Desangrando por amor

  Esta larga espera que jamás viví, ni imaginé tampoco; ha sido una dura prueba al Amor que le profeso. Sí, una prueba para resistir las necesidades afectivas y físicas, a ese contacto que también nos acerca y nos funde a los dos.
  Construimos una relación en muy corto tiempo. Después tuvimos que sepáranos y comenzó la prueba más complicada en nuestra historia de amor; que es amarnos, desearnos, respetarnos y entregarnos, pero a la distancia. Prueba que lideré en esta relación, prueba en la que tengo que hacer uso de la creatividad para hacerle llegar todo mi amor, mis lujuriosos deseos y así desatar la linda locura que le genera a Mío, mi hombre elegido.
  Las herramientas que tengo a mi favor, son la tecnología digital y las redes sociales. Fue la mejor forma de comunicación que encontramos, y las usamos tanto como podemos hasta que nos volvamos a reencontrar Yo y mi noble guardián y escudero, mi esclavo y siervo, Mío.
  Lo elegí a él. Lo digo orgullosa y enamorada. En mis tácticas, me valí de todo recurso de fémina felina para lograr subordinarlo, cautivarlo y poder tener su corazón en mi mano.   
  A pesar de saber perfectamente que tengo a Mío a mi servicio, desde hace varios meses atrás que me encuentro desangrando, y conforme avanzan los días creo estar vaciándome por esta herida. La falta de su carne y de su piel, de su voz y de su aroma, de su tacto y su calor, y de su mirada obediente cuando le pido veme fijamente. Paradójicamente estoy desangrando por amor, mas no por desamor, que es muy distinto. Justamente esto lo convierte en una valiosa prueba, me estoy superando a mí misma. Descubrí, conocí y aprendí lo que es amar alguien sin poseerlo bajo las sabanas. Reafirme que mi palabra tiene peso y ley, que la fidelidad se lleva no solo en el cuerpo, sino también en la mente y en el corazón. Eso se vio reflejado en las oportunidades que se fueron cerrando tras mi paso, porque llevo a Mío tras de mí, sin soltarlo. 
  En el destino de la flecha, no hay punto de desequilibrio, ni aires que la desvíen del blanco. La fuerza impulsora es el amor, el gran amor que nace de todo mi ser y que es para él. También lo es su dulzura, esa azúcar que dentro de mí es adictiva y me da el toque de energía necesario que hace mover mi mundo entero.
  Muy pronto llegaré para tomarlo de la mano, lo guiaré por mi senda y lo meteré en mi calabozo. Voy a perderlo en mí y juntos nos perderemos. Él será mi esclavo, sumiso, enamorado y enloquecido. Sí, esa es mi preciada corona, logré sacar lo mejor de su entrega para conmigo. Ya estamos a pocos días de poder consumar nuestro amor en comenzar una nueva etapa, donde todo ya está consensuado. También es lo que yo llamo “El mapa de nuestro amor” y que nos llevara al éxito, al éxtasis de la vida y a la felicidad. Y avante a toda máquina en esta etapa de la relación a distancia, lo hemos dado todo, cada quien desde su postura, pero logramos construir un proyecto en común.
  Tomándolo con humor; nuestro amor también se ha globalizo, será por eso que debemos estar separados y desangrar en esta espera. Cuando le ganemos a la distancia y nuestros cuerpos se encuentren, comenzará la transfusión que sellará esta unión, nos renovaremos y desintoxicaremos. En cada día y cada noche recuperaremos lo que nos ha sido quitado, cada lágrima y cada gota de sangre volverá a nosotros. Nada se habrá perdido y todo se habrá transformado. Con cada promesa cumplida, los huesos se fortalecerán. Con cada gesto de amor los músculos recobrarán elasticidad, con cada fantasía vivida, la sangre se oxigenará y el corazón nos latirá más fuerte.
  Ese banquete que es apenas imaginable para muchos mortales, muy pronto lo tendré servido en bandeja de plata sobre mi mesa. Mío será cortado, desgarrado, masticado y devorado para saciar todo mi apetito y también saciaré mi sed de abstinencia. Hambrienta y desesperada como estoy quiero dejar clara una cosa, para comerme a Mío estoy solo Yo: LadyEros.