lunes, 28 de abril de 2014

No quiero volver atrás


  Mi Reina ya me hizo sentir lo que estar bajo los tacos de una mujer dominante y si bien no fueron muchas las experiencias, estoy completamente seguro que jamás las voy a olvidar (Algunas de ellas ya las describí detalladamente en mis publicaciones anteriores).
  Como muchos, caí en el FemDom luego de vivir por años en el mundo vainilla, pero nunca me conformé con vivir mi sexualidad de esa manera, así fue que decidimos entrar en el swinger. Actividad que a lo largo de cinco años, nos permitió experiencias increíbles y una vuelta de rosca más que interesante a nuestra sexualidad. Luego, de común acuerdo decidimos una reestructuración de prioridades, retirándonos del swinger.
  Pero los ratones nunca duermen y así fue que poco a poco supimos más del BDSM, pero en lo personal, tenía un especial interés en el FemDom y hacía allí traté de poner el timón de nuestra pareja. Para nada estoy arrepentido de haberlo hecho, porque quien se anime a una vivir una experiencia FemDom, no se va a arrepentir y no debe tener miedo. Es algo ya generalizado que resulta una experiencia placentera.
  No es una fantasía fácil de cumplir, porque hay que tener la suerte o la buena fortuna de saber encontrar aquella mujer dominante que esté dispuesta a cumplir ese rol con nosotros y lo máximo sería si se dispone a vestirse de negro y empuñar un látigo.
  Me pasó que cada vez que volví a la realidad después de aquellas pocas experiencias de dominación con Mi Reina, sentía como su poder se diluía rápidamente, porque no sabe que hacer con el. Pierde toda la iniciativa y la conducción. Por más necesidad que yo pueda manifestar de seguir profundizando la relación, a ella le lleva algo de tiempo volver a montar el andamiaje de una nueva sesión.
  En esos lapsos me siento realmente vacío y desorientado, me cuesta volver a tratar el tema, nunca hubo un balance conjunto entre ambos hablando de lo que nos pasó en cada oportunidad. Por mis escritos, ella sabe que de mi parte está todo bien y eso la libera de cargar con culpa alguna. Pero me hace sentir como que lo vivido es un mal recuerdo, que rápidamente quiere dejar en el pasado. Es algo que la desestabiliza y si de alguna manera trascendiera, no sabría como manejarlo. Su educación y su formación hacen que se cargue de culpas y con dolor reconozco que todo eso, parece pesar más que mis opiniones.
  Yo ya no me hago cuestionamientos de ese tipo. No repudio nada de lo que alguna vez pude haber hecho, porque todo lo que hice, siempre lo hice con la persona amada y de manera consensuada. Ella está en mis sueños y mis fantasías siguen en torno a ella. Jamás me voy a arrepentir de estar a sus pies.
  Pero también ella sabe que en mí hay una curiosidad insatisfecha, algo que me produce pesar y ansiedad al leer Blogs amigos. Me es casi imposible evitar buscar aquella mujer dominante que pueda complementar a “Mi Reina”, que me ayude a abrirle los ojos a las bellezas del FemDom, enseñarle a refinar mi persona para ser un sumiso ideal para ella.
  Mis sentimientos y mi pertenencia están más que claros, pero ¿Cómo hago para calmar mi ansiedad por perfeccionarme y aprender? Hasta me proyecté a largo plazo, que luego de llegar a los límites como sumiso, me gustaría saber que se siente ser el Amo de la fusta y tener el poder como para pulir una sumisa con el mismo arte con el que lo hubiera hecho mi mentora. Pero todo eso estará por verse, antes de eso, deberá pasar mucha agua por el río.-

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