viernes, 26 de febrero de 2016

Cuando recibimos algo que nos deja pensando

  Anoche me encontré con un muy lindo mensaje de una amiga del Blog que vive en España y de la que hacía rato que no tenía noticias. Ella siendo sumisa, me compartió algunas cosas más sobre su vida que yo desconocía casi por completo.
  Me reconoció que había pasado por la mejor experiencia de toda su vida al lado de una Dómina. Mujer inolvidable porque sacó de ella todo lo mejor, le permitió probar y descubrir placeres que jamás había sentido.
  Antes de conocerla, nunca había tenido inclinaciones lesbianas, ni fantasías con otras mujeres, cabe aclarar que tampoco tenía prejuicios. Pero esta mujer supo seducirla y cuando quizo darse cuenta, ya estaba en su cama gozando como una loca.
  A la segunda salida la estaba iniciando en el camino del FemDom más propiamente dicho. Lamentablemente la relación no pudo sostenerse en el tiempo, promediando el año aproximadamente, la cosa de un día para el otro se terminó. A esta altura de los acontecimientos, cada célula de su cuerpo sabía que se había enamorado perdidamente de su Dómina.
  Casualmente en ese fracaso tampoco hubo un culpable, nunca hubieron promesas, solo química y lujuria. Su Dómina algo mayor que ella, tenía toda una vida armada y mi amiga está convencida que si ella no se hubiera mostrado tan enamorada, seguramente la relación hubiera durado un poco más de tiempo. Quien sabe, la cuestión es que el sueño se terminó.
  Ahora se encuentra empezando de nuevo una relación vainilla al lado de un buen compañero (segun sus propias palabras). Todo está muy bien con él; tiene mucha paz y contención. Pero pasa que tal como me pasa a mí, no se puede enfocar al ciento por ciento en esa relación, porque varias veces a lo largo del día y principalmente por las noches, le vienen recuerdos de aquella Dómina con la que fue tan feliz y que la hizo volar tan alto.
  Hasta ahora fue su única relación FemDom y su unica relación sexual con otra mujer.

  Historias de vida, de aquí, de allá, de todos y seguro también de siempre. Historias que debemos atesorar, amistades que valen mucho. Creo que son las cosas más lindas que nos quedan del paso por este planeta. Hermoso planeta que muchos están tratando de destruir, sistemas que nos esclavizan y destruyen vidas de una manera mucho más perversa que la peor sesión de BDSM.
  Ya sé, mal de mí al sacar ese tipo de conclusiones en esta nota.
  Para ir terminando y de la misma forma que lo hizo mi amiga; dando pruebas de una gran empatía para conmigo, ella me hizo llegar al final de su correo el siguiente pensamiento que voy a compartir con todos aquellos que pueden estar pasando por una crísis o momento de transformación.

Pierde el miedo. Saber partir, no es fracasar
Fracasa quien se queda donde ya no es su sitio
Fracasa quien hereda tristeza e indolencia
Fracasa quien no se renueva cuando se comienza marchitar

El único equipaje necesario
Para el momento de la partirda será:
Lo aprendido, lo agradecido, lo perdonado
y la esperanza de tiempos mejores

Es bueno saber a donde ir
Pero es mejor saber...donde no regresar
Vive, vive en plenitud,
Que al final... nadie lo hará por ti

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