miércoles, 16 de marzo de 2016

El sueño de J

  Hoy me llegó por correo eléctronico un hermoso regalo. Una prueba que testifica del valor gigantesco de la verdadera amistad. Dándome además esa motivación extra que nos empuja a seguir para adelante buscando el bien en todas las cosas.
  Pero para no robar más protagonismo, acá les comparto el excelente relato escrito por mi amigo.


  Hoy me desperté temprano con una sensación en el cuerpo parecida al momento después de practicar mi deporte favorito; sentí una gran liberación de energía, adrenalina y oxigenación. Sé que todo eso se debió a un sueño, pero verán que me quedaron grabados recuerdos y detalles tan nitidamente que a veces me vienen dudas si realmente fue un sueño, o no.
  Estoy seguro que mi sueño estuvo motivado por la influencia del texto publicado por mi amigo en su Blog Entrevista de trabajo y fantasía. Los personajes de mi sueño son los mismos a los que él hace referencia en dicha publicación. Incluso pudieron haber acontecido perfectamente en ese mismo momento y lugar, pero en otra realidad alterna.
  Fue mi gran amigo quien inicio todo y ahora tengo la obligación de mostrarle lo que vi. Tal vez ninguno de los dos reconozca nada de todo esto como real o físico, pero en la imaginación que es sutil, los dos ya figuramos todo esto.
  Ya hemos hablado muchas veces de estar viviendo dentro de la Matrix y que nosotros podemos crear nuestra realidad si acordamos lo que deseamos o queremos con la creación. Esa fuerza o arquitecto que nos permite ver y percibir todo el mundo que nos rodea. Por eso me pregunto ¿Qué pasaría si fuera verdad que lo delicado y sutil de nuestros pensamientos pudieran controlar lo físico o material? (imágenes que hemos visto en la película Matrix y que es una de nuestra favoritas cuando filosofamos en nuestras charlas)

El sueño

  "…las pintura de los departamentos no fueron mandadas, que coraje! Las hijas del dueño no han podido manejar la empresa mientras él está de vacaciones. El pobre viejo siempre las consiente mucho. Reconozco que teniendo dos hijas tan hermosas, yo haría lo mismo. Además creo estar convencido que las hijas mujeres son la debilidad de todo papá". Me decía a mi mismo esa mañana en el sueño.
  Después de decir eso, estando medio inconsciente, ya no supe de mí. Mi cuerpo se trasladó al momento exacto en la oficina del depósito en el que me encontré con “mi hermosa rubia” al teléfono, que apenas me vio llegar se puso a pedir las pinturas al proveedor.
  En cuanto ella colgó, sentí coraje de tener que seguir con mi rutina de trabajo, porque prefería seguir observando su figura al teléfono. Su estado tan agelical, me hizo pensar que no había prisa por nada. Entonces lo inesperado, ella solo se quedo en silencio y se limitó a observarme. Como si quisiera leer mi mente y saber lo que yo estaba pensando mientras la observaba. Eso provocó que yo fijara más mi vista en ella, casi de manera irrespetuosa.
  Fue un shock de adrenalina el que estalló por todo mi cuerpo, donde el corazón comenzó a latir con tanta fuerza que pensé que iba a explotar, pero a su vez mi cuerpo se petrificaba.
  Ella rompe ese instante donde el tiempo pareció congelarse, para preguntarme si yo había ido a verla para retirar el material que necesitaba, cosa que era bastante obvia dado que por el momento no estaba participando en ninguno de los otros proyectos de la Empresa.

En la sala de juntas
  Tratando de recuperar mi respiración normal, me doy cuenta al mismo tiempo que ella y yo no éramos los únicos en la oficina, siento que otras personas están en lugar, pero no veo a nadie.
  El sueño otra vez modifica las imágenes que suelo ver en mi realidad cotidiana. La sala de juntas estaba ambientada de otra manera y curioso me acerco para comprobar los cambios que hicieron en la decoración de la misma.
  No doy crédito a lo que veo, algunas velas tenues alumbrando la sala y terciopelo rojo sobre las paredes. Estático me quedo en la puerta tratando de entender el porqué de los cambios; era la oficina de una empresa de pintura y decoraciones, no la de una casa de masajes.
  Entonces siento las manos de la rubia que me toman por la cintura desde atrás y me empujan hacia adentro de la habitación. Como hipnotizado y sin sentir el movimiento de mis pies soy conducido al lugar que ella desea y la veo sentarse en uno de los sillones que están a la cabeza de la mesa oval.
  En un abrir y cerrar de ojos siento mi cara frente a su entrepierna desnuda, inmeditamente mi cabeza es presionada contra ella por sus manos. Recuerdo perfectamente que me faltaba el aire, que estaba en trance, hipnotizado, poseído, no encuentro las palabras apropiadas para expresarlo. Pero yo no tenía control sobre mi lengua que se movía frenéticamente y se introducia dentro de ella tan profundo que fisicamente y en la realidad hubiera sido imposible.
  Cuando ella ya estaba en muy cerca de su climax y sus gemidos se hacían más fuertes, sentí un movimiento brusco de su cadera, liberó la presión sobre mi cabeza y recíen ahí pude dar un profundo respiro que me trajo a la vida. En el sueño abro los ojos y veo como todo su cuerpo se estremecía de placer.
  Escucho otros sonidos dentro de la misma habitación, giro mi cabeza para ver qué estaba pasando. Entreluz llego a ver la silueta de dos cuerpos sobre un sofá. Deduzco rápidamente que ellos habían sido testigos privilegiados de la función que había tenido con la rubia.
  Ahora, éramos nosotros los testigos, pero lejos de relajarnos, la rubia vuelve a la acción, se levanta de la silla abre bien las piernas y deja caer su cuerpo sobre la mesa mirando hacia la pareja que estaba en el sofá. Me desnudo y la penetro con fuerte estocada, tratando de llegar lo más adentro posible. Ella grita y trata de levantarse. Yo la tomo de los pelos y vuelvo a pegar su cabeza contra la mesa, mientras le doy una segunda embestida igual de potente que la primera. Todo esto, mientras teníamos de frente a la otra pareja que todavía estaba en los preliminares.
  Mi vista más acostubrada a la oscuridad, me permite distinguir a la hermana de la rubia en una posición muy dominante sobre su compañero. No puedo ver su rostro, porque parece decapitado, la morocha está sentada sobre su cara y con movimientos pélvicos en varias direcciones parece estar torturando a su sumetido, cada tanto clava sus uñas en su pecho con tal pasión, que deduzco le debe estar dejando marcas y surcos. Por momentos me impresiona lo que veo, más aún al verla con la vista clavada en nosotros, como si quisiera intimidarnos. Sus ojos parecen los de un felino en la oscuridad. Toda la escena me excita más y yo le sigo dando estocadas duras a la rubia que ya no ofrece más resistencia y por eso la tomo fuerte de la cintura para traerla hacía mí cuando la ataco.
  No hay noción del tiempo, cierro los ojos para poder ayudarme a controlar mi excitación. No quiero acabar tan pronto. Cuando vuelvo a abrirlos, la morocha está en la misma posición que la rubia, pero al otro extremo de la mesa. Ahora sí distingo a su compañero y no es otra persona que mi amigo.
  Dos amigos penetrando a dos hermanas encerrados en la sala de reuniones de la empresa donde trabajo en pleno horario laboral. Cualquier cosa podría llegar a pasar, pero en los sueños a veces uno tiene el control de todas estas circunstancias.
  Decido entonces cambiar de agujero, pero antes la separo un poco de la mesa para que ella pueda estimular su clítoris, mientras su culo se convierte en la próxima víctima de mi pene. Los gemidos desde el otro extremo de la mesa nos estimulan. En el sueño todo era perfecto, sinfónico. Recuerdo cada una de las sensaciones, incluso hasta los olores. Mis pupilas dilatadas tomaron la imagen de aquellos cuerpos al fondo de la sala, los cuales lucían tan intensos y llenos de placer como lo estábamos nosotros.
  Todo era tan hermoso y sublime que me fue imposible seguir reteniendo mi energía. La rubia estaba teniendo otro orgasmo, sentí claramente como su culo extrangulaba mi pene. Arremetí profundo por última vez y estallé como un volcán. Simultaneamente la otra pareja llegó al orgasmo en ese mismo instante.
  Una semana atrás,le había propuesto a mi amigo trabajar juntos en la Empresa, pero nunca me hubiera imaginado que en sueños así sería el primer día de su incorporación. En el sueño y con su característico humor argentino le escucho decir: "Me parece que te ganaste el premio al mejor empleado del mes" a lo que yo automáticamente le respondo: "Y vos te ganaste la entrada a la Empresa". Entonces los cuatro nos largamos a reir con el poco resto que nos quedaba, porque a mí me estaban temblando un poco las piernas a tal punto que sentí la necesidad de apoyarme sobre la mesa, para tratar de elongar desde una posición firme. 

Después del sueño
  Fue en ese momento en el que desperté, todo pasó. Me transporto de la sala de reuniones al dormitorio de mi casa en un instante. Recostado en mi cama, con un pene todavía erecto que eyaculó algunas gotas de fluido seminal en mis calzoncillos boxer, lo que me prueba la intensidad del sueño.
  Estaba lleno de felicidad por lo que había vivido. Una situación tan loca, que solo se podría dar en el inconsciente de una persona, ya que tengo toda una vida perfectamente armada, como así también el resto de los personajes que estuvieron en el sueño.
  Quién sabe lo que la Matrix tenga programado para nosotros, quizás se nos presente la oportunidad real de trabajar juntos alguna vez. Pero todo el resto de lo que soñé, sí sería una utopía suponer que pudiera llegar a hacerse realidad. Las mujeres en cuestión son dos Diosas que están completamente fuera de nuestro alcance, por otro lado, incluso nuestros propios compromisos familiares tampoco lo permitirían.
  Los sueños, solo son sueños, pero al escribirlos (y de manera contradictoria a lo antes expuesto), las palabras magicamente los convierten en realidades perdurables. Reconozco que sería muy lindo poder trabajar con mi amigo, porque de esa forma los días de ambos serían mucho más distendidos.

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