domingo, 13 de marzo de 2016

Entrevista de trabajo y fantasía

  Un gran amigo me hizo saber que en la empresa donde él estaba trabajando, sus directivos habían decidido expandirse debido a la firmas de nuevos contratos y por tal motivo se veían en la necesidad de sumar vehículos a su flota y lógicamente personal.
  Lo mejor de todo, fue saber que hasta incluso habrían grandes posibilidades de que trabajáramos juntos nuevamente. Anteriormente habíamos desarrollado un par de proyectos de reformas, y como equipo siempre nos complementamos muy bien. Si bien debo reconocer que sus habilidades en todo lo referido a construcción y trabajos de carpintería son muy superiores a las mías, por lo que siempre termino aprendiendo cosas nuevas. Siempre la hemos pasado bien juntos, ya que ambos tenemos una visión de la vida y de las cosas muy, muy similar. Eso incluso hasta se termina reflejando en los resultados de los trabajos, ya que mi amigo siempre pone un plus extra para que las cosas queden mejor de lo esperado y en el caso de realizar alguna innovación, sus ideas casi siempre dan con la solución.
  Fue así que siguiendo sus consejos, redacté un mail ofreciendo mis servicios a la empresa en cuestión y adjunté mi currículum vítae. En la carta de presentación, obviamente que hice mensión de la gran amistad que tengo con uno de sus empleados, y que justamente había sido él quien me suguirió postularme para ocupar una de las futuras vacantes. De esta forma y en el caso de solicitar referencias directas, supieran también a quien acudir.
  El Email fue mandado con copia oculta a mi amigo para que estuviera bien al tanto de lo que había escrito y demostrarle a él también que había hecho caso a su sugerencia. Él casi de manera inmediata y luego de leerlo me llamó y me dijo que estaba bien, que me quedara tranquilo, que él ya sabía de que manera tratar con ellos y explicarle mi situación. A lo que agregó que quien probablemente me llamara sería la hija del dueño. Ella es quien se ocupa de todo lo relacionado con el papeleo y las liquidaciones del personal. Pero nunca me anticipó de lo que podría llegar a descubrir.
  Pasaron dos días sin tener ningún tipo de respuesta, hasta que sonó el teléfono a media mañana de un viernes. Eran de la Empresa y luego de confirmar ellos el contacto, me preguntaron si había posibilidades de que acudiera a una entrevista ese mismo mediodía. A lo que por supuesto accedí.
  Preparé toda la posible documentación que pudiera llegar a necesitar, me di un baño y pasado un tiempo salí para allá. La Empresa dónde trabaja mi amigo, no está muy lejos de donde resido, apenas unos 15 minutos en auto y con un tráfico tranquilo llegué casi 10 minutos antes de la hora acordada.
  A primera vista, me doy cuenta que la Empresa es de un tamaño mediano y cuanta con instalaciones bastante importantes; Un estacionamiento propio como para unos 10 vehículos, un gran deposito o lugar de trabajo y arriba del mismo las oficinas, al lado parace haber otro taller o garage que supongo será utilizado para guardar materiales o vehículos.
  Como si nada pasara, subo muy tranquilo y relajado a las oficinas. En ningún momento imaginé que esa escalera me llevara a vivir una muy loca fantasía mental. En el primer piso, uno choca con un mostrador atendido por una recepcionista rubia de cabello largo y muy simpática. Me presento y descubro que fue ella quien llamó para arreglar la entrevista. Me pide aguardar un momento y se levanta para ir a dar la novedad de mi llegada a alguien.
  Al volver, me pide aguardar un momento, que ya me iban a recibir. No terminó de decir esas palabras y sentarse de nuevo en su escritorio, que todo el mundo a mi alrededor empezó a moverse en cámara lenta. Viene hacía una morocha impresionante, de unos treinta aproximadamente, alta, delgada, de pelo bien lacio por debajo de los hombros, vestida con con unos pantalones vaqueros muy ajustados, con unas botas marrones de caña y taco alto, una camisa blanca con mangas de encaje y bien entallada al cuerpo, tan ajustada, que a la altura del busto debía desabrochar los botones si o si, ya que sus grandes pechos no hubieran pemitido tanto encierro, su corpiño blanco parecía colaborar para que esas protuberancias aparentemente operadas se lucieran a lo grande. Labios pintados, maquillaje muy cuidado, poniendo especial interés en resaltar sus ojos claros.
  Sin temor a exagerar, tenía ante mí a toda una modelo profesional invitándome a pasar al salón de reuniones luego de un delicado apretón de manos. Una vez dentro del salón, traté de recuperar la compostura y volver a tierra. Pero debo reconocer que hacía mucho tiempo que no estaba cerca de una mujer tan, tan hermosa. Supuse que ella sería la hija del dueño, la mujer que ya me había mencionado mi amigo cuando hablamos por teléfono, sin embargo, el muy turro nunca me dijo lo linda que era. Quizás como él está tan enamorado de su esposa, no la vea igual, no lo sé. La cuestión es que supuse que el padre u otra persona de jerarquía me haría la entrevista. Ya que si estabámos hablando de construcciones o mantenimiento de viviendas, lo más lógico sería suponer que un hombre haría la entrevista.
  Humildemente reconozco que fue un pensamiento machista, pero fue lo que pensé en ese momento y nada estuvo más lejos de la realidad. Esa monumental mujer apareció en escena nuevamente y cerró tras de si la puerta del salón. Yo me había sentado en una de las esquinas de la mesa oval, suponiendo que quien me entreviste se sentara en la punta. Otra vez me equivoque, porque esta mujer se sentó en el sillón que estaba frente al mío.
  Me pidió entonces que le hablara un poco de mí y de mi interés por sumarme a la Empresa. Siguiendo las líneas de lo que le había escrito en el correo electrónico, le expliqué que mi interés de trabajar con ellos sería para los períodos invernales, ya que estaba debutando en un nuevo trabajo de temporada estival, que me ofrecía grandes posibilidades de viajar, conocer y capacitarme profesionalmente. Experiencia que podía ser complementaria a las actividades de su Empresa.
  En ese momento, ella se transformó. Las facciones de su cara, que hasta ese momento parecían angelicales, se transformaron en otra cosa. Su mirada se clavó en mí y yo sentía como si me estuviera derritiendo. Dejó de escribir en su planilla, se inclinó hacia delante, haciendo que sus pechos quedaran apoyados sobre la mesa y descansar su cabeza sobre su brazo derecho.
  Me pide entonces que le de más detalles de mis planes y se limitó a justificar su falta de atención al correo que le había enviado diciendo que al ver el nombre de mi buen amigo en el mail, fue motivo suficiente para darme la entrevista, pero que todo lo que le había dicho hasta ese momento me dejaba casi sin posibilidades.
  Remarla desde tan abajo no sería tan fácil, pero sin saber de dónde, salieron palabras y explicaciones de mi boca que poco a poco fueron calmando a esa valkiria alterada. Un par de comentarios graciosos le dibujaron sonrisas y logré que se relajara.
  La conversación volvió a ser más natural, pero para ese momento, ya se me habían desatado un montón de fantasías. El que este humilde servidor hubiera logrado recuperar su atención, lo consideré todo un gran triunfo.
  Ya más relajado, dentro mío pensaba que seguramente ella tendría miles de candidatos dispuestos a servirle no solo en la Empresa, sino también de otras formas. Pero en mi interior daba por seguro que de todos ellos, pocos, muy pocos serían realmente capaces de estar a la altura de sus verdaderas exigencias. Porque toda esa impronta para vestirse de manera tan seductura y provocativa, un cuerpo atlético y tan cuidado, eran claros mensajes que hablaban de su personalidad y de su alta autoestima.
  Recuerdo que ella entró en tal confianza conmigo, que me comentó los grandes planes que tenía para mí amigo. Me reconoció sus habilidades y estaba en condiciones de asegurar que era uno de los mejores empleados de la Empresa. Así fue que consideró proponerle a su papá que hablara con él, para ver si estaba dispuesto a darme los conocimientos que necesito y a su vez promoverlo para ponerlo al frente de un equipo de trabajo propio y hacerse cargo de algunos de los proyectos más importantes que estaban a punto de firmarse proximamente.
  Que lo nombrara tanto a mi amigo y de esa manera tan elogiosa hacia él, hizo que mis fantasías fueran mucho más allá todavía. Dos personas contra ella, sería algo mucho más justo y equitativo, porque estoy casi convencido que un solo hombre, apenas podría soportar muy poco tiempo si ella realmente se ponía a demandar placer y satisfacción sexual.
  Cientos de escenas cargadas de fantasías y locuras de todo tipo se proyectaban en mi mente. Haciendo zapping fui saltando de una a otra y cuál de ellas la más fuerte e intensa.
  Todo eso que me estaba pasando, quizás haya sido también producto de su perfume. Una fragancia con poderes brujos que haya logrado entrar tan adentro de mi sistema, que me estaba enloqueciendo ¿Y a quien le importaba? Si todo tenía una magia especial.
  Pero como bien dice el dicho, lo bueno dura muy poco. A las 12:30 extactamente ella daba por conluida la entrevista. Habíamos cubierto casi todos los puntos y me animo a pensar que quedé en una posición bastante ventajosa. Ahora será cosa de esperar a que me llamen nuevamente.
  En conclusión, puedo decir que si se diera la posibilidad de trabajar en ese lugar, sería un regalo del cielo: Primero por estar más tiempo con mi amigo. Digamos que estando tan lejos de todos los míos, él es en estos momentos el hermano que me dio la vida y lo quiero como tal. Segundo, dado su profesionalismo, sus grandes habilidades y conocimientos, nos permitiría sentirnos orgullosos de concretar lindos proyectos. Por último y en lo personal, tener resuelto lo laboral en los períodos invernales sería genial, pero creo que por sobre todas las cosas, el alimentar mis ratones pudiendo ver esa mujer monumental cada tanto, sería un deleite a todos mis sentidos y saber que uno de alguna manera le podía estar sirviendo, satisface en parte las fantasías de este sumiso que anda sin una Dómina por la vida.

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