martes, 19 de noviembre de 2013

Manual de Dominación Femenina - Parte 6



Dominación Femenina y BDSM
  Poner el BDSM y la Dominación Femenina en el mismo saco es una de las equivocaciones más comunes entre los que no se han parado mucho a pensar en ello. Son como el agua y el aceite, generalmente cada uno va por su lado, aunque si se les agita se mezclan temporalmente, volviendo cada uno a su estado al poco tiempo de dejar de agitar.
  Yo personalmente me declaro practicante de la Dominación Femenina, así empecé  y así continuo y por más que de vez en cuando mantenga también relaciones de puro BDSM, mis principios y mis convicciones pasan siempre por los métodos de enseñanza del FemDom.
  BDSM y FemDom están  bastante alejados el uno del otro en sus extremos, aunque es cierto que en su zona limítrofe se parezcan o se entremezclen bastante. Y en cuanto a los practicantes de cada una de estas modalidades se podría decir que las dos modalidades gozan de buena salud…..vamos, que están casi a la par. Pero yo he podido comprobar que para los amantes del BDSM el FemDom les suena a juego de niños, pero a poco que se averigüe podrás comprobar que el FemDom es la practica preferida en el entorno de la pareja estable, mientras que las relaciones BDSM se dan con mayor frecuencia en las relaciones esporádicas.
  Curiosamente, un sumiso que es educado en el FemDom, pasara muy fácilmente de la mano de su Ama a compaginar practicas de BDSM de una forma gradual en poco tiempo, pero en cambio a los practicantes de BDSM les cuesta horrores aprender la dedicación, los modos y las formas que exige el FemDom. ¿Y por qué pasa esto? El sumiso amante del FemDom centra su placer en complacer a su Ama, en consecuencia somos nosotras las receptoras de ese placer, disfrutamos de sus atenciones tanto personales como sexuales a nuestra manera y según nuestros dictados. En cambio el amante del BDSM ve su sexualidad en el entorno de una sesión dirigida a él, lo cual implica una dedicación por parte del Ama que si es de continuo puede llegar a desanimarle.
  Una relación de dominio y una de sumisión no se presentan de igual manera, también influye que el Dominante sea hombre o mujer, hombres y mujeres no tenemos las mismas necesidades ni parecidas, en el plano sexual somos las antípodas y en el FemDom no se olviden que somos nosotras las que cortamos el bacalao. Precisamente por eso el FemDom es la practica preferida por las mujeres, mientras que los hombres hacen un batí burrillo entre Dominación Masculina y BDSM.
  Personalmente pienso que hay una colisión de intereses entre el BDSM y la Dominación Femenina, sobre todo cuando esta relación se da en el seno de la pareja. Implantar este tipo de relación en la pareja, en la mayoría de los casos  dependerá mucho de la predisposición de la parte femenina y desde luego intentar meter a una mujer en las practicas de BDSM sin haber aprendido las técnicas del FemDom y sin haber comprobado en sus propias carnes las bondades que el FemDom tiene para nosotras, no nos llevara mas que al fracaso y al hastío, porque entre que nos hagan un masaje corporal, una sesión de manicura, una adoración de pies, un cepillado de pelo, arreglarnos el baño o una buena sesión de sexo oral que nos lleve al Olimpo del orgasmo y un mañana será otro día… A tener que pensar cada vez que deseamos sexo debemos montar un espectáculo que agrade a nuestro sumiso hay un trecho muy, muy grande ¿Se dan cuenta de eso?
  Las sesiones están bien y todo lo que tu quieras, pero de continuo como sucedería en el seno de la pareja es solo para unas pocas veces. Yo personalmente como ya he comentado empecé con la Dominación Femenina y continuo con ella, cuando lo creo oportuno y me apetece, realizo una sesión mixta con mi pareja sumisa así que yo por mi parte no tengo de que quejarme, pero lo he buscado yo, fue porque así lo he querido yo y porque el FemDom me ha dado esa libertad. Por eso les aconsejo a vosotras que no acepten la idea de que el BDSM es la entrada principal, en cambio si les recomiendo ir explorando las infinidades del FemDom, para luego intentar el BDSM si ambos así lo desean.

Los límites y su evolución
  En esta ocasión no voy a hablar de los típicos límites pactados por la pareja a la hora de acordar una sesión, porque entre otras cosas de esto ya hay mucho escrito.
  Los limites no son más que puntos de partida que sirven (y mucho) para una relación FemDom incipiente, pero en absoluto son inviolables en el transcurso del tiempo, si así fuese, menudo aburrimiento nos podríamos agarrar.
  La evolución en nuestros juegos forma parte de nuestra naturaleza humana y por lo tanto respetando la libertad de cada uno, esta deberá de ser acompasada  ya que de no ser así podría llegar la ruptura. Esta frase sacada de la película “Historia de O” define muy bien los límites de la persona frente a su subordinado y la necesidad de una evolución acompasada: “Ya ves lo que te hago si eres mía, y si eres mía, no puedes negarte, pero ya sabes que en todo momento puedes negarte a ser mía”. Ya ves que responde perfectamente la pregunta sobre si un Dominante puede hacer lo que desee con su sumiso. Por un lado los deseos de la Ama son indiscutibles y nuestro esclavo tendrá que obedecer sin cuestionar la naturaleza de estos, pero a su vez si nuestras decisiones atentan contra los valores del esclavo este, siempre podrá negarse a realizarlos.
  La libertad individual de cada una de las dos partes Dominante y sumisa nunca llega a perderse con lo que en todo momento se trata de un juego consensuado aunque siempre en constante evolución y evolucionar en estas relaciones es fundamental para derribar las barreras que nos impiden disfrutar plenamente de nuestras vivencias FemDom. Nosotras como Amas evolucionamos si nuestro sumiso también lo hace, normalmente es una evolución acompasada de los dos actores del juego.
  En la realidad diaria de una relación FemDom surgen a menudo diferencias en cuanto al diagnostico de la evolución que cada una de las partes hace del otro, esto evidencia distintos ritmos de evolución en lo que cada uno exige del otro. Aquí surge la pregunta ¿Quién es el que va fuera de compás? Y evidentemente bajo mi punto de vista es el sumiso quien suele ir fuera de compás con respecto a su Ama, tanto si presiona demasiado, como si se queda rezagado con respecto al ritmo de evolución que cada una de nosotras tiene.
  En mi caso, recuerdo que en mis comienzos, mi dominio se encajaba más a la ideas del FemDom domestico que al BDSM, pero con un nivel de castigos mas bien light, sin embargo ese nivel inicial ha ido evolucionando hacia formas mas severas de castigo, simple y llanamente porque es lo que mas me apetece, pero como cada sumiso es un mundo las formas light de dominio ya no son para mí y a esos hombres se los dejo a las zorritas nuevas que como es natural deben empezar también su entrenamiento desde cero.
  No es que sea mejor ni peor, simplemente que cada cosa tiene su tiempo, y en estos momentos prefiero esclavos con un buen nivel de aguante y dispuestos a soportar mis juegos por pura devoción hacia mi, yo les exijo cada vez más, pero no porque así lo pida el guión, si no porque mi cuerpo me lo pide y es lo que deseo y si nuestro esclavo no nos acompaña en nuestro camino evolutivo, seguramente tendremos un problema. El nunca debería ir por delante, pero tampoco debería ir muy detrás de nosotras.

2 comentarios:

  1. "Curiosamente, un sumiso que es educado en el FemDom, pasara muy fácilmente de la mano de su Ama a compaginar practicas de BDSM de una forma gradual en poco tiempo, pero en cambio a los practicantes de BDSM les cuesta horrores aprender la dedicación, los modos y las formas que exige el FemDom. ¿Y por qué pasa esto?"

    Porque el BDSM es consensuado, el Femdom no lo es. El Femdom es complacer a la mujer, de la forma en que esa mujer lo desea. El BDSM es encontrar la forma de complacer a ambos desde los roles que han elegido.

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  2. Mi muy estimada Mistress Roxy, como usted puede percibir claramente, yo cuento con los conocimientos de la teoría, pero carezco casi por completo de los conocimientos de la experiencia y de la práctica. En ese sentido siento algo de sana envidia por Dog Willy que ya debe estar cerca de recibir el diploma y en una de las Universidades más exigentes de nuestro país.
    Lo mío por ahora es como pasar cerca de la ventana de una cocina, oler algo rico que están cocinando, pero no poder ver a la cocinera, ni saber los ingredientes, ni en que proporciones los están usando.-

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