sábado, 10 de septiembre de 2016

Poniéndonos a prueba


  ¿Cómo hago para contarles que me he animado a dar un gran paso esta semana? Y no es nada más, ni nada menos que el de haberme comunicado -y con éxito-, con una de las mujeres con mayor preparación cultural y filosófica que creo tener entre todos mis contactos. Esto lo digo con el mayor de los respetos y consideraciones hacia todas las demás.
  Fueron tres las razones que me llevaron a contactar con ella. Por sus respuestas, creo no haberme equivocado con la decisión y ojalá pueda contar con su apoyo y el aporte de sus conocimientos en este humilde proyecto. Si bien sé, que ella también está trabajando con mucho ahínco en los suyos, la propuesta fue hacer un intercambio de visiones y ayudarnos mutuamente a llevar luz y conocimiento a quienes lo estén necesitando, sea cual sea el camino que hayan elegido y en que parte de él se encuentren.
  Jamás tuve la intención de ser profesor de nada, tampoco tengo los conocimientos de un profesional de la salud, o los de un sabio filósofo. Si difícilmente puedo sanarme a mí mismo, creo que mucho menos puedo sanar a los demás. Pero si creo estar convencido que las personas que encontremos a lo largo de nuestro camino por el mundo, son fundamentales en cada etapa de nuestro crecimiento y en esa interactuación me veo involucrado en la vida de los demás. Lo que termina siendo una gran responsabilidad para mí, porque lo último que quisiera sería llevarlos al error. Por eso mismo y como dice el título, quiero ponerme a prueba, haciendo participe de mis ideas a personas que intelectualmente están muy por encima mío.
  Trato de leer todo lo que puedo, pero mi pasión por la escritura es más fuerte. Por culpa de eso, sé que me estoy perdiendo un montón de cosas valiosas. Sé que la vida es demasiado compleja para comprenderla en su totalidad y que necesitamos ilustrarnos todo el tiempo, ya que todo el tiempo se descubren cosas nuevas; además, nuestra forma de vivir y nosotros mismos nos estamos transformando todo el tiempo, vamos creciendo, envejeciendo; Es decir, cumpliendo con cada ciclo de la vida.
  A todos los nuevos lectores que seguramente llegarán a este humilde lugar, los invito a buscar y curiosear lo que les parezca mejor. Hay ideas y sentimientos que son muy personales, pero también hay ideas, información y datos que son el resultado de una selección cuidadosa, como así también hay material sugerido y compartido por lectores del Blog. Tengo varios textos empezados, lo mismo que poesías y versos inconclusos, esperando por el toque de inspiración que les dé luz y vida o ese brillo final con el que deseo queden publicados.
  No soy ejemplo de nada, pero los invito a todos a no dejar de profundizar y expandir sus propios conocimientos de la vida. Hoy quizás y por decisión propia esté siendo analizado por otros y no por eso me siento avergonzado, ni culpable. Soy consciente que todos nosotros desde nuestra infancia hemos sido programados por nuestros padres y la sociedad para pensar y actuar de cierta manera; con todas las normas, reglamentos y frustraciones que eso implica. Algunos se sienten muy contentos y seguros en esos roles. No sé ustedes queridos lectores, pero gracias, yo paso. Porque la vida viene con cada nuevo amanecer, con las lluvias y las tormentas, con las experiencias de aprendizaje y nuestros propios períodos de evolución. Incluso la vida viene en ese último instante que estemos frente a frente a la muerte.
  Siento que ahora todos estamos en un período de maravillosa evolución y crecimiento. El intercambio de comunicación que tuve ayer es prueba de eso. Van quedando atrás aquellos días donde se nos decía qué podíamos hacer, cuándo hacerlo y cómo hacerlo. En esos patrones de comportamiento, aceptando y repitiendo creencias en las que fueron educados nuestros padres y abuelos, para ellos eso era lo normal y natural, pero hoy las cosas son diferentes.
  Incluso en este Blog yo trato de ir un poco más allá, como hombre (quizás en contra de mi propia naturaleza) quiero el empoderamiento de las mujeres, busco justicia y dignidad para todas ellas. Tardé muchísimos años en comprender que la manera en que los hombres tratan y valoran a la mujer no es normal, la cosificación, el convertirlas en trofeos de guerra y objetos de uso, eso no estaba bien para mí y por eso ahora soy yo a veces me siento como el anormal.
  Hace mucho tiempo que la humanidad debería estar viviendo en condiciones de igualdad y dignidad. Si bien también reconozco que en el ámbito de la intimidad de la pareja y la fantasía voto por darle el control a las mujeres. Pero eso lo hago en un acto de plena libertad de mi parte y sin ser en lo absoluto una obligación o requerimiento para los demás hombres de bien y de seguro que los hay en este mundo y espero se puedan contar por millones.
  Creo que todos debemos cambiar nuestras actitudes hacia los demás, ser más tolerantes y en algunos casos modificar poco a poco las creencias. El acceso al libre conocimiento es fundamental para eso y cada persona debe buscar las respuestas a sus propias preguntas y no ponerle limitaciones a su propio progreso, ni tampoco fijarse un tiempo. Haciendo nuestro trabajo lo mejor que podamos, será suficiente para que el Universo nos guie en la dirección correcta.
  Una vez más, muchas gracias a todos por su valioso tiempo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario