jueves, 20 de abril de 2023

Dedicar unas últimas palabras

  Pasaron meses de silencio, un enmudecimiento que se fue haciendo cada día más doloroso al tomar conciencia de que el hermoso viaje que había comenzado al lado de Lady Eros estaba llegando a su fin.
  Ella lo era todo para mí y siendo ella tan importante, puse lo mejor de mí para hacer realidad nuestro proyecto. Cada pequeño logro alcanzado y con la conclusión de cada sesión me fui llenando de vida, de experiencias que serán por siempre inolvidables. Donde pude confirmar una y otra vez que había elegido a la mujer perfecta. Pero que ella fuera perfecta para mí, no es sinónimo de que a ella sintiera lo mismo por este humilde servidor.
  El gran vacío que ella dejó pareciera ser que ninguna otra mujer será capaz de llenar, por lo que este escrito puede convertirse en un mensaje de socorro en una botella y lanzado al océano de la diversidad con la ilusión de que alguien pudiera venir al rescate. También podría ser un espejo para quien esté pasando por el mismo dolor y de esa manera comprender que las mujeres tienen semejante poder sobre nuestras emociones o sentimientos.
  Siendo un ser sumiso, he de decir que soy plenamente consciente que en los juegos FemDom lo que buscamos es que todo gire en la excitación del sometido. Pero hoy puedo afirmar que la interrupción y la ausencia de ese placer, se está convirtiendo en otra muy dolorosa tortura (quizás la más dolorosa de todas). El tiempo se detuvo precisamente en el último orgasmo que Lady Eros me permitió obsequiarle. Luego de eso, la nada misma, caer en un abismo que parece no tener fin. A pesar de tener desplegado al máximo el paracaídas de la resiliencia y de la templanza. El mismo que a su lado aprendí a desarrollar, pero que al no hacer pie en ninguna superficie de poco me sirve.
  Desde nuestra separación, vivo con la incertidumbre de no poder conocer si toda esta privación será recompensada o si este es el sobreprecio que debo pagar por nuestro fracaso. El sentido del tacto está muerto; mi piel ya no siente sus garras, ni sus azotes, como así tampoco la cura de sus caricias. Lo mismo sucede con los demás sentidos, no puedo encontrar un olor que sea semejante al de ella, ni sabores capaces de deleitarme de igual manera, mis ojos ya no perciben colores, todo es blanco y negro. Mis oídos parecen sordos al no recibir sus instrucciones, ni escuchar sus palabras sucias o pícaras susurradas en el tono de voz justo donde te sentís derretirte poniendo tus rodillas en tierra para ofrecerte a sus pies.
  Mis allegados afirman que toda esta situación tan dolorosa pronto pasará, sin quizás poder comprender que pueda ser una burla del destino hacerme sufrir esto o mucho más. Ya se perdió por completo el equilibrio entre el placer y el martirio. La negación del placer o la bajeza de la autosatisfacción por no tener más una compañera de juegos, puede ser la confirmación de lo duro y pedregoso que será el próximo camino a transitar.
  Ojalá para Lady Eros las cosas le sean mucho más propicias, desde lo más profundo de mi corazón le deseo todo lo mejor que la vida pueda ofrecerle y mi eterno agradecimiento por haber tenido la oportunidad de haberle servido por tantos años. Desconozco por completo si ella seguirá transitando los mismos caminos de la Dominación. De no hacerlo, opino que sería una gran pérdida que tanto talento se lo deje desvanecer, muy por el contrario, lo ideal sería que siga su evolución, logrando conquistar y poseer a otras personas que puedan ofrecerle todo lo que a mi lado no pudo conseguir. Mi Reina se merece todo lo mejor y la existencia debería ser justa con ella también y premiarla debidamente haciendo realidad sus sueños y proyectos.

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