martes, 6 de septiembre de 2016

Cuando los miedos nos mienten

   Este comentario lo estoy escribíendo desde uno de los lugares más remotos en los haya estado ultimamente. Para poder tener un poco señal en nuestros celulares, tenemos que desplazarnos hasta la antena más próxima y eso tratamos de hacerlo una vez al día por lo menos y así estar comunicados con nuestros familiares y amigos.
  Ese aislamiento del mundo y el silencio que nos rodea son los grandes condimentos para esta reflexión que voy a compartir con los amigos del Blog y como siempre con el humilde deseo de ayudar a otros a través de mis conclusiones y experiencias. Las mismas estarán referidas a tres situaciones muy particulares de las últimas semanas.
  Primer caso: Se dio en nuestro destino anterior, ciudad donde estuvimos trabajando por casi un mes. Ahí, uno de mis compañeros de trabajo, que está soltero y siempre está tratando de conocer chicas por todos los lugares donde vamos a través de su cuenta de POF (Plenty Of Fish), pudo dar con dos amigas. El coordinó un encuentro con ambas en el bar del hotel donde estábamos y dada su insistencia lo acompañé.
  Ambas señoritas muy lindas y muy bien arregladas para la ocación. En comparación mi vestimenta era bastante informal, ya que no quería verme involucrado en ese tipo de situaciones. Pero el destino a veces tienen sorpresas para nosotros y este fue uno de los casos.
  Nos presentamos y arrancamos por tomar una cerveza. Mi amigo mostró un inmediato interés por la más jóven de las dos, por lo que a los pocos minutos mi conversación ya se centraba en la otra chica. Una psiquiatra de unos 37 años, separada (no divorciada), que se encontraba en una especie de venganza en contra de su pareja. Según su versión, el esposo le estaba metiendo los cuernos con una de sus empleadas, ella lo descubrió y desde entonces ella se dedicó a conocer otros hombres de la mano de su amiga y en muy contadas ocaciones había llegado a intimar con alguno de ellos.
  Por momento me parecía increíble que esta señorita estuviera llevando el eje de la conversación hacía uno de los terrenos donde me siento bastante cómodo y además con dos divorcios en mi haber. Toda esta problemática de parejas estaba mezclada con algo de sexualidad, psicología, filosofía y otras cositas de actualidad. Mi amigo con su nueva conquista decidieron dar una vuelta por el Hotel (y por supuesto hacer una escala en la habitación) y después volverían. Nosotros estuvimos de acuerdo, por lo que ordenamos una cerveza más para cada uno.
  Siendo la Doctora una completa desconocida para mí y dada su aparente apertura mental, no le di muchas vueltas al asunto y rápidamente le hice saber mi postura con respecto a las mujeres (por debajo de ellas) y mis ideas FemDom como condición o estado ideal de pareja. Ella no salió de su asombro y rápidamente comenzó a mencionar algunos autores. Lo que sí, para ella, el término no era FemDom sino "Ginarquía", palabra completamente nueva para mí, pero que venía a representar algo así como lo opuesto al patriarcado, pero sin ser el matriarcado (prometo dar más luz al respecto en las próximas publicaciones del Blog).
  Mi amigo y su compañera aterrizaron en la mesa nuevamente casi dos horas después. Se sorprendieron de que nosotros no nos hayamos movido de nuestras sillas y sigamos atrapados en una charla para nosotros tan interesante. Nos hicieron saber que ya habían pedido un taxi por lo que el encuentro estaba llegando a su fin. Nos intercambiamos teléfonos y mails, ordenaron un taxi y nos despedimos.
  La comunicación con la Doctora sigue siendo bastante fluida por correo privado o por WhatsApp y me hace muy bien tener otro punto más de referencia y en este caso, el de una profesional de la salud.
  Segundo caso: La semana pasada, de regreso a mi ciudad actual de residencia, me decido a concretar un encuentro que hacía mucho venía postergando por razones laborales. La señorita en cuestión, una de las primeras amigas que hice fuera de Argentina y quien conoce casi al detalle todo lo que fue mi proceso migratorio, como así también muchas cosas personales. Tal es mi confianza con ella, que hace mucho sabe de la existencia de este Blog.
  Ella eligió el lugar para el encuentro y todo estuvo maravilloso. De manera completamente natural me contó todas las cosas buenas que le estaban pasando en su vida y de lo feliz que estaba. Fue un ida y vuelta de contarnos todo, como lo hacen los buenos amigos. Lo mejor de todo, era la naturalidad y la franqueza con la que salían de nuestro interior las palabras, las ideas y los sentimientos. Por supuesto que hubieron picardías y tópicos interesantes en la conversación, pero nunca nos confundimos en el lugar, ni en los proyectos en los que cada uno se encuentra embarcado. Muy por el contrario nos dábamos aliento el uno al otro, para que cada uno pueda llegar a su propia meta.
  Tercer caso: Esta relacionado con una publicación del mes pasado (A una amiga muy especial) en el que le daba la bienvenida al Blog a una mujer maravillosa, una mujer que me despierta los mejores sentimientos y que ayer me sorprendió cuando me envió unas muy lindas palabras, profundas y motivadoras para que siga trabajando en este proyecto. En lo absoluto creo que haya sido lisonja de su parte, ya que no es de esas personas. Por el contrario si por algo se caracteriza esta señora, es por su simpleza, sinceridad y humildad en todo lo que hace.

Mis conclusiones

  Analizando estas tres circunstancias recientes y sumado a las personas que siempre, siempre tuve cerca apoyándome y aceptándome como soy. Debo reconocer que los miedos nos mienten y digo más. Por las noches, esos miedos nos crean pesadillas y nos roban nuestros sueños, dejándonos paralizados durante el día.
  Mis sueños y mi vocación por la escritura son la manifestación de mi guía interior. Todavía no tengo bien en claro el ¿Por qué debo dar a conocer lo que sé? Pero si sé que cuando lo hago, me siento liberado, como si estuviera soltando lastre en cada ocasión que suelto una de mis verdades, que para nada es "la verdad absoluta", muy por el contrario, quizás esté distante de ella, reconociendo siempre que está en poder de Dios.
  La primer mentira que le descubrí al miedo, es que la sociedad o mis cículos más íntimo de familiares y amigos no me rechazaron por mis ideas o mis trabajos. Por supuesto que la gran mayoría puede que no estén de acuerdo conmigo y desde esa postura ni siquiera les despierta curiosidad o morbo saber más detalles sobre mis experiencias.
  Eso lo traduje en una necesidad cada vez menor de seguir llevando una doble vida (una vida para la sociedad y otra para los amigos más íntimos). En una vida, me expreso más o menos a tono con los demás. En la otra, con aquellos de mi círculo de confianza digo lo que creo y siento como lo más correcto.
  Eso me lleva a pensar que para ganarle definitivamente al miedo, debo afrontar las consecuencias y unir esas dos mitades que no son opuestas, sino que una se ve y la otra está en las sombras.
  Estás tres últimas experiencias que les conté muy por encima, me dejaron una gran enseñanza sobre el "egocentrismo", porque estas tres mujeres, al igual que esos buenos amigos incondicionales de siempre, me siguieron tratando igual que antes de saber del Blog. No soy un extraterrestre para ellos, sino un loco más, como tantos otros que hay en el mundo. Me da gracia, porque aprendí que casi todas las personas que me rodean no están interesadas en lo que yo hago o digo. Y está bien que así sea, porque la mayoría de ellos tienen una propia vida de la que ocuparse. El miedo al ¿Qué dirán? es algo mío solamente y ahora entiendo que poco a poco debe desaparecer, pero todavía no estoy listo para dejar de huir, darme vuelta y besar al monstruo en la frente. Digamos que mi avance fue reducir ese monstruo gigante de muchas cabezas y garras persiguiéndome de cerca a una leona que me corre de lejos.
  Como conclusión final y con alegría me animo a afirmar que el mundo poco a poco se fue preparando para la sabiduría de las mujeres. El caso de Hilary Clinton cerca de asumir en la Casa Blanca, el caso de Michelle Obama de quien compartí un discurso en este Blog unos meses atrás o el de muchas otras primeras mandatarias del mundo, son la prueba de lo que digo. Siento también que las ideas acá expresadas llevan las banderas de la libertad y que son la sabiduría combinada de nuestro corazón y nuestra mente. Sabiduría que funciona como guía interior y que debe nutrirse de buena información para desarrollar el perfeccionamiento de nuestro ser, sea el caso de hombres o mujeres. 
  En esencia, la variedad de herramientas de comunicación con la que contamos en la actualidad, nos permiten tener al alcance de los dedos encuentros y experiencias virtuales increíbles y así también ser un medio para que la sabiduría femenina siga creciendo y tomando impulso en todo el planeta. Será poco o mucho lo que hago, pero siento el apoyo de más y más personas cada vez y que he llegado a lugares del mundo impensados en mis comienzos.
  Creo haber descubierto que el decir la verdad personal, sacarla a la luz, forma parte de mi proceso de sanación espiritual y así me siento cada vez más fuerte y más libre. Ojalá con esto, otras personas se sientan estimuladas a dar batalla a sus miedos, mostrar su luz interior y a decir también su verdad personal. Puede ser que del otro lado, haya alguien necesitando de esos conocimientos o mejor aún, puede que haya alguien dispuesto a ser nuestro aliado y a ayudarnos. Quizás así la salud de todo el mundo mejore y se logre combatir la tan dañina hipocresía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario