jueves, 4 de febrero de 2016

Mi viaje a Irlanda - Parte II

  Luego de caminar todo el día visitando diferente lugares de Dublin vuelvo al hotel para darme una ducha, bajar las fotos de la cámara a la Notebook y poner a recargar las baterías de los equipos. Me recuesto por algo más de una hora y trato de planificar un buen programa para el domingo.
  Entre una cosa y otra se pasaron las ocho de la noche y era momento de descubrir la vida nocturna de Dublin. Bajo a la recepción del hotel y consulto por algún buen City Tour para realizar el domingo, el concerje amablemente me ofrece una serie de alternativas, pero hay uno de los folletos que me interesó por sobre los demás: "IRLANDA EN ESPAÑOL" donde ofrecían para los días domingos "El Tour de Dublín" con entradas incluidas y una duración de unas seis horas, a un precio que lo consideré apropiado para todo lo que ofrecían .
  La propuesta era recorrer en un autobus doble piso panorámico los edificios más emblemáticos de Dublin, la primera parada sería la visita al Trinity College, donde en su Biblioteca se encuentra  el Libro de Kells. Este libro es considerado la como la pieza principal del Cristianismo Celta y del arte hiberno-sajón. A pesar de estar inconcluso, es uno de los más suntuosos manuscritos iluminados que han sobrevivido a la Edad Media. La segunda parada sería en la Catedral de San Patricio que cuenta la leyenda que se construyó junto a un pozo en el que San Patricio bautizaba a aquellos que se convertían del paganismo al cristianismo. Originalmente la catedral era una simple iglesia de madera construida el siglo V en honor a San Patricio. Fue en 1191 cuando la iglesia fue reconstruida en piedra. La catedral actual se construyó en el año 1200 y se finalizó en el 1270. Por último la tercera parada sería en la Guinness Storehouse, donde el agente turístico asegura ingreso directo, sin hacer ningún tipo de cola y con una entrada preferencial que permite disfrutar de experiencias participativas a lo largo de sus siete plantas. Descubriendo la historia de Guinness, la marca irlandesa de cerveza negra favorita en todo el mundo. La visita concluye con una pinta de Guinness gratuita en el Gravity Bar de la séptima planta mientras uno se pierde con las espectaculares vistas de Dublín.
  El domingo ya estaba resuelto. Contrato el servicio y lo abono con mi tarjeta de crédito. Luego de la confirmación el concerje me dice que una combi pasaría por mí a las 9:30 aproximadamente y que esta me trasladaría hasta el punto de encuentro desde donde partiría el micro a las 10. Amablemente me consulta si deseo ser despertado con el desayuno servido directamente en el dormitorio a las 8:30. Dicho servicio era promocional y no tenía ningún cargo extra, por lo que acepté gustoso.
  Ahora sí a disfrutar del sábado, con solo dar la vuelta a la esquina me encuentro con el Nancy Hands Bar & Restaurant, sin dudarlo entro para tomar y comer algo. Pocos lo saben, pero Dublín es una de las capitales europeas con mejor ambiente nocturno, superando incluso a ciudades más importantes como Ámsterdam, Budapest o Bruselas. En Dublín cualquier día es bueno para salir de fiesta y lo que me resulta algo llamativo es ver lo bien arreglado que visten todos, muy especialmente las chicas.
  Para lo que se acostumbra, yo tengo una hora de retraso, ya que lo habitual es cenar temprano, sobre las 20:00 y picar algo en los bares un poco más tarde. Los pubs cierran a las 2:00 y los boliches a las 3:00.
  Siguiendo la sugerencia del mozo y luego de recargar energías decido ir a The Palace Nightclub que se encuentra en Lower Camden Street, no muy lejos de mi ubicación actual. Por una propina extra conseguí que un taxi me llevara hasta allá. Para mi sorpresa me encontré en la puerta con una cola bastante larga para entrar. La seguridad iba permitiendo el ingreso de a cinco personas, pasado un tiempo llegó mi turno y mis ojos se deleitaron con el excelente juego de iluminación al ritmo de la música que pasaba la DJ Juicy M. Su nombre real es Marta Martínez, ella es una DJ productora internacional de Kiev, Ucrania y se perfila hace un par de años como una de las mega estrellas femeninas de la música electrónica mundial. Ya ingresó al chart de Billboard en la categoría “próximo gran sonido” y actuó en más de 50 países en 4 continentes en los dos últimos años.
  Juicy M comenzó su carrera como presentadora de televisión en el canal OTV Música en el 2007, y fue DJ residente en los clubes nocturnos de moda como Orangerea Supper Club, Patipa y Matrix en Ucrania. Después de haber participado en el DMC World Eliminations en Ucrania y en el World Technical DJ Championship en Dubai, fue nombrada “La Mejor DJ Femenina del Año” en los Premios ProDJ del 2010. Aparte de su creciente carrera como DJ, Juicy M ha modelado a nivel internacional para aclamadas revistas como FHM y Maxim, y ha aparecido en las portadas de magazines como XXL, Guts y Timeout.
  Una de las primeras cosas que me impactaron en ese primer contacto con la noche de Irlanda fue el aspecto de las mujeres: vestidos muy escotados, minifaldas por demás cortas, tacones altísimos, bien maquilladas, algunas vestidas con complementos infantiles como orejas postizas de gatita, otras con un bronceado artificial que les cubre casi todo el cuerpo. Diría que las irlandesas son muy expertas en el arte de la seducción a los hombres si es que quieren hacerlo por los ojos. Persivo que hay una competencia entre ellas por llamar la atención de los hombres mucho más feroz que en otros lugares en lo que estuve antes.
  Pero no todas son flores mis estimados lectores. Hay una histeria más que llamativa en todas ellas. Si bien parece que andan con un cartel luminoso que dice "vengan a mí", cuando los tipos se acercan, descubro que casi todas los rechazan y se mantienen en sus grupos. Por lo que deduzco que hay una gran vanidad o en el mejor de los casos, inseguridad al no saber lo que quieren o lo que buscan, entonces juegan con los tipos que tienen algún interés por ellas.
  Puede ser que esté equivocado en mi diagnóstico, es la impresión que tengo luego de estar un par de horas dando vueltas por la disco. Digamos que tal despliegue de sensualidad en Buenos Aires no sería para estar sola toda la noche, sino que la idea sería capturar alguna buena presa.
  Solución, opté por alargarles mentalmente la ropa, sacarle el maquillaje y por último ignorar su infantilidad, para luego de un par de cervezas volver al hotel.
  Con estas dos primeras publicaciones, doy por concluido mi primer día en Dublin. Estoy por demás satisfecho. La gente dice por todas partes que Irlanda es un lugar mágico, será cosa de ser paciente y ver si tiene alguna sorpresa interesante para mí, pero por lo pronto me toca pasar solito la primera noche.

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