Por Maxi Sumi
Tu enredadera furiosa aprieta mis manos,
el ceñido cuello entrecorta mi respiración;
hoy más que nunca cuando te pertenezco…
No existe espacio ni tiempo,
solo lo que me das, y lo que recibo…
Esclavo de tus deseos, prisionero de tu voluntad,
entrega absoluta al sueño más profundo,
saboreamos el tibio cuero que me somete…
Golpeas mi carne, marcas mi piel,
arde la fragua de tu poder…
Y cuando estés exhausta de desquicio,
y no encuentres más perlas en tu mar de lujuria,
me dejarás caer para abrazar tus pies,
y así, encontrar mi único refugio…
el ceñido cuello entrecorta mi respiración;
hoy más que nunca cuando te pertenezco…
No existe espacio ni tiempo,
solo lo que me das, y lo que recibo…
Esclavo de tus deseos, prisionero de tu voluntad,
entrega absoluta al sueño más profundo,
saboreamos el tibio cuero que me somete…
Golpeas mi carne, marcas mi piel,
arde la fragua de tu poder…
Y cuando estés exhausta de desquicio,
y no encuentres más perlas en tu mar de lujuria,
me dejarás caer para abrazar tus pies,
y así, encontrar mi único refugio…
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