viernes, 12 de octubre de 2018

El FemDom y la vida cotidiana

  El post de hoy tiene como origen nuestra publicación anterior titulado: “Próximos a la firma del Contrato D/s”. Mi Reina me pidió que en base a todo lo negociado y hablado en dicho contrato, ahora escribiera sobre cómo sería nuestra vida BDSM asociada con nuestra vida cotidiana. Tarea a la que me avocaré en las próximas líneas.
  Como pasa en todas las publicaciones que aparentan ser de mi autoría, es verdad que soy quien las escribe y las compone, pero nada se publica sin en el consentimiento de Mi Reina. Todos los textos compartidos pasan por su revisión, como a veces yo también dedico unos minutos a pulir los suyos. En ambos casos tratamos de respetar el espíritu o la esencia de cada trabajo, pero a veces es necesario hacerle arreglos para que no quede todo tan personal y sea una ayuda para las demás parejas que puedan encontrarse como nosotros.
  Casualmente esa explicación previa, está íntimamente ligada con este artículo ¿Y por qué digo esto? Por la sencilla razón que ambos queremos demostrar que fuera de sesión somos una pareja normal, que comparte todo y no por eso, Lady Eros deja de ser La Reina y la Dominante en nuestra relación.
  Cada día más ambos vamos tomando conciencia de que muy con la firma del Contrato D/s, estaremos arrancando definitivamente una nueva etapa para ambos, pero a su vez seguiremos siendo las mismas personas de siempre, cumpliendo con las obligaciones y compromisos de cada. Puertas adentro, otra será la canción Lady Eros será dueña y señora de nuestro lugar, yo pasaré a ser su esclavo y sirviente. Ella podrá elegir de qué manera ser complacida, su infinita imaginación no me dará tregua en pos de concretar todas las fantasías que vienen a su mente. Ella se siente como pez en el agua en cualquier rol autoritario, comprobamos que está en su naturaleza el demandar y exigir, como así también las horas de cuidado que dedica a su producción, cuidado y belleza.
  En su vida cotidiana, ella se muestra como es; tiene una actitud altiva todo el tiempo, se sabe bella y hermosa, pero aún así se esmera por verse mejor. No esconde en lo absoluto su sensualidad, cuando se da la oportunidad, no tiene problemas en mostrarse apasionada, ardiente y un poco pervertida. Se siente Reina y no pierde oportunidad para incorporar nuevos conocimientos, da gusto hablar con ella y descubrir lo culta, inteligente, astuta y rápida que es para desenvolverse. Como buena Reina que es, ella practica los dones del amor y la lealtad, ejecutando sus palabras sin necesidad de tener que hacer promesas. De ser necesario, también es valiente y guerrera. Tiene un coraje y unas garras equivalente o superiores a las de quien escribe. Todavía no pude descubrir algo a lo que ella realmente tema, ya que al igual que yo, hasta de la muerte se amigó. 
  Con esto, no queremos confundir a nadie, ya que ambos comprobamos que en muchos casos hay mucha falacia, publicaciones engañosas o cuanto menos, contradictorias. Y no queremos caer en aquello que criticamos. Ya que nos consideramos entre aquellos que luchan a diario por limpiar la comunidad BDSM de los falsos profetas y estafadores. Pero eso será tema de otra publicación, simplemente quiero dejar clara la idea de que Mi Reina y yo somos personas completamente comunes que difícilmente nos identificarían si nos vieran por la calle o haciendo las compras en un supermercado.
  Seguimos jugando los roles, pero somos muy respetuosos de todos los que nos rodean y ser provocadores de malas opiniones. Porque creemos que a la larga, eso no le termina haciendo nada bien a esta comunidad FemDom y BDSM a la que creemos pertenecer. Estamos seguros que un tiempo y un lugar para todo. Debemos ser respetuosos y cuidadosos con los mensajes que les damos a las generaciones que nos siguen y sobre todo a los menores. Nosotros comenzamos a transitar estos caminos del BDSM y del FemDom bien pasados los treinta, habiendo vivido previamente un montón de experiencias, que poco a poco nos fueron acercando a las puertas del FemDom como filosofía de vida y a las practicas BDSM como fuente de placeres físicos.
  Esta publicación también nos sirve para disculparnos por usar muchas veces fotos que no son nuestras, sino que son fotos artísticas de la red, algunas de ellas de Dóminas de reconocida trayectoria donde lucen sus esculturales cuerpos, tatuajes que son exquisitas obras de arte, tacos altos, botas hermosas, látex y cueros de la más alta calidad, habitaciones perfectamente equipadas, etc. A futuro y para evitar abusar de esas imágenes y ser más honestos con nosotros mismos y con nuestros amigos lectores, hay planes de comenzar a usar fotos propias que poco a poco irán reemplazando publicaciones anteriores, pero por sobre todo, queremos hacerlo con las publicaciones que vendrán en el futuro.
  Esto se justifica aún más después de haber participado en algunos eventos públicos y tener contacto real con otras personas de la comunidad. Donde pudimos comprobar que cualquiera de nuestros vecinos del edificio podría ser Amo o Ama y tener uno o un par esclav@s en su departamento. Les aseguro que físicamente son personas comunes, hay quienes se cuidan más que otros, hay gente de todas las edades, pero en su mayoría distan de ser modelos de revista. Lo repito, solo basta con ir a alguno de los Eventos de la Comunidad, para que lo vean por ustedes mismos.
  En nuestro caso, El juego de rol y la vida cotidiana se fundieron una vez superada esa fantasía hipnótica de aquellas primeras semanas de nuestros comienzos. Es decir, desde que se comenzó a trabajar en un proyecto más serio y sustentable en el tiempo, cuando se ajustaron los parámetros de qué clase de pareja queríamos ser, tanto sea en el FemDom, como así también nuestra manera de movernos y comportarnos en el mundo vainilla o con nuestros familiares y amigos. Esa vida de rol y a su vez natural o cotidiana salió a la luz desde el momento justo que comenzamos a redactar nuestro Contrato, cuando se comenzó la construcción del Castillo para Mi Reina y de definir las pautas y protocolos de cómo será nuestra convivencia de todos los días, por el resto de nuestros días – suena ambicioso, pero así lo deseamos y así fue –
  Tenemos altas expectativas del uno para con el otro, pero a su vez, tratamos de tener los pies sobre la tierra todo el tiempo que nos sea posible. Ella de momento no puede ser la Dómina perfecta, que nunca se equivoca en lo que decide, como yo tampoco soy el sumiso completamente entregado y arrastrado. No es así y no queremos engañar a nadie con esto. En nuestra relación no son todos látigos y ordenes, no es todo látex y botas, tratamos de tener un balance, de ser románticos y atentos, de tener buenos gestos para con el otro, de cuidarnos mutuamente, de abrazarnos y disfrutar del mejor vestuario que se puede llevar y es estar desnudos piel con piel en la misma cama. Eso no la convierte en menos Dómina, ni a mi me quita lo sumiso. Simplemente son detalles de nuestra vida cotidiana que siempre queremos que estén presentes.
  En sesión otros serán los cantares, desde el momento que el collar me sea colocado hasta que me sea retirado, el juego de rol estará en plena vigencia y será el tiempo dedicado al placer, el goce y la fantasía, pero fuera de la sesión, habrá amor y cuidado. Interiormente mi devoción por ella será la misma, en mi trabajo y en mi quehacer diario seré un hombre común, pero la diferencia estará en cada cosa que haga, cada latido de mi corazón, cada vez que respire o lo que sea que haga, será en honor a ella.
  Ambos tenemos una carga y una responsabilidad familiar y social, somos personas más o menos favorecidas, nacidas en países diferentes, con formaciones culturales y espirituales distintas. Donde podemos tener días buenos o malos, momentos de alegría y momentos duros o tristes. Existen ratos en los que necesitamos aislarnos un poco para meditar situaciones y otros donde no podemos despegarnos del otro ni un segundo, ni siquiera para ir al baño.
  En nuestros mensajes de cada día, claro que existe la fantasía, la foto pícara, la imagen con doble sentido, nos decimos siempre cuanto nos amamos y nos necesitamos o lo que pasará al reencontrarnos cada día en su Palacio (que en la realidad no es más que un modesto departamento de un ambiente). En esa comunicación diaria tratamos de hacer saber lo que pensamos o necesitamos, nuestras miserias y nuestras grandezas, los problemas y las pruebas que la vida o el destino nos puso a cada uno para poderlas superar juntos. Así de simples somos, así queremos vivir nuestra vida FemDom, esa es nuestra verdad y así estamos luchando Mi Reina Lady Eros y yo por cumplir cada uno nuestros sueños.

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