te gusto lo que hiciste ayer, te excito?
  - Mucho, pero ello no significa que me haya dejado de gustar el viejo y querido sexo común y silvestre, me contesto, acariciando mi muslo con su pierna.
  Me beso y rápidamente nos encontrábamos excitados y haciendo el amor. Tras liberar mi esperma dentro de ella y tener mi orgasmo, le chupe su clítoris y le lamí su vagina hasta que la hice terminar a ella también. Me vestí y partí.

Acá termina esta primera parte del relato y este es el Link a la Fuente 

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